

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
El vozarrón lo distingue a este hombre que desde hace un tiempo largo ya peina una tupida cabellera de canas. "Al fútbol argentino le he dado todo lo que he tenido, y puedo seguir más... Pero la oferta de México es muy tentadora", confiesa Jorge Bernardo Griffa, director general de las divisiones inferiores de Boca, que el 31 de diciembre próximo terminará su gestión de ocho años en el club.
"¿Si ya tomé la decisión de irme? Lo estoy evaluando, pero aún no me definí", asegura un símbolo de la experiencia y sabiduría, ahora con un proyecto tentador en sus manos: el ofrecimiento de la Federación Mexicana de Fútbol con un contrato millonario para instruir a los directores técnicos y a los clubes de ese país.
"La intención de ellos es que aporte mi conocimiento y puedan acortar camino en el aprendizaje de formar juveniles. La propuesta es muy interesante; un proyecto a gran escala que me seduce", cuenta el DT de 67 años, nacido en Casilda, Santa Fe, casado con María del Rosario y padre de tres hijos.
-El vicepresidente primero de Boca Pedro Pompilio dijo que le gustaría que Griffa continuara en el club; ¿usted qué hará?
-Naturalmente que es un orgullo que un club tan importante como Boca siga pensando en mí. Pero tengo contrato hasta el 31 de diciembre y la oferta de México es muy tentadora. Se evaluará cuando llegue el momento...
-¿Qué aspectos positivos destaca en su gestión en Boca?
-Esto es un trabajo de un grupo, no de uno solo. Soy la cabeza visible, pero acá trabajamos muchos. Empieza por todos los empleados, el cuerpo técnico, con la intención de revertir una situación incómoda para Boca, que era que no tenía representación en las selecciones nacionales ni en los juveniles. Hemos propuesto una formación de base que es el eje del éxito: lograr formar un grupo importante de jugadores con un nivel superior para actuar en la primera división. Y la cadena que hicimos es interminable. Eso nadie la puede cortar. El trabajo está desarrollado.
-¿Si tuviera que elegir al mejor jugador que descubrió en Boca, a quién nombraría?
-No puedo decir a uno, porque mi trabajo es que lleguen entre cinco y diez jugadores con condiciones y que después el técnico decida. Por suerte, Carlos Bianchi siempre tuvo en cuenta a los talentos que llegan desde abajo y el fruto de nuestro trabajo está a la vista.
-¿Se siente parte del éxito de Boca en los últimos tiempos?
-Sí, somos parte del éxito de Boca.
-¿Usted considera que, si Griffa se va, Boca ya tiene el camino marcado para sacar buenos jugadores?
-Sí, porque la formación de base ya está concretada. Hoy Boca tiene por lo menos diez jugadores con un nivel superior en cada categoría. El deseo de superación de los juveniles es el arma más importante que tiene Boca. Después, lógicamente, será el director técnico de la primera división quien decidirá si lo pone o no en el equipo.
-¿Qué cosas negativas se machaca cuando hace una autocrítica?
-Muchas, porque cometimos errores como cualquier ser humano. Pero los aciertos fueron más y por eso digo que nuestra gestión fue muy positiva. Nuestro trabajo cambió la historia de Boca. Cumplimos ampliamente con las satisfacciones y todavía igual nos exigimos más.
-¿Qué sintió cuando Macri dijo que pretendía un equipo con 9 de 11 titulares surgidos de las inferiores?
-Fue una frase anecdótica. Si dijo 9 de cada 11, al final los tendrá. El tema fue que Boca ganó muchos títulos. Si hubiera sido perdedor, los once titulares serían juveniles. Lo importante es el proyecto, porque Boca se transformó, con el tiempo, de comprador a vendedor.
-¿Pero igual sigue comprando?
-Puede ser por una necesidad puntual, pero es una tendencia que está disminuyendo.
-¿Alguna vez rechazó a algún juvenil que después triunfó en otro club?
-Seguro, es parte del juego. Es natural que pase que un jugador triunfe en otro lado y sucede mucho en el fútbol. Uno lo evalúa en un momento determinado y debe decidir. Es así. De todas maneras, Boca no puede absorberlos a todos.
-Boca le ha ganado siempre a River en las inferiores, pero el club de Núñez forma a juveniles que luego los vende por millones de dólares; ¿por qué?
- Yo no me comparo con River; respeto mucho a esa institución, pero lo que hagan es problema de ellos. No entro en esa polémica, ni ahora ni nunca. Decididamente pienso en lo nuestro. El análisis sobre este tema puntual lo tienen que hacer los demás, no yo.
-¿Tuvo que lidiar con muchos representantes?
-Los representantes son parte del fútbol, pero acá tratamos de que estén al margen. Lo valioso fue el respaldo que recibimos de Mauricio Macri y toda la línea de dirigentes que viene detrás, que nos dio el respaldo para trabajar con libertad.
-Si elige marcharse de Boca; ¿se va con el objetivo cumplido?
-Sí, totalmente. Le dimos a Boca una identidad que no tenía. Y un futuro asegurado lleno de grandes jugadores. ¿Le parece poco?
En agosto de 1996, Boca incorporó a varios juveniles de Argentinos Juniors. Ellos fueron: Lucas Gatti, Pablo Islas, César La Paglia, Fabricio Coloccini, Ariel Rodó, Alejandro Lalli y Carlos Marinelli, que se sumaron a Juan Román Riquelme y Emanuel Ruiz, que habían llegado seis meses antes. Por todos ellos, la entidad de la Ribera abonó cerca de 2.000.000 de dólares. Hoy, Riquelme está en Barcelona, Coloccini en Villarreal (el dueño del pase es Milan) y Marinelli en Middlesbrough, de Inglaterra. En total, las tres transferencias sumaron US$ 20.000.000.
Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.