El futuro de Cocca, entre los objetivos y las propuestas

Déjà vu. La imagen se traslada a abril, pero se repitió en septiembre y se renueva en el presente. El futuro del director técnico Diego Cocca en Racing es el eje de la historia, de una novela que se desarrolló en capítulos y tiene como invitado el poder económico y los lazos con el fútbol mexicano. En un pasaje de la temporada en que la Academia se juega la última carta en la búsqueda de sumar una nueva estrella, el culebrón resulta una incomodidad para el cuerpo técnico y desató el descontento de varios dirigentes. En cinco días, entre el domingo y el viernes próximo, el equipo será juez del desenlace del campeonato e intentará sellar la clasificación para la final de la Copa Argentina, dos pruebas que marcarán a fuego la relación. Dos partidos que, sin dudas, pesarán en la decisión.

En Avellaneda, la situación generó, una vez más, revuelo. No son pocos los que creen que Cocca tiene decidido marcharse una vez finalizada la temporada y que las próximas reuniones serán una simple formalidad, porque la suerte está echada. En esta ruleta, el juego con Boca, que según los resultados podría consagrarse campeón el fin de semana, es una final en la que Racing no se apoderará de ninguna medalla, aunque con una victoria salvará el honor -impedirá que uno de sus máximos rivales le dé la vuelta olímpica en su estadio, frente a su gente- y relanzaría a San Lorenzo en la puja por el título; en cambio, el encuentro con Rosario Central, en Salta, es la oportunidad de coronar un año en el que la Academia se dividió en varios frentes -torneo, Copa Libertadores y Copa Argentina-, aunque termina aferrándose a la tabla que menos lo sedujo y que, en el recorrido, le provocó algún dolor de cabeza y desencuentros entre la planificación del técnico y el punto de vista de quienes conducen, entre ellos el presidente Víctor Blanco.

Después del interés de Atlas y de Morelia, en abril pasado, y de Querétaro, en septiembre último, la reaparición de Atlas, donde Cocca jugó entre 1999 y 2001, seduce al entrenador, que para renovar con Racing pedirá acercar la infraestructura a las que presentan River y Boca. Eso se traduce en tecnología para los entrenamientos, pero también equipamiento para la recuperación y prevención de lesiones; un espacio para comer en el predio donde se entrena el plantel... El histórico porcentaje de puntos que cosechó el ciclo -además de un título-, el aval para esas exigencias. Los dirigentes pedirán la promoción de más juveniles, un déficit durante la gestión de Cocca, que empezó en junio de 2014.

El fuerte vínculo entre el representante Christian Bragarnik -casualmente quien maneja a Cocca- y el modelo mexicano, otra arista que en Avellaneda aumenta la sensación de que el año nuevo será con un director técnico nuevo.

La Academia espera a Milito y Pavone, nombres clásicos

Por jerarquía y experiencia, son nombres que le ofrecen soluciones al técnico Cocca. Sin embargo, las recuperaciones de Diego Milito (ausente por segundo día consecutivo, por un cuadro gripal) y Mariano Pavone (jugó para los suplentes el encuentro con San Martín, de Burzaco, pero presentó una sobrecarga en el aductor derecho) le impiden al entrenador medir el potencial ofensivo. Con ese panorama, el único que tiene un lugar asegurada es Gustavo Bou, el goleador, con siete tantos.

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