Godoy Cruz - Independiente: con un jugador más todo el segundo tiempo, el Rojo no tuvo ideas y debió conformarse con un empate en Mendoza

Fue empate en Mendoza. Un 1 a 1 anodino como espectáculo, poco útil para las ansias y el envión anímico de Godoy Cruz y nada estimulante para un Independiente que sigue sin ganar ni jugar bien, cuestiones que desconoce desde que Julio César Falcioni volvió a hacerse cargo del equipo.

Insólito e imprevisto como ningún otro deporte, el fútbol regaló una muestra más de su carácter imprevisible. Lo hizo en un partido de tono menor, con más fiesta en las tribunas que sobre el césped, y que se fue de largo con sensación poco y nada.

La dupla técnica Sergio Gómez-Favio Orsi plantó la bandera del atrevimiento el mismo día que aterrizó en Mendoza. “Necesitamos ganar los 3 puntos en cada partido”, fue la declaración de principios, con la tabla de los promedios que en aquel momento acuciaba al Tomba como argumento para sostener la fórmula. Ahora los tiempos han cambiado. Los cantos de la hinchada hablan de campeonato y como mínimo le apuntan a la clasificación para alguna copa internacional pero la intención se mantiene intacta y con ella en la mano, Godoy Cruz salió a la cancha con ganas de llevarse por delante a Independiente y su presente lleno de dudas y falta de confianza.

Lo conseguiría solo a medias. Durante la media hora inicial fue algo más que su rival gracias a un concepto muy básico: los pases de los jugadores con camiseta azul encontraban destino en otros vestidos del mismo color con muchas más frecuencia de lo que ocurría con los de blanco. Desde el Ruso Diego Rodríguez, pasando por Gonzalo Ábrego o Valentín Burgoa, la pelota circulaba más redonda cuando iba en camino hacia el área de Milton Álvarez que cuando era empujada a puro barullo por Damián Batallini, Lucas González o Leandro Fernández en sentido contrario.

Le falló al Tomba en ese lapso la creatividad suficiente para generar ocasiones claras de convertir. Es cierto que tuvo algunas chances, pero casi todas llegaron por la vía de lanzamientos laterales con pelota parada y cabezazos que aprovechaban las facilidades dadas por la defensa del Rojo. Canale y Barrios ganaron por alto antes de los 15 pero no encontraron el arco; más tarde, Álvarez lo cerraría ante sendos remates de Martín Ojeda.

De Independiente no había más noticias positivas que el hecho de mantener el empate. El mal manejo de la pelota lo condenaba a jugar exclusivamente preocupado en la recuperación y padecía incluso para sacarle rédito a la tarea, sobre todo porque cuando tenía éxito lo echaba a perder apenas unos segundos más tarde.

Sin embargo, pasada esa media hora el local se fue desinflando sin un motivo concreto. Fue entonces que sin claridad y mucho menos buen fútbol, Independiente pudo dar un par de pasos al frente y contra todas las previsiones descubrió en el juego por arriba que tanto sufre atrás la manera de acercarse al Ruso Rodríguez. A los 34, un centro de Alan Soñora que Leandro Fernández apenas desvío lo remató a la red Leandro Benegas, aunque estaba en offside; siete minutos después otra vez Soñora puso el balón en el área, anticipó Juan Manuel Insaurralde y cabeceó cruzado abajo para el 1 a 0.

Ezequiel Bullaude, el último emigrante del empobrecido fútbol argentino (se despidió de sus hinchas porque se va al Feyernoord de Países Bajos, 7,5 millones de euros mediante, récord en la historia del Tomba), desvió un zurdazo favorable a los 44 y el partido se fue al descanso con un marcador que guardaba poca relación con el desarrollo.

Los 45 finales mostraron la misma tónica: una cosa era lo que las situaciones puntuales llevaban a pensar, y otra, totalmente contraria, lo que en realidad fue sucediendo. A los 5 minutos, Canale (que ya tenía una amarilla), se enredó en una discusión ridícula con Benegas sobre un lateral y dejó al Tomba con uno menos. Podía esperarse el ingreso de un central, pero la dupla eligió un delantero, Tadeo Allende. 20 segundos después el recién incorporado tocó su primera pelota para sacar un venenoso derechazo cruzado que se le metió junto al palo izquierdo a un Álvarez demasiado escondido bajo su arco.

La última contradicción se dio a partir de ese momento. Con superioridad numérica sobre el césped se suponía que el dominador sería la visita, pero tampoco fue eso lo que ocurrió. Se paró bien en el medio Godoy Cruz, dividió la posesión, no descartó la posibilidad de ir al ataque, y salvo en el envión final apenas pasó sustos (un remate desde cerca de Insaurralde que el Ruso Rodríguez mandó al córner a los 43 fue la más clara), ayudado por las continuas imperfecciones del rival. “No supimos hacernos cargo”, sentenció Batallini y es un buen resumen de lo hecho por el Rojo.

Lo mejor del partido

Cuatro partidos después del regreso de Julio César Falcioni resulta difícil saber cuál es la orientación que quiere darle al juego de un equipo perdido en la indefinición. Y como nunca puede dilucidarse si primero es el huevo o la gallina, en ese contexto las actuaciones individuales quedan deslucidas, apagadas, y no hay modo de rescatar a alguien que destaque sobre el resto o tenga la brújula para enderezar el rumbo.

Por eso, entre otros muchos motivos, es que este Independiente no sabe ganar ni siquiera cuando el viento de los partidos empieza a soplar a su favor. En Mendoza y en una tarde en la que el fútbol estuvo peleado con la lógica sumó su tercera igualdad al hilo, un resultado que no le vale de mucho, un botín demasiado escaso para que sus hinchas recuperen algo de ilusión.

Clasificación a la Copa Libertadores y Copa Sudamericana 2023

Argentina dispone de seis lugares para la Copa Libertadores 2023. Boca ya obtuvo el primer boleto por haber ganado la Copa de la Liga Profesional. El campeón del Torneo 2022 se clasificará de manera directa. Lo mismo conseguirá el equipo que se quede con la Copa Argentina. Los restantes lugares los obtendrán los tres primeros equipos de la tabla general anual, que contempla los puntos obtenidos en la fase de grupos de la Copa de la LPF (13 partidos) y el torneo 2021 (total: 40 encuentros). En este caso, el tercer equipo accederá al Repechaje de la Copa.

En tanto, a la Sudamericana 2023 irán otros seis equipos, que saldrán de esa misma tabla general y serán los seis ubicados después de los clasificados a la Copa Libertadores. Si se repite un equipo ya clasificado por otra instancia, el lugar será para el siguiente conjunto de esta misma tabla.

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