Edgardo Bauza: el verdugo de la pesadilla, el elegido para el desquite

San Lorenzo es un volcán, por ahora, sin erupción. Es mayo de 2008 y una galopante crisis interna, derivada de una lucha de egos, con el dinero de por medio, no resulta un lecho de rosas en el camino por quebrar el trauma histórico: la Copa Libertadores . El Ciclón tiene un plantel de excelencia, respaldado en la billetera de Marcelo Tinelli, cabeza de un cuestionado grupo inversor. D'Alessandro, Bergessio, Placente: la formación es más atrapante en comparación con el exitoso Clausura 2007.

Cuartos de final de la maldita Copa contra la Liga Deportiva Universitaria, un noble equipo dirigido por Edgardo Bauza, con un incipiente respeto en Ecuador. Dos partes tiene esta historia: un 1-1 en el Nuevo Gasómetro, con un exceso de confianza de Agustín Orion que provoca el gol de Claudio Bieler el 15 de mayo y, siete días después, el penal que el arquero José Cevallos le detiene a Aureliano Torres, fin del anhelo repetidamente frustrado. Lo que sigue es reseña antigua: el cráter estalla y, uno a uno, los santos van marchando.

Del otro lado, Bauza construye un modelo de exportación: convicción ganadora, respaldada en la posesión del balón, para defender primero y para lanzarse al vacío después. El Patón es un bicho del ida y vuelta: pasan América, de México, por diferencia de gol de visitante y Fluminense, por penales. La gloria en el inmenso Maracaná.

San Lorenzo quiere eso, exactamente. La intempestiva salida de Juan Antonio Pizzi recalculó la obsesión: Edgardo Bauza es la pieza perfecta para el nuevo año de la deuda eterna. Sabe cómo jugarla, sabe cómo ganarla. Fue el villano de esa histórica serie, que dejó secuelas imborrables en el Ciclón (aquella fiesta tuvo secuelas groseras) y en la Liga, por primera vez, ganador para un país como Ecuador. Hasta fue el Patón parte de la clásica ceremonia de los campeones, con el presidente Rafael Correa.

La ecuación, luego del breve trauma por la partida de Pizzi (y mientras se hacen cuentas por la indemnización que Valencia seguramente, va a abonar), es que Bauza conoce, como pocos, el mundo sudamericano. Es menos audaz que Pizzi, el campeón ausente. Pero es más astuto porque entiende el contexto. De pronto, se encuentran el Ciclón y el Patón cuando deben encontrarse: con un plantel que entusiasma al entrenador y con un técnico que sabe que tiene una deuda de honor con nuestro fútbol.

Bauza dirigirá su cuarto equipo en el fútbol argentino luego de las frustrantes experiencias en Rosario Central (1998-2001), Vélez (2001-2002) y Colón (2002-2003 y 2005-2006). Apenas un par de semanas atrás, el Patón se desvinculó de la Liga, a la que dirigió desde 2006 con la interrupción de un año (2009) en el fútbol árabe.

Es un apasionado por el fútbol. Su vida, claro, no es exclusivamente la Libertadores, la excusa perfecta en la unión con San Lorenzo. Es pragmático, aunque su discurso se apoye más en la osadía. Surgió con Carlos Griguol, a quien admira, entre otros asuntos, por la planificación. En tres frases, en tres conceptos de meses atrás, el entrenador se desnuda con su propia voz. Un viaje a su yo interior. La primera: "Quiero volver, porque el fútbol argentino me apasiona. Todos me dicen que estoy loco, que estoy enfermo. Pero es más fuerte que yo. Creo que el fútbol argentino es el más apasionante de todos". La segunda: "Busco que mis equipos tengan siempre la tenencia de la pelota, que sea lo más importante. Para defenderse y atacar". La tercera: "En el partido me cuesta disfrutar. Trato de transmitir tranquilidad, pero por dentro sufro. Y como no me gusta perder y sé que es parte de esto la derrota, siempre estás tensionado".

La pasión por nuestro fútbol. Atrapar el balón, dominar la escena. Convivir con la angustia. La Libertadores tiene algo de todo eso. Bauza lo sabe. Y San Lorenzo, claro, también.

Serio y ganador... en el exterior

Construyó su carrera exitosa sin el respaldo del medio local

• Qué tiene
  
  Personalidad de campeón
  
  Creó equipos con carácter para las batallas más complejas, a su imagen y semejanza, idéntico a aquel caudillo de la defensa; se consagró en Perú y Ecuador. Es respetado en América del Sur.
• Qué le falta
  
  La deuda en su casa
  
  No se consolidó en ninguna de las etapas en nuestro fútbol, más allá de aquella semifinal de la Libertadores con Rosario Central (2001). En Vélez y en Colón resultó una decepción.
• 5 son los títulos que ganó como DT: Clausura 2004 con S. Cristal; Serie A 2007 y 2010, Libertadores 2008 y Recopa 2010, con Liga Deportiva Universitaria.

Firmaría mañana y habrá premios por objetivos

Si no surge una sorpresa mayúscula, Edgardo Bauza será el DT de San Lorenzo: firmaría mañana el contrato por un año. Existe, todavía, una diferencia económica sensible, pero se resolvería con el aporte de ambas partes en la reunión de hoy. Si bien el contrato no será millonario, sí lo serán los premios por objetivos. Por ejemplo, si logra la Libertadores. El Patón, símbolo de Central, en sintonía con el saliente Juan Antonio Pizzi, llegaría en las próximas horas a nuestro país, procedente de Ecuador, país en el que reside. La prioridad es un delantero; ahora surgió el nombre de Lucas Viatri.

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