Sobre la hora, Independiente se lo empató a Ferro, pero sigue sufriendo en el Nacional B

Si, en la teoría, un empate era un resultado agrio para Independiente , en la práctica, después de haberse visto superado durante todo el partido, el 1-1 con Ferro tuvo un sabor gourmet: los Rojos se llevaron más de lo que merecieron. El interrogante que flota es cómo podrá ascender un equipo así, sin ángel ni espíritu. Qué pasa por la mente y por el físico para cambiar tanto en cinco días, desde el convincente 2-0 con San Martín, de San Juan, hasta el penoso reparto en Caballito. Qué pensará De Felippe , un DT de carácter, en el momento de prescindir de la estadística. Porque Independiente, desde el juego, está mucho más lejos del ascenso que lo que señalan las posiciones. Si logra la vuelta a primera será por espasmos, por la tradición de sus colores; mucho más por los defectos de los demás, rivales de turno o perseguidores, que por las virtudes genuinas.

Independiente ve pasar las fechas mientras busca el regreso. Quiere hacerlo ya. No dentro de seis meses, por compulsivas modificaciones de torneos, pero ya no depende de sí mismo. Partidos como el de anoche, en el que Ferro lo metió en serios problemas, le dan la idea de que ya es tarde para afirmarse sobre una idea. Rivales como los que vienen, Douglas Haig, Defensa y Justicia, Instituto y Patronato, integran la mesa final de los que evaluarán el verdadero conocimiento de los Rojos. No la superarán con lagunas tan grandes como las que anoche inundaron su mente hasta aislarla.

Fue un enfrentamiento entre los históricos clubes de la década del 80. La realidad despertó de la pompa del pasado: pinchó la nostalgia y dejó mustio el romanticismo. Ferro se recompone como puede, con algunos argumentos nuevos y otros un tanto precarios. Lo llevan adelante el empuje y el coraje. Independiente se desespera por irse de la B Nacional , también, como puede. Hace rato que desea no ser absorbido por el nerviosismo de la gente ni por los desbarajustes institucionales. Nada le sale bien y es superado por todos lados. Se lo ve tan limitado que su adversario parece una potencia, aunque lejos esté de serlo.

Los Rojos se entusiasmaron con una formación estable, con Pisano , Insúa y Montenegro como generadores, y con Parra como faro ofensivo. Los cuatro deambularon sin soluciones ni profundidad; fueron sombras. Independiente pareció otro equipo del que se enfrentó con los sanjuaninos: descompensado en el medio campo, distraído en la defensa y dócil en el ataque. Ferro no sólo terminó el primer tiempo con la ventaja de 1-0, tras el rebote largo del Ruso Rodríguez y la arremetida de Caballero. Tuzzio erró un penal (foul de Tula a Caballero). A Coll se le nubló la vista frente al arquero. Y Acuña pateó cruzado y afuera también cara a cara con Rodríguez.

La expulsión de Vegetti, que respondió un empujón de Rodríguez, condicionó a Ferro, que igual estuvo a punto de aumentar. No pudieron Coll, Caballero ni Carranza. Lo mejor de Independiente fue el ingreso de Pizzini, que refrescó el ataque. La impotencia apareció en otro gesto: Mancuello vio la roja por tirarle la pelota al juez de línea Rossi, tras un foul. Hasta que Penco, que ya se había perdido un gol increíble, cabeceó a la red en la última jugada. Es increíble como Independiente está cerca del ascenso y tan lejos a la vez.

PROBLEMAS EN LA CALLE

Antes del partido hubo una escaramuza entre la policía y simpatizantes locales que querían entrar sin localidades. Y tras el cotejo, hinchas de Ferro quisieron interceptar al pequeño grupo de Independiente que se ubicó en una tribuna; la policía usó balas de goma para dispersar.

LA ROJA A MANCUELLO

Los nervios de Independiente se reflejaron en la expulsión de Mancuello, que cerca del final, irritado, le arrojó la pelota a uno de los asistentes e insultó al árbitro Delfino.

HAY FECHA PARA VOTAR

Ayer, en una asamblea, Independiente fijó fecha para las elecciones: serán el domingo 6 de julio. Hubo 57 representantes y sólo se registró un voto en contra.

"EL PUNTO SIRVE"

"La gente está mal porque nos empataron en el descuento, pero el punto sirve para escapar de la zona de abajo. Era un partido para ganar, pero una distracción nos costó mucho", dijo Páez, el capitán de Ferro.

EL GOL DE CABALLERO

El gol de Penco

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