El nuevo (viejo) 4. El regreso de Milton Casco como lateral en River, el hombre de las mil batallas

Si el partido de ayer frente a Vélez podía ser un trampolín anímico para afrontar la revancha frente a Atlético Mineiro en Belo Horizonte en la Copa Libertadores, River lo aprovechó. No solo derrotó 2-0 a Vélez con goles de Enzo Fernández –de penal– y Braian Romero para recuperar terreno en el Torneo 2021 de la Liga Profesional, sino que transformó su imagen de un tiempo a otro para recuperar confianza. Así, potenció su ánimo y recibió una respuesta crucial: Milton Casco fue la figura del partido en el lateral derecho. Justo cuando se fue Gonzalo Montiel.

La ida de Montiel, quien el viernes fue presentado en Sevilla de España en una operación de 11 millones de euros, generó una fuerte incógnita: ¿el plantel estaba preparado para reemplazarlo con sus piezas actuales? Y ayer, en medio de los rumores sobre un posible acercamiento por Fabricio Bustos de Independiente, Casco tuvo su mejor partido del año.

Lo mejor de River ante Vélez

A cuatro días del partido en Brasil que definirá el futuro del Millonario en los cuartos de final de la Libertadores, el entrerriano de 33 años estuvo intenso, preciso y prolijo. El lateral se adueñó de la banda derecha, fue el jugador más activo tanto en defensa como en ataque y aprovechó el envión tras una buena actuación el miércoles pasado frente a Mineiro.

De acuerdo a los números de Opta, parte de Stats Perform, lideró en toques (69), faltas recibidas (3), duelos ganados (12/13), centros al área efectivos (2), quites con posesión (6), recuperaciones (8) e intercepciones (4). Además, sumó un 81,6% de efectividad en pases (31/38) y fue líder en asistencias de tiros (3), siendo un arma crucial del ataque.

Esa mentalidad ofensiva tiene un pasado: durante sus primeros pasos en Atlético María Grande de Entre Ríos y hasta la Reserva de Gimnasia fue delantero, extremo o volante por afuera. Por eso, no fue casual que apareciera en el área para generar a los tres minutos del segundo tiempo el penal que destrabó el partido. Tras un pase de Matías Suárez en una de las mejores jugadas de River, Francisco Ortega lo bajó y Enzo Fernández cambió el penal por gol para marcar el 1-0. A partir de ahí, tras un primer tiempo irregular, River se acomodó en un partido incómodo.

No es la primera vez que Casco tiene que recuperar su lugar. Tras la salida de Leonel Vangioni, entre 2016 y 2017, no pudo consolidarse en el equipo titular por lesiones y bajos rendimientos. Luego, entre 2017 y 2018, llegó el uruguayo Marcelo Saracchi y pasó a ser suplente. Tras la venta de Saracchi a Alemania, Milton terminó siendo figura del equipo campeón en Madrid, se consolidó y se ganó el corazón de la gente. Pero en este último tiempo, desde el regreso del fútbol tras el parate por la pandemia en 2020, su puesto se lo quedó el incisivo Fabrizio Angileri.

Ahora, ya sin Montiel, el técnico Marcelo Gallardo lo priorizó antes que al joven Alex Vigo, quien ayer entró en la segunda parte para reemplazar por precaución a Angileri, con molestias en el isquiotibial derecho. Y Casco, ante Vélez, respondió desde lo futbolístico con proyecciones, pases filtrados y solidez en el fondo, pero también desde lo físico, sosteniendo las buenas respuestas que dio en la pretemporada. Por ejemplo, fue el mejor del plantel en el habitual yo-yo test para medir la capacidad aeróbica.

Su actuación le da calma a Gallardo de cara al cruce en Belo Horizonte en el que River se jugará gran parte del semestre. Y, pese a que las fichas están puestas en la Copa, ayer el entrenador dispuso a la mayoría de los titulares. Al tener cuatro días de recuperación por delante, el DT apostó a ganar fluidez y confianza y no relegar el campeonato local con una formación alternativa que no lo venía conformando. Así y todo, la primera mitad dejó más dudas que certezas: tras unos primeros 15 minutos de presión e intensidad, se vio un equipo incómodo, largo e inconexo con el 4-3-3 que lo tornó previsible, buscando siempre a los delanteros con envíos largos y pocas asociaciones y pausas.

Para la segunda parte, el Muñeco dispuso los ingresos de José Paradela y Benjamín Rollheiser por Agustín Palavecino y Julián Álvarez, juntó cuatro mediocampistas y el equipo creció. Tras la apertura del marcador, se acomodó mejor en la cancha. Y a pesar de no tener el dominio de la pelota, tuvo más presencia y determinación para disputar el juego con otra paciencia y mayor lucidez.

Ante un apático Vélez, que lleva solo dos empates y cuatro caídas sin goles a favor en el torneo, River cerró la tarde noche del sábado con una gran definición de Romero en el cierre tras un resbalón de Miguel Brizuela para sumar su quinto gol en nueve encuentros y logró un triunfo por 2-0 que le da mucho más que tres puntos: le ofrece tranquilidad para afrontar la preparación de un partido vital.

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