Estudiantes lo empató sobre la hora y le amargó el debut a Pablo Guiñazú en Atlético Tucumán

LA PLATA - “Queremos que los resultados lleguen a la brevedad”, expresó Pablo Guiñazú, hace unos días, cuando fue presentado como entrenador de Atlético Tucumán. El deseo del técnico se hizo realidad enseguida. Su equipo, en La Plata, se puso en ventaja a los tres minutos por el autogol de Agustín Rogel. El problema fue que no lo pudo aguantar y Estudiantes lo empató cerca del final por el lindo tanto de Leandro Díaz. Fue 1-1. Un resultado que dividió puntos y broncas.

Cuando el partido recién comenzaba y el juego no tenía un dominador, el Decano abrió el marcador. En realidad fue el Pincha el que puso el 1-0 a favor del rival: después de una atajada de Mariano Andújar, Rogel se llevó la pelota por delante y convirtió en contra de su arco.

Durante el resto del primer tiempo, prácticamente la totalidad del mismo, casi no hubo jugadas de ataque. El elenco del Cholo Guiñazú juntó sus líneas con la premisa de cerrarle los caminos al local y consolidó el cerrojo gracias a dos virtudes: orden e intensidad. El conjunto de Ricardo Zielinski nunca entendió cómo perforar ese frontón en el que se convirtió la visita.

Si Atlético Tucumán se caracterizó por el trabajo colectivo -sin figuras rutilantes, pero sin puntos flojos-, Estudiantes fue un manojo de individualidades de bajo vuelo. En un tramo de la etapa inicial gravitó Matías Pellegrini y en otro pasaje se destacó Gustavo Del Prete. A los dos les faltó un ladero, alguien con quien asociarse.

En la segunda parte los mediocampos desaparecieron. El trámite se hizo de ida y vuelta. Aparecieron las jugadas de riesgo. El Decano no lo liquidó por falta de puntería y por la solvencia de Andújar, mientras que al Pincha le costó aprovechar las pelotas que metió en el área contraria.

El Pincha quedó desprotegido en varias ocasiones y Atlético falló. El Pincha bombardeó el arco visitante con centros y Atlético casi no falló. Y ese “casi” resultó crucial. Cuando el Decano parecía infranqueable, cuando el tiempo se agotaba, Estudiantes lo empató gracias a los ingresados: envío de Franco Zapiola, se la bajaron a Díaz y el delantero le dio de media vuelta para el 1-1.

En los instantes finales el partido se rompió por completo. El local fue con todo por el triunfo agónico y la visita casi lo gana de contragolpe. Los dos se quedaron a mitad de camino.

Atlético Tucumán estuvo a minutos de quedarse con la victoria y Estudiantes estiró su mala racha en cuanto a resultados (cinco sin ganar). En La Plata dividieron todo: puntos y broncas.

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