La nueva vida de Cavenaghi en Nicosia y los motivos por los que no piensa volver a la Argentina

Lejos del calor de Buenos Aires, lo atrapa el invierno europeo. No es el frío bajo cero que carcome los huesos, pero disfruta de él junto con sus seres queridos. Todavía en contacto con sus ex compañeros, está al tanto de lo que sucede en el otro lado del mundo, en Punta del Este, donde su River realiza la pretemporada. En Nicosia, la capital de la isla de Chipre, Fernando Cavenaghi celebra tener todo cerca. "En cinco minutos me estoy entrenando. En Buenos Aires me iba de Nordelta a Ezeiza..., tardaba una hora y media", cuenta. Eso no lo extraña.

En Chipre, Cavenaghi se adaptó a su nueva vida. Disfruta cada momento junto con su familia y adentro de la cancha rinde con goles. Rápidamente entró en los hinchas de Apoel Nicosia, a fuerza de gritos. Ya son 17 en 13 partidos. Uno de los últimos ídolos millonarios, ahora acompaña el fútbol con la escritura. "No sé qué me costó más... creo que escribir", bromea. Sacó un libro en el que recuerda su relación con River desde que, muy pequeño, llegó a Buenos Aires. En esas páginas refleja el pasado, lo que quedó atrás. Pero desde el otro lado del teléfono, con LA NACION habla del presente y el futuro. "No pienso volver como jugador a la Argentina. El final que tuve con River fue el ideal". Para Cavenaghi, la Copa Libertadores fue epílogo perfecto de una larga relación con el club de Núñez.

-Hace medio año que dejaste River. ¿Cómo estás hoy en Chipre?

- Acá estoy muy bien, muy contento. Llegué a un equipo que pelea el campeonato, que lucha en las Copas. No pudimos entrar en la Champions League [perdieron el repechaje], pero jugamos la Europa League. Nos tocó un grupo difícil y no pudimos clasificarnos, pero terminé siendo el goleador del equipo. Son todas experiencias que al plantel lo ayudan. Ahora estamos peleando el campeonato [Apoel Nicosia está tercero, a cuatro puntos del líder, AEK Larnaca] y la Copa de Chipre.

-Hablás del cambio futbolístico. ¿Y en lo personal?

-En lo personal necesitaba un cambio de aire. Vivía a mil en la Argentina, sin poder disfrutar de la familia. Uno se va desgastando. Yo siempre supe que después de la Copa era mi final en el club, ya lo había hablado con la familia y con el equipo. Ahora, con 31 años, pude volver a Europa, a un club que pelea. Encima, soy el goleador. Ahora me dedico a cuidar y disfrutar a mi familia.

-¿Cómo es el fútbol en Chipre?

-Acá hay equipos que intentan jugar. Es un fútbol que está creciendo, claro que sin la billetera de otras ligas de Europa. Yo lo veo similar al fútbol de Grecia, de hecho acá se pasan jugadores de una liga a otra todo el tiempo. Comparado con el fútbol argentino, es mucho menos friccionado, acá dejan jugar un poco más.

-¿Cómo viste a River en el Mundial de Clubes?

-Creo que en el Mundial de Clubes River hizo lo que tenía que hacer, que era llegar a la final. Sabíamos que iba a ser complicada la semifinal, pero la superó. Después tocó Barcelona... les tocó tener enfrente al mejor equipo del mundo, repleto de figuras, con el mejor jugador del mundo. Para ganarle tenés que jugar un partido perfecto y no sé cuántos lo lograron. Es un equipo que con la pelota te mata, que si le das espacios te gana... Creo que el partido fue parejo hasta el gol de Messi. Después, chau, ellos no dejaron jugar más.

-Aludiste a Messi, ¿te habría gustado jugar contra él?

-Seguro que sí. Messi es el mejor. Creo que no puedo decir nada más que lo que otros dijeron. Es de otro planeta y gracias a Dios es argentino. Por eso no entiendo cómo algunos lo critican, no lo entiendo. Se ve que a él le cuesta, que sufre con el seleccionado. Él y todos los jugadores. Llegaron a una final del mundo, ¿desde hacía cuánto eso no pasaba? Pero creo que así es el hincha: a veces reclama de más.

