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El día que Independiente recorrió el infierno mismo: a diez años de la caída que jamás imaginó
Malas campañas, problemas económicos y una barra brava incontrolable terminaron con el equipo por primera vez en el descenso
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“¡Señores, yo soy de Independiente // Somos el orgullo nacional // Ahora que estamos en las malas // Nunca te voy a abandonar!...”. El sol tenue empezaba a desaparecer por detrás de las tribunas, sobre el césped languidecía el partido que San Lorenzo ganaba por 1 a 0 y el aire se llenó de música. La gente de Independiente, que había copado su estadio pese a que el final de la pesadilla estaba escrito de antemano, comenzó a cantar. Durante muchos minutos, entre lágrimas, con gestos de dolor y la voz entrecortada, aquel sábado de invierno eligió reafirmar el amor a sus colores como respuesta a un hecho inédito: por primera vez en su historia, el Rey de Copas descendía de categoría. El almanaque indicaba 15 de junio de 2013, hace este jueves, exactamente, diez años.
“El hincha tuvo mucha hidalguía. Se quedó en la cancha, lloró, pero se la bancó”, recuerda Miguel Ángel Brindisi, el último de los seis entrenadores que desfilaron durante las tres temporadas que desembocaron en esa tarde de desazón.
El torneo que definió la caída a la por entonces llamada B Nacional ni siquiera fue el peor de los disputados por Independiente en esos años. Al equipo que quedó marcado por la frustración del descenso le tocó navegar en un mar que venía encrespándose desde bastante tiempo antes, más exactamente desde el Apertura 2010 en el que el Rojo fue último en la tabla. “Aquel semestre le dimos prioridad a la Copa Sudamericana [ganada por penales en la final ante el Goiás brasileño] y descuidamos el torneo local. Por el club, la historia y la jerarquía en ese momento no me entraba en la cabeza que nosotros pudiéramos pelear el descenso”, rememora Hernán Fredes, uno de los jugadores que vivió el proceso completo de tres temporadas (seis torneos).
El desenlace, en todo caso, no pudo sorprender a quienes seguían de cerca la actualidad del club. Los años previos fueron una permanente exposición de caída libre de una entidad que hasta los años 90 había sido modelo de gestión eficiente.
El peor día de la historia de Independiente
“Después de la primera vez que estuve, cuando Jorge Bottaro era presidente, las dirigencias que lo sucedieron hicieron todo mal”, afirmaba César Luis Menotti, que fue técnico en 1996, 1999 y 2005, y mánager general durante una corta etapa que incluye los primeros siete partidos de aquel nefasto Apertura 2010. En ese momento dirigía el club Julio Comparada, cuya segunda gestión (2008-2011) estuvo signada por una connivencia cada vez mayor con la barra brava que dominaba Pablo “Bebote” Álvarez, las irregularidades administrativas, el aumento vertiginoso de la deuda y el incumplimiento de la promesa de terminar la remodelación del estadio.
Aun así, cuando Comparada debió cederle el sillón de mando a Javier Cantero, en diciembre de 2011, la situación en la tabla de promedios no era desesperante. Dos 4º puestos en los torneos previos al que terminó con el equipo en último lugar en 2010, y el 6º y 8º lugar de los disputados en ese año lograban alejar cualquier pensamiento sobre la pérdida de categoría, pero los 18 meses siguientes precipitaron la catástrofe. “La prioridad es pagar los sueldos y no contratar jugadores”, fue la declaración de intenciones del nuevo presidente apenas asumió el cargo. “Se puso el acento en otras cosas. Querían sacar a la barra del club y armar un plantel competitivo quedó un poco de lado”, comenta Fredes.
El fracaso de Cantero en ambos frentes fue notorio. “Lo futbolístico fue el último punto de la cadena de lo que pasaba en lo institucional. Nosotros jamás estuvimos al día. Cobrar tres o cuatro meses más tarde era normal. Cantero te decía que la semana que viene íbamos a cobrar y la semana que viene nunca llegaba”, sentencia el actual jugador de Juventud Unida Universitaria de San Luis.
A su vez, el enfrentamiento con las huestes de Bebote, lleno de incidentes más o menos violentos, fue subiendo de tono a medida que los resultados empeoraban. A los insultos y una presión insostenible sobre el equipo durante los partidos se le sumaron banderas con mensajes intimidatorios en las calles, perros muertos y quinchos quemados en el predio de Dominico o ataques verbales a familiares de Cantero. En el arranque del Torneo Final 2013 la contaminación del aire ya presagiaba una tormenta de grandes proporciones.
“Fue el peor momento de mi carrera. Vivía adentro de mi casa, era muy difícil ir a tomar algo con mi mujer. Era increíble, estaba en uno de los mejores clubes del mundo y no pude disfrutar nada de esos años, ni adentro ni afuera de la cancha. Venía gente que nos insultaba y amenazaba, creerían que decirnos que habría balas para todos nos haría jugar mejor”, dice Fredes.
