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Javier Mascherano: las imágenes y la frase por la que será recordado en el mundo del fútbol
Hubo un momento en el cual Javier Mascherano logró unanimidad. Fue en el Mundial de Brasil 2014, cuando fue uno de los emblemas de ese equipo de Alejandro Sabella que fue subcampeón del Mundo. Perdió la final con Alemania, aunque ese plantel no sólo había conseguido resultados en el recorrido de las eliminatorias y la Copa del Mundo, sino que también había generado una identificación con los hinchas. Fue en ese certamen, sobre todo, cuando el ex volante de Estudiantes y River, entre otros equipos, selló imágenes a fuego, que quedarán para siempre.
Ahora que Mascherano anunció su retiro del fútbol profesional (lo hizo a los 36 años, luego de la derrota de Estudiantes con Argentinos, en La Plata, por 1-0), por la tercera fecha de la Copa Liga Profesional, es cuando los balances y las primeras imágenes se vuelven diapositivas de su amplia carrera.
Está claro que Mascherano dejó huellas en cada club donde estuvo, desde River y Corinthians hasta West Ham, Liverpool (ambos de Inglaterra) y Barcelona, donde junto con Lionel Messi y Pep Guardiola fueron protagonistas de la época de oro del equipo español a nivel mundial. Pero en ningún lugar estuvo tan identificado como logró hacerlo con la selección Argentina.
Y es con los colores celeste y blanco donde generó esa identificación con el público a través de las generaciones. En los últimos años, sobre todo por lo vivido en el Mundial de Rusia 2018, equipo conducido por Jorge Sampaoli, su imagen ya no fue la misma. Y la unanimidad se desvaneció. Pero sí guarda su nitidez en aquella competencia en tierra del seleccionado brasileño donde la gente eternizó una de sus frases y la retina quedó clavada en dos imágenes que recorrieron el mundo y hasta se transformaron en memes y en diálogos cotidianos entre amigos que incluso se utilizan hoy.
El quite a Robben
La primera de ellas fue en ese quite impresionante ante Arjen Robben, wing de Holanda, en el minuto 90 para evitar la derrota en las semifinales que, tras el 0-0 en los 120 minutos (incluidos los dos tiempos de alargue), el seleccionado de Alejandro Sabella fue a los penales, donde se impuso en la definición 4-2.
"Un abrazo inolvidable. Más allá de todo valió la pena vivirlo", había escrito Mascherano en su cuenta personal de Instagram el 9 de julio pasado, cuando se cumplieron seis años de aquella clasificación a la final del Mundial. Junto con la publicación, el futbolista nacido en la localidad santafesina de San Lorenzo había compartido una ilustración, en la que se lo ve emocionado y abrazado a Messi.
Hubo otra imagen que lo elevó al terreno del Olimpo, en ese 2014 donde era intocable por su despliegue y aplicación de los esfuerzos, la recuperación de la pelota, su voz de mando para compañeros y de presencia hasta con los rivales. Si la primera postal que marcó su carrera en la selección fue el quite salvador a Robben ante Holanda; la segunda fue el frente a frente con Fellaini (1m94) y Witsel (1m86), a quienes se les plantó con cara de pocos amigos pese a su 1m74 en el partido ante Bélgica, por los cuartos de final. Los belgas le sacaban más de una cabeza en estatura, pero él no retrocedió ni un centímetro. Y la Argentina se impuso en presencia y goles: venció 1-0 con el tanto de Gonzalo Higuaín.
"Hoy te convertís en héroe"
Esta situación también parece que fue ayer. El partido entre la Argentina y Holanda, por las semifinales del Mundial Brasil 2014, acaba de terminar 0 a 0. Los jugadores de ambos equipos caminan por el campo de juego del Arena Sao Paulo a la espera del momento más tenso de una definición: los penales. Los técnicos anotaban el orden de los pateadores. Algunos futbolistas descansaban sobre el suelo. Otros aprovechaban para estirar los músculos. Los de mayor templanza apenas demostraban un poco de entusiasmo mientras contemplaban el escenario. Casi en la mitad de la cancha, Mascherano le hablaba con euforia a Sergio Chiquito Romero. Cuando la transmisión oficial captó la imagen, se pudo leer en los labios del Jefe: "Hoy te convertís en héroe".
Las palabras de Mascherano quedaron en la historia. No sólo por lo emotivo y la circunstancia, sino además porque Romero atajó dos penales en la definición (ante Wesley Sneijder y Ron Vlaar) y fue, efectivamente, el gran héroe argentino aquella tarde noche paulista. Y en abril de 2018, Romero reveló qué fue lo que le dijo el N°14 antes de la famosa frase.
"Ese fue el final de la frase que él me dijo. Él arranca diciéndome que no importaba todo lo que había sufrido el último año con todas la críticas que había recibido porque había jugado poco, que era mi momento, que era el momento en el que mi historia se iba a dar vuelta. Y me termina diciendo 'a partir de hoy te convertís en héroe", esa frase que quedó. Fue un momento único", contó Chiquito.
Tal fue la identificación que había generado Mascherano con los hinchas que muchos se empezaron a tatuar el número 14, la imagen del Jefecito con Witsel y Fellaini y la jugada de Robben. Habrá muchas escenas destacadas en la carrera de Mascherano, pero hay tres que pican en punta, que lo marcarán a fuego para siempre.
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