El incómodo momento de River: irregularidad, plantel corto, lesiones y una agenda que no ayuda

River está en una situación incómoda. Tal vez como nunca antes en el exitoso ciclo de Marcelo Gallardo, una serie de factores lo obliga a barajar y dar de nuevo. A buscar esa zanahoria o ese golpe de timón que encauce un rumbo tan inestable como infrecuente.

El discreto empate 1 a 1 ante Gimnasia en La Plata sirvió para que el entrenador haga una sana y sincera autocrítica: “Necesitamos seguir trabajando y levantar el nivel porque si no se nos va a complicar en el torneo. El nivel de River es alto y no podemos dejar esta imagen en la cancha”, sentenció en conferencia de prensa.

No es algo aislado. Y salir de esa zona pantanosa requiere de una rápida reacción. Por eso la preocupación del entrenador. Las recientes eliminaciones de la Copa Argentina (frente a Boca, por penales) y la Copa Libertadores (0-1 de local y 0-3 de visitante ante Atlético Mineiro, por los cuartos de final) le achicaron demasiado el margen para clasificarse a la próxima edición del torneo sudamericano más importante a nivel clubes.

Las dos opciones que le quedan son: ganar el campeonato 2021 o finalizar entre los tres primeros de la tabla general del año, que suma los puntajes de la competencia que se está jugando ahora con el que coronó a Colón.

Con 18 fechas por delante, River se ubica hoy en el puesto 9, con 11 puntos, a cuatro del líder Independiente. Al mismo tiempo, aparece séptimo en la tabla anual. Con este panorama, si la actividad en el fútbol argentino culminara hoy, el Millonario tendría un 2022 con acción en la Sudamericana y sin Libertadores.

Además del incentivo competitivo, para el Millonario es crucial tener presencia en el plano internacional. No jugar las Copas sería algo muy grave para las frágiles finanzas de un club que a fin de año renueva su dirigencia y que tiene varios compromisos por saldar.

En ese aspecto, también se suma un contexto complejo que contribuye a equilibrar las arcas, pero impacta de lleno en el armado del equipo. Desde Europa mostraron interés por Fabrizio Angileri y Nicolás De la Cruz. Y es muy probable que uno de ellos se vaya antes del 31 de agosto, fecha de cierre del mercado de pases en el Viejo Continente.

Lazio y Celta posaron sus ojos sobre el jugador de 27 años surgido en Godoy Cruz, que tiene una cláusula de rescisión de US$ 15.000.000 y River es propietario del 80 por ciento de su ficha. Algo similar ocurre con el volante uruguayo (en este caso, en Núñez tienen sólo el 30% de su pase).

Las alarmas se activaron cuando comenzaron las averiguaciones por Julián Álvarez, una de las últimas grandes apariciones del semillero millonario. Pero hasta el momento el delantero recibió propuestas de la MLS de los Estados Unidos y pretende en cambio, en caso de emigrar, irse a un club europeo.

Aunque la dirigencia confía en que ninguno de ellos se irá en este mercado de pases, también dejó entrever que si alguno hace las valijas no habrá incorporaciones para reemplazarlos.

En el plano futbolístico, al equipo de Núñez le cuesta lograr una regularidad en lo que hace a resultados. Aquella frase que afirma que “un triunfo llama al otro”, en este caso no aplica. Si se suman todas las competiciones, de los últimos 22 partidos oficiales, River ganó 7, perdió 7 y empató 8 (de los cuales en dos quedó eliminado por penales ante Boca).

El análisis de la situación es claro para el Muñeco: “Ganamos tres partidos y después perdimos cuatro, necesitamos respuestas futbolísticas y reaccionar después de esa seguidilla mala. No nos podemos dar el tiempo de seguir en esta dinámica. Y la única forma es reaccionar con buenas actitudes, mentalidad y con lo más difícil: poder empezar a pasarnos la pelota y ser efectivos en las situaciones que tengamos. Tampoco tenemos que darle posibilidades al rival porque vamos a sufrir más de la cuenta”.

Pero entonces aparece otro foco que altera el normal desarrollo de la competencia y que le impide a Gallardo trabajar con normalidad, en un momento donde precisamente necesita eso.

Si ya de por sí el partido de este jueves frente a Aldosivi en el Monumental será una prueba interesante por el muy buen momento del equipo que conduce Fernando Gago, después se vendrá una doble jornada en la cual habrá al mismo tiempo tres fechas de Eliminatorias rumbo al Mundial 2022.

Así las cosas, el lunes a las 19 visitará a Sarmiento en Junín y el fin de semana siguiente recibirá a Independiente con un plantel diezmado, sin varios de los habituales titulares.

Por lo pronto, Franco Armani y Julián Álvarez fueron citados por Lionel Scaloni para la selección argentina. Eduardo Berizzo convocó a los defensores paraguayos Robert Rojas y Héctor Martínez. Y Paulo Díaz representará a Chile.

Encima, aparecen las lesiones inoportunas. Ausentes Javier Pinola y Jonatan Maidana, el núcleo de la defensa cambiará por completo, con Germán Lux, Bruno Zuculini (volante central que puede llegar a jugar como defensor) y el chico Tomás Lecanda.

El escenario es infrecuente e incómodo. Y aun cuando no haya sido tan común en estos siete años de gestión, Marcelo Gallardo parece tener claro cuál es la fórmula para volver a la senda que hizo a River tan feliz.

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