Godoy Cruz le ganó a Belgrano con un insólito gol, en un partido que terminó con incidentes

MENDOZA.- El escandaloso superclásico generó una enorme indignación de buena parte del fútbol argentino. Por supuesto hubo unanimidad en el repudio de lo ocurrido. Pero también muchas reflexiones respecto de lo que se debe hacer para volver a encontrar calma. Jugadores, dirigentes, hinchas, políticos, todos coinciden en que hay que desdramatizar, entender que es sólo un juego.

Cualquiera podría pensar que el momento era oportuno para dar vuelta una página y volver a empezar. Para calmar los ánimos y tomar consciencia... Sería demasiado ingenuo. Pasado el shock inicial, la vuelta a la acción en el fútbol argentino mostró que todo es nada más que hipocresía.

Después de la muerte del jugador Cristian Gómez, de Atlético Paraná, la AFA dispuso que los partidos que ya estaban a punto de empezar se jugaran. Pero hubo un minuto de silencio. Una forma de meditación... que no iba a durar para los jugadores.

Aunque en los torneos de la AFA no puede haber público visitante, es sabido que Godoy Cruz vende entradas para "hinchas neutrales". Unas 500 personas de Belgrano ocuparon las plateas. Mostraron camisetas de Belgrano y cantaron canciones alentado al Pirata. Como eso está prohibido, el árbitro Diego Ceballos interrumpió momentáneamente el encuentro durante el primer tiempo.

Pero la situación se controló rápidamente. Los cantos cesaron y el partido prosiguió. A punto estaba de terminar sin grandes inconvenientes. Faltaban dos minutos y Ayoví le cometió una infracción a Chiqui Pérez en la acción que terminó con el gol de Renzo Saravia en contra. Desde allí se generó un clima de tensión insospechado.

En Belgrano ingresó Jerry Bengtson para buscar el empate de manera desesperada. Se cruzó fuerte con el capitán mendocino, Fernando Zuqui, y le dio un cabezazo. Se fue expulsado. Kevin Mercado y Jaime Ayoví también tuvieron un encontronazo con Juan Carlos Olave por demorar el juego. Y, para el final, Mercado cruzó con violencia a Chiqui Pérez que perdió la compostura y tuvo que ser contenido por varios de sus compañeros para que no se tomaran a golpes de puño. Todo eso en apenas tres minutos. Toda una muestra de cuánta furia puede vomitar el fútbol argentino.

La gente de Belgrano en las plateas reaccionó arrancando butacas y arrojándolas a la cancha. La policía intentó controlar a los jugadores cordobeses en la zona de vestuarios donde continuaban los forcejeos y en vez de recuperar la tranquilidad activaron otro foco de violencia. Más tarde, Abraham Rufail le contaba a los periodistas: "La policía agredió con gas pimienta y golpes a cuatro personas de nuestro equipo".

Según el portal Mundo D, al entrenador de arqueros Marcelo Misetich le dislocaron un dedo en la mano derecha, le tiraron gas pimienta en la cara a Carlos Arbulú (kinesiólogo) y al DT Ricardo Zielinski.

"Estábamos llegando al vestuario, ya tranquilos después de cómo había terminado el partido. Nos acorralaron entre varios con escudos y nos agredieron. No se explica lo que pasó porque ya estábamos todos calmos. Nos atacaron", comentó Guillermo Farré en el portal cordobés.

No es nuevo este tipo de procedimientos con la policía mendocina. El 14 de marzo pasado, en el partido que Gimnasia y Esgrima le ganó a Chacarita por 2-1 con un gol en el tiempo de descuento. Los jugadores del conjunto funebrero protestaron y en medio del tumulto, Rodrigo Carniel y Agustín Modula fueron atacados con gas pimienta.

"La forma en cómo reprimieron fue muy mala. Innecesaria. Escuché la palabra 'ataque' y sentí todo el gas de frente. Fue una cosa tremenda. No podía ver. Siento la cara hinchada aunque me dicen que sólo está colorada", contó Arbulú.

Según versiones, Chiqui Pérez y Cristian Lema, de Belgrao, habrían sido informados por Diego Ceballos luego de los incidentes.

Todo esto ocurrió exactamente 10 días después del escándalo de la Bombonera. Nadie podía esperar que algo cambie. Por eso sería ilógico horrorizarse. No hemos aprendido nada.

Los incidentes

Un blooper le dio el triunfo a Godoy Cruz sobre el final

Godoy Cruz necesitaba volver a ganar y salió a jugar con esa decisión, tratando de acorralar a Belgrano, que está haciendo una muy buena campaña. Encontró el éxito 1-0 sobre el final, con un blooper del lateral Saravia, que intentó rechazar una pelota de una situación de gol de Ayoví, pero la terminó metiendo en su propio arco.

Bengston jugó sólo tres minutos: ingresó sobre el final pero fue expulsado por darle un cabezazo a Zuqui. Con el triunfo alcanzado por el conjunto mendocino igualó el historial con Belgrano: ahora quedaron los dos con tres triunfos cada uno y tres empates.

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