De Orion a Barovero: el arco de los cinco grandes tiene dueño

Siempre se dice que ser arquero no es fácil. Un error y la exposición es total. Más aún en un equipo "grande", donde el arco de 7,32 metros de ancho y 2,44 de alto parece gigante. Hoy, Boca , River , Independiente , Racing y San Lorenzo lograron afianzar un nombre en un puesto muchas veces controvertido; ellos son parte fundamental del equipo, referentes. Pero el camino no fue fácil y la búsqueda resultó dura.

Agustín Orion es el que más atajó. Llegó a Boca en el Apertura 2011, jugó los 19 partidos, salió campeón invicto y le anotaron solo seis goles, superando el récord de José Luis Chilavert, en 1994, con Vélez. Con 144 encuentros y un rendimiento constante, se convirtió en referente, siendo capitán en varias oportunidades. No le fue sencillo a Boca encontrar al dueño del arco: entre el Clausura 2008 y 2011 se sucedieron en la valla Mauricio Caranta, Pablo Migliore, Javier García, Josué Ayala, Roberto Abbondanzieri –jugó dos torneos en 2009– y Cristian Luchetti. Salvo el Pato Abbonzanzieri, que se transformó en el último ícono, ninguno consiguió ser indiscutido como Orion.

En River, Marcelo Barovero fue una tranquilidad. Llegó en el Inicial 2012, le ganó el puesto a Daniel Vega y conquistó al hincha con sus actuaciones, despojadas de espectacularidad. Acumula 103 partidos en el club, es capitán y líder del plantel. Si le hacía falta una atajada consagratoria, la tuvo en la semifinal de la reciente Copa Sudamericana que ganaron los millonarios el año pasado, tras desviarle un penal en el superclásico a Gigliotti.

Las experiencias anteriores en Núñez habían sido controvertidas: Juan Pablo Carrizo (2006-2008) tuvo una gran primera etapa, donde fue campeón, pero en su segundo ciclo (2010/2011), sumó errores importantes y dejó una imagen discutida tras el descenso. Vega, Juan Marelo Ojeda, Mariano Barbosa y Nicolás Navarro pasaron sin dejar una huella; el juvenil Leandro Chichizola resultó un proyecto interesante: atajó 36 partidos y le tapó un penal a Sebastián Saja, determinante para que River ganara el torneo Final 2014.

Independiente encontró en Diego Rodríguez la solución a un conflicto de años. El club tuvo, entre 2011 y 2013, cuatro arqueros de jerarquía en el plantel: Fabián Assmann, Adrián Gabbarini, Hilario Navarro, y Rodríguez. Pero ante la variedad, ninguno logró consolidarse como el Ruso. Assmann jugó todos los partidos entre el Apertura 2007 y el Clausura 2009. Partió a Las Palmas (España), pero de regreso sufrió la rotura de los ligamentos cruzados y laterales de la rodilla derecha; Gabbarini no faltó a un solo partido en el Clausura 2010, pero comenzó a alternar y se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha; Navarro fue importante en la Copa Sudamericana 2010 que ganó el Rojo, pero nunca se adueñó del arco... Rodríguez debutó en el Clausura 2011 y en el Final 2013 se ganó la titularidad. Lleva 89 partidos, fue figura en el ascenso y, en el último año, jugó 45 de 48 partidos. Además, tiene cinco goles de penal.

Sebastián Saja es el líder de Racing de los últimos tiempos. Llegó en el Apertura 2011, atajó los 19 partidos, le hicieron ocho goles y la Academia fue subcampeona. En 2012 comenzó a ser capitán y ya suma 135 partidos. También convirtió seis goles de penal, acumula 584 minutos sin recibir goles y va por el récord de Agustín Mario Cejas, que estuvo 666 minutos con la valla invicta, en 1965-1966. Hasta su llegada, la Academia había usado siete arqueros en tres años y medio: Hilario Navarro, José Luis Martínez Gullota, Gustavo Campagnuolo, Pablo Migliore, Pablo Santillo, Jorge de Olivera y Roberto Junior Fernández.

San Lorenzo encontró su referente en el arco de forma insospechada: la detención de Migliore, por un presunto encubrimiento de un homicidio, le dio el espacio a Sebastián Torrico, que llegó desde Godoy Cruz para el cierre del torneo Final 2013; el mendocino sucedió, en las dos últimas fechas, a Matías Ibáñez, que atajó 10 partidos. Su consagración fue en el torneo Inicial 2013: a pesar de la contratación de Cristian Álvarez, Torrico jugó 16 partidos de los 19 partidos en la campaña del título. Y tuvo dos atajadas para el recuerdo: le detuvo un penal a Chiqui Pérez, de Boca, y le desvió un remate a Agustín Allione, en la definición con Vélez. Con 74 partidos jugados, sus actuaciones fueron esenciales en la obtención de la Copa Libertadores 2014, la cuenta pendiente del Ciclón. Tal vez San Lorenzo fue quien menos alternancia tuvo en el puesto en las últimas temporadas: Agustín Orion, con 121 partidos, y Pablo Migliore, con 126, enseñaron vigencia entre 2006 y 2012; Nereo Champagne, Damián Albil y Bruno Centeno completaron la lista.

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