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El Rayo Zaracho: su historia en Racing, el tractor de Coudet y los 15 minutos de Scaloni
La historia entre Matías Zaracho y Racing comenzó torcida y hace tiempo. Trece años atrás, cuando el pequeño Zaracho tuvo su primera citación de preinfantiles. Era nada menos que el clásico ante Independiente, de visitante. La consigna era juntarse en El Pato. Matías se la trasladó a su papá Juan, que dijo conocer cómo llegar y se subieron bien temprano al tren Roca. El Pato, en este caso, no era la localidad de Berazategui sino una esquina tradicional de Avellaneda, cerca de la estación. Padre e hijo pasaron toda la mañana en un predio lejano de baby fútbol, a la espera de que llegara alguien. Nunca sucedió. Pero tuvo revancha: la primera vez que le tocó jugar como visitante ante Independiente en Primera convirtió el tercer gol, el que definió el partido. Fue el primer hito de un 2019 idílico, al que luego el mediocampista le sumó su debut en la selección y la vuelta olímpica con el club de toda su vida. Por eso aún no tiene voz: se la gastó toda en los festejos. Zaracho se expresa con un tono muy bajito y una sonrisa enorme que dice más que sus propias palabras, sentado en las butacas del Cilindro. "Cualquier jugador quiere hacer un gol contra el clásico. Me tocó y fui muy feliz –dice el nacido en Wilde hace 21 años– porque era uno de mis sueños. El de la selección también. Me llegó todo rápido, en poco tiempo. Lo disfruto mucho, es un lindo momento: son las cosas que soñé de chiquito y me van pasando porque las busqué".
– Gol a Independiente, debut en la Selección, campeón con Racing. ¿Con qué de todo lo que viviste en estos dos meses te quedás?
–Ya antes de haber jugado contra Tigre se me pasaban muchas cosas por la cabeza. Hasta hace poco tiempo estaba en la reserva, en inferiores, en infantiles. Ahora soy campeón con Racing y jugué en la selección. Es difícil quedarme con algo, todo es muy lindo. Lo disfruto a pleno porque lo busqué. A veces parece que es fácil, pero hubo muchos esfuerzos míos y de mi familia para que todo esto pase.
–¿Disfrutaste más el festejo en el Obelisco o en la cancha?
–Toda esta semana fue hermosa. El otro día veía desde el micro a los amigos de mi barrio festejando. A una de mis hermanas. Verlos ahí cantando fue inolvidable. Lo del Cilindro fue una gran fiesta que pude disfrutar con toda mi familia. Di la vuelta olímpica de la mano de mi hija (Mia Francesca, que nació mientras él jugaba el Sudamericano Sub 20 de 2017). Yo siempre que salgo a la cancha los veo, sé que se ponen allá en la platea D. Mis amigos, mi familia, se donde están. Los busco. Al principio trataba de no mirar mucho afuera porque me traía recuerdos de cuando venía como hincha, ahí arriba, en la puerta 11. Me pasó con Corinthians, en la Sudamericana de 2017, que la cancha estaba muy llena. Me parecía muy loco estar adentro. Por suerte después la cabeza volvió y pude jugar bien.
–¿Te sentís el mimado de los hinchas y del plantel? Desde afuera se ve eso.
–Siempre veo lo que me escriben por las redes, por ahí no contesto porque son muchos, pero lo veo y me hace feliz. Me pone muy contento que los hinchas me quieran tanto, creo que como estoy desde chico en el club todos me tienen un cariño especial, desde el canchero hasta el cuerpo técnico y el presidente.
–¿Y para vos, qué significa Racing?
–Racing para mí es todo. Desde chico me dieron todo, estuvo atento a lo que me faltaba a mí y a mi familia. Siempre estuvieron pendiente. Estoy muy agradecido, por suerte el domingo lo pude decir en el micrófono para que lo escuchen todos.
–Lisandro López dijo que sos muy sensible, que por eso se dio tu llanto del otro día en una nota que se volvió viral.
–"¡Hasta a mi mamá la sacaron al aire después de eso! Y también ella dijo que soy sensible. No sé, pero no sabés cómo me cargaron. Me jodían todos. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza en ese momento, el sacrificio que hice de chico. Quedé un poco maricón, pero por eso lloraba. La pasé mal en algunos momentos y salió todo".
–¿Cuáles son esos sacrificios que hiciste para llegar?
–Me levantaba todos los días a las 6 de la mañana para venir a entrenar. Ese sacrificio es de cada uno. Si uno quiere, se levanta y viene a entrenar. Si no se queda durmiendo. Pasan muchas cosas: podés tener problemas con tu familia, que te bajonees porque no te pone el técnico, lesiones. Las mañanas que me fui a tomar el colectivo con lluvia. De todo. Pero creo que pasa por la mentalidad de cada uno y las ganas de triunfar.
–En el plantel, justamente, te cargan porque sos de dormir mucho.
–En casa y en la concentración. Si es por mi me la paso durmiendo, acostado mirando tele. Encima me toca concentrar con Licha, que no duerme nada y yo soy al revés. Y además no siento nada. El se para, se va, hace ruido y yo ni me entero. Tenemos una linda relación. Desde que subí que me trató de la mejor manera. En mi primer entrenamiento, cuando él se me acercó a hablar nos sacaron una foto, que después la subió el club. Y quedó. Después empezamos a concentrar juntos y charlamos mucho.
