El rival “sorpresa” de Lionel Messi: el día que un hincha entró a la cancha para frenar un gol del 10 en el clásico de PSG ante Olympique de Marsella

El primer clásico de Lionel Messi como jugador de Paris Saint Germain ante Olympique de Marsella, por la Liga de Francia, había generado una alta expectativa a nivel mundial. El resultado terminó en empate sin goles y hubo varias postales interesantes, como el gol en contra de Luan Peres anulado por el VAR por posición adelantada que hubiera puesto en ventaja al equipo de Mauricio Pochettino, también otro tanto no convalidado (nuevamente por el VAR) para ahogar el festejo del equipo de Jorge Sampaoli; un cabezazo de Messi que estuvo muy cerca de ser gol; la expulsión de Achraf Hakimi por la que PSG jugó con diez durante más de 30 minutos...

Sin embargo, la noticia de la tarde fue la invasión al campo de juego de un hincha de Olympique de Marsella con la intención de frenar un contraataque prometedor de Lionel Messi. Iban 27 minutos de la segunda etapa y un avance en posición de 10 de Leo fue interrumpido por la invasión del hincha. El intruso, vestido con un buzo blanco, lo bloqueó y apoyó su mano en el cuello con el fin de abrazarlo, pero rápidamente fue controlado por los hombres de seguridad del estadio.

El fanatismo que genera Messi ha llevado en varias ocasiones a que alguien se meta en la cancha con la idea de abrazar, saludar o pedirle algo al astro argentino. Una situación similar incluso se vio hace algunas semanas, después del partido entre Paraguay y la Argentina, en Asunción, con varios hinchas que ingresaron en el campo de juego y rodearon al capitán albiceleste, por suerte sin consecuencias negativas.

El partido fue jugado con mucha energía. PSG se alineó con Messi, Di María, Neymar y Kylian Mbappé, pero Marsella cortó los circuitos de juego. De todas formas, vale destacar que se cometieron (en función de lo proyectado) pocas infracciones. Hubo 7 faltas de Olympique Marsella contra 8 del Paris Saint Germain. Y en remates se impuso el local 15 a 10. En eficacia fue donde estuvieron lejos. Por algo el partido terminó sin goles.

Pero más allá del resultado final, sólo uno de los 15 remates de Olympique de Marsella fueron hacia el arco defendido por Keylor Navas, mientras que apenas 4 de los 10 de los dirigidos por Pochettino fueron en dirección a la valla defendida por Pau López.

Desde las tribunas, eso sí, el partido se jugó con tensión desde el principio. Varias veces el encuentro debió ser parado porque tiraban proyectiles desde las tribunas. No es la primera vez que sucede una cosa así en Marsella. Pero el clásico de este domingo se vio potenciado por la rivalidad. Incluso ante cada córner que debía patear Messi para PSG, los policías debían protegerlo con escudos, imágenes más vinculadas a las agresiones que pueden observarse en el fútbol argentino del ascenso.

Lo mejor del clásico francés

Además de Messi, fue titular en PSG el rosarino Angel Di María, mientras que Leandro Paredes no actuó por estar lesionado. Di María, que se mostró voluntarioso y tratando de cambiarle el ritmo de juego al visitante, fue reemplazado por Thilo Kehrer a los 15 minutos de la segunda etapa. Messi terminó jugando todo el partido. Mauro Icardi estuvo en el banco de suplentes visitante, pero no ingresó.

Se dijo: no es algo sorpresiva la peligrosidad que pueden generar los hinchas en Francia. El antecedente se remonta a los incidentes entre hinchas de Niza y futbolistas de Olympique de Marsella, que tuvo a Jorge Sampaoli como uno de los involucrados. Una vergonzosa situación de violencia se vivió el 23 de agosto pasado, en el partido que disputaban Niza ante Olympique de Marsella que determinó la suspensión del encuentro que cerraba la tercera fecha de la Ligue 1, de Francia.

Con el duelo 1 a 0 en favor de los locales, el juez del encuentro Benoit Bastien había decidido dar por finalizado el juego luego de los incidentes entre futbolistas del visitante con hinchas del Niza detrás de uno de los arcos. Además, el entrenador argentino Jorge Sampaoli.

Todo comenzó cuando promediaban los 29 minutos de la segunda parte. Niza ganaba 1 a 0 con el tanto convertido por el danés Kasper Dolberg. En un tiro de esquina a favor de Olympique, el futbolista Dimitri Payet se dirigió hacia uno de los córners a ejecutar la pelota parada, pero desde la tribuna comenzaron a volar varios objetos, algo que ya venía sucediendo desde minutos atrás. Pero el atacante francés, enojado con la situación y por haber recibido un proyectil en su espalda, reaccionó frente a esto y les devolvió un botellazo a los fanáticos y a partir de allí se desató la locura.

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