El alivio que llegó en el momento justo

Era el partido que tenía que ganar. No tenía opción, San Lorenzo, si quería aspirar a jugar la próxima temporada en primera, y así se vivió. Con tensión en las tribunas y también sobre el césped, el Ciclón se impuso por 3-1 y se salvó del descenso directo, aunque tenga por delante el desafío de la Promoción.

En un Nuevo Gasómetro colmado por unos 40.000 hinchas que alentaban al equipo, el encuentro no comenzó favorable a los dirigidos por Caruso Lombardi. Un movedizo Diego García se las ingeniaba para asociarse con Gastón Caprari y complicar por los costados a la defensa local; así, pese a no crear situaciones claras, San Martín era más. Aunque San Lorenzo tuvo la primera gran chance, con un largo pelotazo de Leandro Romagnoli que desnudó una hendija en la defensa sanjuanina. Emanuel Gigliotti picó entre los centrales y llegó mano a mano, pero su débil remate quedó entre las piernas del arquero Leonardo Corti.

La impaciencia de los hinchas, que no encontraban respuestas en sus jugadores. Mientras, Atlético de Rafaela daba vuelta su partido en Mendoza. La desesperación apareció a los 26, cuando tras una gran jugada por izquierda, entre Mas y Poggi, nacida de una mala entrega de Buffarini en el medio campo, Caprari puso el 1-0.

Pero el mazazo duraría poco, porque dos minutos después vino la igualdad en la jugada polémica del partido: Corti saltó para tomar una pelota bombeada, Carlos Bueno lo chocó y le hizo perder el balón. Delfino no marcó falta y el uruguayo festejó el 1-1, mientras toda la visita protestaba. Fue el quiebre para San Martín, que era superior, pues además del empate sufrió allí la expulsión de Bogado.

A partir de ese momento creció San Lorenzo, apoyado en el aliento de su gente y en el trabajo de Romagnoli y Kalinski en el medio campo. Con un hombre más, era cuestión de tiempo para que el local consiguiera el segundo. Lo tuvo dos veces Bueno, con pelotazos del Pipi que el uruguayo no pudo concretar, pero llegó con un cabezazo de Kannemann en el segundo palo, tras un córner ejecutado por Romagnoli.

De ahí en adelante, San Lorenzo se dedicó a esperar, mientras su enganche manejaba con sapiencia los tiempos del partido. Con los ingresos de Penco y Graf, Sava pobló la cancha de delanteros, pero dejó espacios en el fondo que San Lorenzo supo aprovechar con un contraataque bien elaborado por Romagnoli, que asistió a Bueno: 3-1 para liberar tensiones y desatar la euforia en el Bajo Flores.

San Lorenzo cumplió su parte y se llevó los tres puntos que necesitaba; ayudó Banfield con su debacle. Ahora se vienen los 180 minutos ante Instituto para revalidar, ahí sí, su permanencia en primera.

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