Miguel Brindisi no puede olvidar el regreso de Rafaela en el encuentro de su debut en el banco, en el que la derrota por 2-0 empezaba a anticipar la caída al precipicio: “Llegamos alrededor de las tres de la mañana y más que 30 deportistas parecía que éramos 30 narcos o delincuentes de alta peligrosidad. Habíamos dejado los autos en el playón del estadio y nos esperaron con helicópteros, patrulleros, perros de policía...”.
En la semana previa al partido que decretó el descenso los entrenamientos se trasladaron a la cancha de Tristán Suárez, como antes se había hecho en el predio de la AFA para gambetear la “visita” de la barra. Los más optimistas se aferraban a un milagro final que pasó a ser utopía tras perder con River en la jornada 17. El sábado siguiente, ante San Lorenzo, los hinchas llenaron el Libertadores de América sabiendo que la suerte estaba echada.
“Lloré mucho. Fue el momento más triste de mi vida después del fallecimiento de mis padres. Es algo que voy a llevar conmigo hasta que me muera”, diría tiempo después Javier Cantero, quien consultado esta vez por la nacion prefirió excusarse de hablar: “Hoy ya no tengo nada interesante que aportar”. “Nos fuimos de la cancha llorando con mi hijo. Mi viejo, que toda la vida me había acompañado, ya no estaba bien y había dejado de venir con nosotros. Era todo demasiado duro”, se emociona Néstor Grindetti, el actual presidente, al evocar aquella tarde.
Hernán Fredes tiene un recuerdo especialmente amargo: “Había firmado un precontrato con Tigres de Monterrey, pero quería jugar. Me críe en Independiente desde los ochos años y sentía la necesidad de dar la cara en el peor momento. Jugué y me rompí los ligamentos. No encontraba consuelo: no pude ni salvar a mi club ni irme a México, pero hoy tengo la conciencia tranquila. No soy necio, sé que muchas veces me tocó jugar muy mal, pero siempre hice las cosas con la mejor intención”.
Han pasado diez años. La memoria todavía está fresca y el presente no es mucho mejor que aquel pasado. Independiente sigue a los tumbos y el riesgo de revivir la peor experiencia de la historia sobrevuela la mente de los hinchas. “La situación es complicada pero la estabilidad económico-financiera del club se puede resolver y con eso irá mejorando las demás cosas. No me da miedo el futuro”, afirma Grindetti.
El tiempo dirá si, esta vez, la hinchada de Independiente puede cantar un final diferente al de aquella triste tarde de 2013.
Las campañas que llevaron a Independiente al descenso
Apertura 2010 (20°): 2 triunfos, 8 empates y 9 derrotas. Terminó 20°, con 13 goles a favor y 26 en contra. DT: Daniel Garnero (7 fechas)/Ricardo Pavoni-Francisco Sá (3)/Antonio Mohamed (9)
Clausura 2011 (6°): finalizó 6°; con 29 puntos, producto de 7 victorias, 8 empates y 4 caídas. Gritó 30 goles y le anotaron 20. DT: Antonio Mohamed (19 fechas)
Apertura 2011 (8°): totalizó 27 puntos, producto de 7 triunfos, 6 empates y 6 derrotas, con 18 a favor y 17 en contra. DT: Antonio Mohamed (5 fechas)/Cristian Díaz (2)/Ramón Díaz (12)
Clausura 2012 (16°): concluyó con 20 puntos, con 5 victorias, 5 igualdades y 9 caídas, con 22 goles marcados y 28 recibidos. DT: Ramón Díaz (4 fechas)/Cristian Díaz (15)
Inicial 2012 (18°): sumó 17 puntos, con apenas 3 victorias, 8 empates y 8 tropiezos. Anotó 17 goles, recibió 24. DT: Cristian Díaz (4 fechas)/Ezequiel Borrelli (1)/Américo Gallego (14)
Final 2013 (12°): terminó con 22 puntos, tras 5 éxitos, 7 igualdades y 7 derrotas, 16 goles a favor y 17 en contra. DT: Américo Gallego (9 fechas)/Miguel Ángel Brindisi (10)
RESUMEN
- 68 jugadores utilizados.
- 129 puntos sobre 342 posibles (37,7%).
- 6 entrenadores (Garnero, Mohamed, Ramón Díaz, Cristian Díaz, Gallego y Brindisi) y 3 interinatos (Pavoni-Sá, Cristian Díaz, Borrelli).
- 2 presidentes, 3 torneos cada uno: Julio Comparada (70 puntos) y Javier Cantero (59).
- Solo dos veces quedó por encima de mitad de tabla (6º y 8º) y ganó más partidos de los que perdió. Tres veces entre los 5 últimos (16º, 18º y 20º). 12º en el restante torneo (el último).
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