-¿Lo decís por algo que te sucedió?

-No, a mí siempre me trataron bien. Y con los hinchas de River creo que la cosa creció ese año en el Nacional B. En mi primera etapa fui campeón, goleador. Pero cuando volví con el Chori [Domínguez], la gente se vio reflejada en nosotros, vivimos algo muy intenso. Levantamos un grupo que estaba muy golpeado.

-Hablás de River siempre en pasado. ¿Pensás volver a la Argentina?

-Volver como jugador, no. Mi final ideal fue ése que viví. Poder jugar unos minutos en la final y levantar la Copa. Fue el mejor cierre.

-¿Pensás seguir jugando mucho tiempo?

-Por ahora me queda un año y medio de contrato acá, en Chipre, y si todo sigue igual de bien, seguiremos. ¿Qué vendrá después? No lo sé, el futbolista no puede planear mucho a largo plazo.

-En tu libro mencionás constantemente a Ramón Díaz y a Marcelo Gallardo. ¿Son los mejores técnicos que tuviste?

-Entrenadores tuve muchísimos, varios muy importantes en mi carrera. Ahora se me viene a la cabeza el Tolo Gallego, quien me llevó a Primera. Los de las inferiores, clave para mi adaptación en River. Después siempre digo que Ramón fue con el que más rendí y el que más me entendió. Con él fui goleador, campeón. Me dio mucha confianza. Con Marcelo aprendí muchísimo también. Me perdí una buena parte del ciclo, pero me fue llevando de a poco. Fue muy importante.

-Mirando para atrás, ¿esperaban el rendimiento y los éxitos que tuvieron cuando llegó Gallardo?

-Marcelo nos sorprendió a todos. Llegó a un equipo campeón, que se había sacado esa mochila de no ganar. Ayudó el proceso de Ramón Díaz, pero la forma en que Gallardo trabajó fue excelente. Está en cada mínimo detalle, fue muy intenso. El grupo se adaptó rápido, y el cuerpo técnico, a nosotros. Se dio todo de la mejor manera y llegaron los resultados.

-En 2015 jugaste sólo seis meses y aun así fuiste el máximo goleador de River en el campeonato. ¿Tanto cuesta ser el nueve del equipo?

-Fue raro eso... Creo que en el segundo semestre el equipo sufrió todo el desgaste de esa primera mitad, que fue muy intensa. Además, encaró la Sudamericana y tenía en la cabeza el Mundial de Clubes. Algunos se lesionaron, pero a mí todo eso me tocó vivirlo desde afuera.

-¿Ves a Lucas Alario como tu sucesor en River?

-Somos jugadores distintos... yo creo que cada uno tiene que escribir su propia historia en el club. Pero el Flaco se adaptó muy bien, lo hizo muy rápido. Fijate que hizo goles importantes, en momentos clave. Es un Nº 9 muy completo, ojalá le vaya muy bien.

-¿Qué imaginás para River en 2016?

-El equipo está muy bien. Está realizando una pretemporada con la misma intensidad y en el mismo lugar que el año pasado. Es un plantel que dejó la vara muy alta... Ojalá se repita algún título. Tendrá la Copa Libertadores y el torneo, que será sólo de cuatro meses. Ojalá, por los hinchas de River, que a mitad de año festejemos como lo hicimos en 2015.ß

Del delantero feroz a un nostálgico escritor

"La idea surgió con mi mamá. Fue cuando volví para jugar en la B Nacional. Empecé a escribir junto a un amigo, Sergio Oviedo, para recordar mi pasado con River. Reconstruimos la historia. Son las vivencias desde que llegué de mi pueblo, lo que la gente no conoce. Los goles y los títulos los vieron todos. Pero el sacrificio de un chico y el esfuerzo de la familia, eso no lo saben", cuenta el goleador sobre su libro "Cavegol, mi vida con River", editado por Atlántida.

tb/jt

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