Cuando comenzó el ciclo de Eduardo Coudet en Racing, en enero de 2018, Zaracho era un proyecto del club pero no tenía el protagonismo con el que terminó esta Superliga. Los reflectores estaban puestos sobre Lautaro Martínez, otra de las joyas que salió del Predio Tita. Aunque a Eduardo Coudet el mediocampista lo deslumbró de entrada: lo definió como "un tractor de 60 kilos". Luego de un 2017 intenso –Sudamericano y Mundial Sub 20, más algo de continuidad en Racing– el Negro decidió que el 2018 era el año de dar el salto. Se comenzó a entrenar en doble turno, de manera personal, para ganar algunos kilos de masa muscular y algo de potencia. "Lo hice durante un tiempo –dice el volante que firmará un nuevo contrato con una cláusula de rescisión de 24 millones de euros–; ahora ya no porque terminaba muy cansado en la semana y prefería hacer la siesta. Creo que me sirvió mucho. Era un profe que tuve en Infantiles. Me sentí muy bien en lo físico gracias a ese trabajo, creo que en algunos partido se pudo ver".
–El gol se te venía negando, pero apareció sobre el final del torneo.
–Yo lo había dicho en una nota, que cuando se me abriera el arco iba a empezar a meter goles. Se me abrió con Godoy Cruz, que hice dos. Después vino el Rojo y pude repetir. No es que no estaba tranquilo, o que me ponía nervioso cuando pisaba el área. No se daba. Tenía situaciones, pero no las convertía. En todos los partidos tenía una. Hasta que empezó a entrar.
–Contra Tigre fuiste a trabar y pelota terminó en el travesaño, para el gol de Solari. ¿Es una escena que sirve para definirte como jugador?
–Yo se la pedí a Pol (Fernández) para patear, pero fue muy adelante el pase. Así que fui a trabar directamente. Siempre voy, trato de estar cerca de la jugada. Es una de mis cualidades, el sacrificio por el grupo. Tal vez a otros chicos de mi estilo les cuesta más marcar o meter, pero yo desde chico que lo hago porque con tal de jugar en Inferiores me ponían en varias posiciones. Igual lo que más me gusta es encarar y hacer goles; encarar, asociarme con mis compañeros y hacer goles.
–¿Por qué salió campeón Racing?
–El Chacho (Coudet) tiene una idea muy linda de juego y creo que nosotros la pudimos llevar adentro de la cancha. Todos los partidos fuimos superiores a los rivales. A veces nos encontramos con los goles rápido, eso nos ayudaba mucho. Y fue un muy lindo grupo. La pasamos muy bien, estábamos contentos con cómo jugábamos, creo que eso nos llevó al título. Después fue todo disfrutar. Es un objetivo que anhelábamos todos, pero yo como hincha creo que lo estoy disfrutando mucho más.
A Zaracho le tocó viajar a Madrid para entrenarse por primera vez con la selección argentina, el domingo 17 de marzo. Fue el mismo día que el escolta Defensa y Justicia perdió en Paraná, ante Patronato, y le despejó el camino al título a Racing. "Justo era el mediodía. Estábamos por subir al avión con Renzo (Saravia) y nos enteramos de que había perdido Defensa. Ya me puse ansioso, no quería viajar ni nada: solo jugar contra Tigre, que pase el campeonato... Fueron muchos meses en la punta, esperando que llegue. Me hacía la cabeza allá: quería jugar, ganar, el objetivo que teníamos todos hace tanto tiempo. Pero igual disfruté mucho lo de la selección", cuenta el juvenil que había pasado muchos días en el predio de la AFA en Ezeiza, pero nunca había tenido la oportunidad de cruzarse con Lionel Messi.
–¿Cómo es Messi?
–Es un fenómeno. No solo el, todos. Veía los jugadores con los que entrenaba y me parecía una locura, como si estuviera en una película. Nunca me imaginé estar al lado de Messi, pero espero seguir viéndolo seguido y de cerca. No hablamos. Veo que él es vergonzoso, yo más todavía... así que no hablamos nada.
–¿Qué tiene de distinto la selección?
–Es increíble, están todos los mejores jugadores. Para donde mires hay uno que es un fenómeno. La verdad es que me sentí muy bien, nos trataron muy bien. Anduve más que nada con Lautaro (Martínez) o con Rodrigo (De Paul), que no lo tuve acá en Racing pero tengo buena relación. Pero fue una experiencia única.
–¿Cómo tomaste que Scaloni haya dicho que "hiciste unos 15 minutos bárbaros"?
–Lo tomé bien. Me puse contento que lo diga. La verdad que me sentí bien, me paré bien en la cancha. Creo que lo dijo por cómo estaba el partido y porque entré bien, sin presiones. Espero que pueda estar en la próxima, que las cosas lindas me sigan llegando. Ahora estoy metido acá en Racing, con la cabeza en lo que viene, pero vamos a ver qué pasa. Ojalá que sigan los sueños.
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