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Mientras el fervor copaba el ambiente del salón Filiberto, en donde el anuncio del resultado se gritaba como un gol por los que votaron a Juan Román Riquelme, sobre el césped de la Bombonera todo era silencio. El operativo de limpieza se inició cerca de las 20, cuando de allí salió la última urna.
Terminadas las elecciones en Boca, las tres carpas especialmente acondicionadas para los comicios, y que por primera vez se armaron dentro del campo de juego de la Bombonera, comenzarán a desarmar sus estructuras en la madrugada de este lunes.
La colocación y el equipamiento se realizó en dos semanas. Cubrieron 6.000 metros cuadrados y adentro se distribuyeron las 288 mesas en las que votaron los socios de las categorías activos, vitalicios, interior y exterior. Se hicieron rampas de acceso desde la platea baja y también se agregaron baños químicos.
Según detalló en Twitter el dirigente saliente Eduardo Eliaschev, la inversión se realizó en “carpas, equipos electrógenos, aires acondicionados, mobiliario, baños químicos, seguridad, rampas, insumos, catering para 300 mesas por 4 personas, para periodistas, sistemas, computadoras para 300 mesas, personal extra, pisos, controles, señalética, iluminación, etc.”.
Después de encapsular durante más de 9 horas toda la pasión y el entusiasmo de los votantes, primero se retiró la basura, más tarde las lonas y finalmente los parantes que sostuvieron todo. El paso siguiente era retirar los sistemas de aire acondicionado, que le permitieron a los socios votar en un ámbito ideal, muy lejos del calor sofocante que se vivió en los comicios de 2019. Fue, sin duda, una de las cosas que los votantes más agradecieron.
Las carpas soportaron la terrible tormenta que azotó a la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, y los vientos huracanados. También fue una gran prueba superada para todas las obras realizadas por esta dirigencia en relación a mejorar el drenaje. Es un hecho: la Bombonera no se inunda más.
Como era de esperar, el campo de juego es tierra arrasada. Después de un mes sin ver la luz, se sabía de antemano que no habría chance de recuperarlo. De todas maneras, todo estaba previsto. De hecho, en diciembre suele ser la época de resiembra, que en este caso tuvo una alteración en la planificación.
Dentro del costo que invirtió Boca para ofrecerle a sus socios la posibilidad única de pisar el campo de la Bombonera, cercano a los US$ 360.000, está estipulado volver a poner en condiciones el suelo xeneize. Para ello, ya están comprados los rollos de césped natural que llegarán a Brandsen 805 en los próximos días y serán desplegados como una alfombra gigante sobre la tierra, una vez que sea acondicionada para recibir ese pasto nuevo.
Incluso antes de la tormenta, se contemplaba en la actual dirigencia de Boca que se iba a remover todo el campo de juego, como se suele hacer cada fin de año.
Más tarde de recibir ese nuevo pasto, se irá acondicionando el nuevo campo, al que le sumarán la resiembra e irán manteniendo durante todo enero, para llegar en óptimas condiciones en febrero, a la fecha 2 de la Liga Profesional, cuando Boca reciba en su estadio a Sarmiento. El debut será de visitante, ante Platense, en Saavedra.
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