Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Messi, un "cabrón": reverencias en el Camp Nou y el tuit de Eibar después de sufrirlo
"Sí, lo acepto, hace una semana no me esperaba estar jugando en el Barcelona. Messi me felicitó. La ropa de hoy no la voy a lavar después del abrazo que me dio". Martin Braithwaite hablaba como si no fuera futbolista de Barcelona. Recién terminaba el partido, el 5-0 con el que su nuevo equipo había derrotado a Eibar en el Camp Nou. Y el danés, como si fuera un hincha extasiado esperando verlo pasar, pronunciaba esas palabras en una entrevista televisiva. Estaba vestido por primera vez con esa camiseta: llegó hace apenas tres días desde el modesto Leganés, que pelea por no descender de esta misma liga. No entró mal Braithwaite: en los 20 minutos que jugó le dio el pase a Messi en el cuarto gol y participó del quinto, que anotó Arthur. Pero, más que todo, estaba emocionado por el gesto del capitán: ese abrazo que le dio tras la jugada en la que armaron el cuarto tanto del goleador de la tarde...
Lo que decía el muchacho de 28 años, un delantero que llegó a tratar de ayudar a un equipo que sufre las bajas de Luis Suárez y Ousmane Dembelé, estaba a tono con lo que unos minutos más tarde se leería en las redes sociales de Eibar. El community manager tuvo la lucidez de tomarse la goleada con humor. O con respeto reverencial: "Te sufrimos. Te padecemos. Te sobrellevamos. Y no nos queda otra que ponernos en pie y aplaudirte. TOP @TeamMessi", escribió. El modesto club vasco, dueño de una historia muy particular, también se rendía. Como Braithwaite.
Te sufrimos.Te padecemos.Te sobrellevamos.Y no nos queda otra que ponernos en pie y aplaudirte. [R] @TeamMessi [R] pic.twitter.com/6md5L4ZSE3&— SD Eibar (@SDEibar) February 22, 2020
Messi encaró el partido con un dato estadístico que en España se comentaba mucho en los últimos días: llevaba cuatro partidos sin anotar. A pesar de eso, lideraba el ranking de asistencias, con 12, un lugar que disfruta ostentar. Y, a pesar del parate goleador, seguía en el tope de la tabla. Mucho más ahora: sus cuatro goles (es la quinta vez que anota un póquer) llevaron la cuenta propia a 18 en esta temporada en la liga española. ¿Cuál fue el más lindo? El primero, sin dudas: antes de entrar al área le tiró un caño al pobre Arbilla, después le dio otro toque a la pelota para preparar el remate y entonces sí, sacó el latigazo corto y esquinado, de zurda, lejos de las posibilidades del arquero serbio Marko Dmitrovic. Era apenas el comienzo de una tarde de gloria en el Camp Nou, el estadio que, tal vez, alguna vez lleve su nombre. Después vendrían otros tres...
Los cuatro goles de Messi
Otras estadísticas sirven para entender el valor relativo que tienen. Hay una, por ejemplo, que señala a Messi como el futbolista que más pelotas perdió de los que participaron del juego: el control del balón se le fue 29 veces... Su planilla señala además cinco remates (todos al arco), con una efectividad extraordinaria. Además, dio 52 pases y tocó la pelota 79 veces. Esa pelota que, como tantas otras veces, se llevó a su casa de Casteldefels, en los suburbios de Barcelona.
El que no se llevó nada fue Eibar. El arquero, por caso, tenía la mirada perdida tras el cuarto gol de Messi. La imagen lo refleja perfecto: sentado sobre el césped, los brazos delante del cuerpo, cruzados, y la pelota ahí, quieta, mientras el verdugo, a su espalda, se abrazaba con Braithwaite. Una postal bifronte de derrota y victoria.
"Messi lleva 14 o 15 años haciendo esto y lo seguirá haciendo, es una garantía para cualquier equipo y cualquier entrenador. La realidad es que siempre está ahí. Si no es con goles es con asistencias y por eso es el mejor jugador del mundo. Resuelve lo que otros no pueden", se rindió también Quique Setién, el entrenador de Barcelona.
"Lo raro es que Messi no marcara, no que marque cuatro goles", interpretó José Luis Mendilibar, el buen entrenador de Eibar. "Hasta el primer gol ha tocado pocos balones, pero cuando lo toca le hace mucho daño. No creo que le sentara mal cuando dije que era un cabrón porque en el terreno de juego siempre sabe dosificarse", siguió el hombre. Es que, en la previa del partido, lo había llamado así, "cabrón", un giro que utilizó para demostrar su admiración. El párrafo completo de lo que había dicho no tiene desperdicio: "No creo que descanse. El cabrón de él descansa en el partido. Sabe cuándo tiene que participar, cuando descansar... Si le dan el día libre lo pasaría peor viéndolo desde la grada y se cansaría más. No cuento con que Messi descanse. Una vez con Osasuna fuimos a jugar la Copa allí, la mañana del partido se desconvocó porque tenía las tripas mal y estaba con fiebre, después de comer se convocó, estuvo en el banquillo, íbamos 2-0 perdiendo y de repente le veo calentar. Entró, nos metió dos goles y perdimos 4-0".
El martes, Messi será el capitán de Barcelona en el partido ante Napoli, en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Pero el dato más valioso de esa jornada viene añadido: jugará por primera vez en el San Paolo. Allí donde Maradona es un mito, este crack de todos los tiempos cumplirá con una deuda que el fútbol no podía permitirse.
Otras noticias de Liga de España
Fútbol Barcelona vs. Espanyol, hoy: hora y cómo ver en vivo desde EE.UU. el partido de La Liga de España
"Sin fecha prevista". Partidos suspendidos y minuto de silencio en LaLiga por las graves inundaciones en Valencia
Otro golpe al Cholo. Simeone cerró una mala semana en el "Aleti": perdió contra un DT (ex River) por primera vez en 12 años
Más leídas de Fútbol
Demoledor. Tottenham frenó a Aston Villa: la atajada de Dibu Martínez y la alarma por Cuti Romero, que pidió el cambio
1 a 0 en el Sur. Lanús venció a Boca, que jugó un segundo tiempo pésimo y todavía no ganó con Gago como DT
Boca abajo. Gago no encuentra respuestas y reconoce: "Tenemos que hacer una autocrítica muy grande puertas adentro"
Faltan siete fechas. La tabla de la Liga y la clasificación a las Copas de 2025: cómo está la situación de Boca y River