Emanuel Cecchini, la joya que no fue tal y Miguel Ángel Russo quiere recuperar en San Lorenzo

En el medio de la crisis económica que lo agarra de la mano permanentemente para caminar juntos producto de sus propias faltas y las consecuentes inhibiciones, San Lorenzo encontró una posibilidad en el mercado de pases para sumar un futbolista en libertad de acciones, en medio de un mar de salidas y ajustes para bajar la masa salarial. El año nuevo le acercó a Emanuel Cecchini, que se alejó del fútbol chileno con el sueño de desembarcar por primera vez en uno de los grandes de la Argentina e intentar dar, de esa manera, el salto en una carrera que perdió la brillantez con la que se inició.

Proveniente de Audax Italiano y de desplegar su juego en el país trasandino por haber pertenecido también a Unión Española (un año en cada equipo, yéndose libre de ambos), llega al equipo dirigido por Miguel Ángel Russo con el buen rodaje que le dieron (en el primero -y último- disputó 28 encuentros, convirtiendo un gol y asistiendo en una ocasión). Ahora bien, se puede asegurar que el volante central se trata de la joya que no fue tal.

De aquel que debutó en Banfield en 2013 de la mano de Matías Almeyda, pero que encontró la verdadera confianza y el lanzamiento de su carrera (desde 2016) por el ojo de Julio César Falcioni, lo que le valió partir a Europa con 20 años, pasó a ser rápidamente un futbolista que debió rearmar su camino a lo largo de América en busca de volver a ser, algo que no ocurrió: pese a sus 28 años recién cumplidos, resulta difícil ser optimista con su relanzamiento. En Bajo Flores lo intentará, aunque tanto él como el entrenador se encontraron con un comienzo de 2025 a contramano de la idea madre que contuvo su fichaje.

Pocos sabrán que a Cecchini le tocó cruzarse con Lionel Messi en algunas jugadas que le permitieron los 22 minutos finales de un encuentro en el Camp Nou, por la liga española. Es que, tras su gran rendimiento en el “Taladro”, Málaga se entusiasmó con la apuesta y pagó algo más de 4.000.000 de euros por su ficha, una cifra que resultó irrechazable por el alivio que significó para la entidad de Zona Sur, pero también por las aspiraciones de aquel joven.

¿Quién lo potenció a su lado? Nada menos que Eric Remedi, el ‘5′ de aquel equipo del “Emperador” que le permitía al volante en cuestión soltarse hacia el ataque y terminar llamando la atención de los españoles. Entonces, en estos días, la intención de Russo -y del propio Cecchini- era reeditar aquella dupla que tan bien se complementó y elevó la promesa de sus apellidos, pero en un club como San Lorenzo ocurren situaciones (negativas), prácticamente, día a día y aquello no podrá ser: Remedi no acordó los números de su renovación y terminó por irse del Nuevo Gasómetro en condición de libre. Cecchini deberá reencontrarse a sí mismo en el medio campo con un compañero diferente al proyectado.

“Es una lástima que no puedan volver a juntarse. Cuando lo tuve, tenía poquitos minutos en primera y nos pareció que era el momento justo para que ingrese en el primer equipo. Porque era muy joven, pero una aparición muy buena: siempre mostró condiciones, muy buena media distancia. Eso le permitió algunos goles en su carrera. Y, encima, con Remedi hicieron una gran dupla: un jugador posicional y otro que salía a jugar, que era Emanuel”, le contó el propio Julio Falcioni a LA NACION, lamentando no volver a verlos conformar en Boedo el doble ‘5′ que tanto le resultó entre 2016 y 2017.

Retornando a aquella experiencia soñada ante Messi, fue apenas una oportunidad de las tres que le dieron en el club malagueño: fue titular sólo en un encuentro por la Copa del Rey (sin completar el tiempo reglamentario), mientras que las otras dos chances se trataron de puñados de minutos ingresando desde el banco. Evidentemente, no quedaron conformes con él y se arrepintieron. Cesión tras cesión, así fue dibujando su recorrido en el fútbol, hasta terminar su contrato en Europa. Sí, directamente culminó su estadía en el Viejo Continente: todas sus siguientes vivencias fueron en este lado del planeta, de norte a sur.

Una vez terminado el 2017, León -de México- se lo llevó a préstamo por apenas seis meses. Consiguió el mismo número de partidos jugados en España (aunque todos como titular), pero invertido: uno por el campeonato mexicano y dos por la copa nacional. Enseguida, un nuevo traspaso. ¿Dónde? A Banfield, al que lo prestaron por una temporada y en donde otra vez lo aguardaba Falcioni. Esta vez, alternó entre ser el N°5 y un mediocampista interno, pero su rendimiento no fue el mismo pese a jugar 21 partidos, entre los que le permitió el experimentado DT y los que le otorgó Hernán Crespo en 2019.

“Después, yo lo tuve seis meses porque dejé de ser el técnico, pero en este tiempo noté que él no tenía la misma confianza de la primera vez que lo dirigí, evidentemente por no asentarse y jugar poco en esos clubes en los que anduvo”, le agregó a este diario el hombre que sacó campeón a Banfield en el Torneo Apertura 2009.

Luego, una nueva cesión, otra vez a Norteamérica, pero a la MLS: Seattle Sounders se hizo de sus servicios por cuatro meses, acaso el mismo número de partidos que pudo jugar. Una sola titularidad y tres ingresos como suplente. Málaga ni siquiera intentaba recuperar a aquel volante por el que abonaron varios ceros y lo volvía a ceder por última vez, nuevamente a nuestro país: Unión fue su destino en 2020, donde venía recuperando ritmo con cinco encuentros jugados de ocho posibles hasta que apareció la pandemia. Cuando se retomó todo, en Santa Fe se armaron de otra forma y apenas le dieron una posibilidad de mostrarse. Sin embargo, llegaba la buena noticia, ya que su vínculo con los españoles se rompió y fue jugador libre.

Apareció Gimnasia para cobijarlo durante dos años y darle una continuidad de 41 participaciones, aunque alternando entre titularidades, suplencias y, por momentos, no ser opción. No obstante, dejó una imagen más grata, con apariciones más constantes, aunque se marcharía libre en 2023. El combo le permitió intentar probar otra vez en el exterior, donde aparecieron las dos temporadas mencionadas en Chile.

Falcioni da la receta o, al menos, algo sobre un jugador que todavía tiene tiempo de seguir madurando: Cecchini es un segundo volante, porque tiene mejor desprendimiento que un 5 natural. Yo digo que necesita alguien al lado, como cuando compartió con Agustín Cardozo (actual jugador de Lanús) en Gimnasia. Por momentos, hicieron una dupla parecida a la que ya había hecho con Remedi”, añadió como opinión Falcioni, el hombre que lo impulsó.

Emanuel Cecchini vivirá su primera experiencia en un equipo grande como San Lorenzo. Esperaba que fuera con su ex compañero Remedi, pero no podrá ser. De igual manera, a sus 28 años, quiere adueñarse de la mitad de la cancha de Miguel Russo para volver a sentirse importante después de tantos años.

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