El agitado 2017 de River: le pasó de todo pero volvió a gritar campeón

Para River, el 2017 fue un año con más puntos altos que bajos hasta llegar al turbulento cierre que oscureció el panorama. Todo comenzó en febrero, cuando perdió 3-0 con Lanús en La Plata y no pudo conseguir la Supercopa Argentina, un torneo que también le había sido esquivo en 2015 ante Huracán. La derrota con el Granate significó la tercera en un partido final –llevaba nueve hasta ese entonces- en el ciclo de Marcelo Gallardo.

Luego, el rumbo se acomodó con el buen comienzo en la Copa Libertadores, logrando la clasificación a octavos de final en el cuarto partido de la fase de grupos, finalizando primero y cuarto en la tabla general y consiguiendo un récord histórico: ganó cuatro partidos en fila como visitante (3-1 a DIM, 2-1 a Emelec, 3-2 a Melgar y 2-0 a Guaraní).

Quizás, aunque uno de los objetivos planteados en enero había sido remontar en el Torneo Primera División 2016/17 para lograr la clasificación a la Libertadores 2018, el subcampeonato terminó siendo poco, ya que estuvo muy cerca de poder arrebatarle el título a Boca tras ganar 3-1 en la Bombonera, en el primer triunfo del Muñeco como DT ante el Xeneize como visitante. Finalmente, las caídas ante San Lorenzo y Racing le impidieron ser campeón.

En medio del conflicto por los casos de doping de Martínez Quarta y Mayada (fueron suspendidos por la Conmebol por siete meses debido a la presencia de hidroclorotiazida en controles de la Libertadores y ya cumplieron su sanción), la pretemporada de invierno trajo aires positivos. A pesar de la partida de Driussi, las llegadas de Scocco, Enzo Pérez, Pinola, Lux, De La Cruz, Borré y Saracchi entusiasmaron al Millonario. Eso sí, la inesperada salida de Alario frenó el envión y dejó un hueco irremplazable hasta el día de hoy.

La remontada histórica en cuartos de final ante Jorge Wilstermann con un contundente 8-0 parecía el presagio de un camino directo hacia una nueva final, pero Lanús se metió en el camino y lo golpeó fuerte: tras ganar 1-0 en la ida y estar 2-0 en la vuelta, terminó quedando afuera al perder por 4-2.

Ya sin el gran objetivo, y con un mal presente en la Superliga –ganó uno y perdió cinco de los últimos seis partidos-, la Copa Argentina terminó siendo un bálsamo para River, que conquistó el bicampeonato y terminó con una sonrisa un año en el que logró la segunda mayor efectividad del ciclo de Gallardo: disputó 47 partidos, con 27 triunfos, 9 empates y 11 caídas, consiguiendo un 63,8% de los puntos en juego. Desde 2014, el equipo de Núñez consigue al menos un título por año, aunque 2017 fue el único en el que solo gritó campeón una sola vez.

River jugó 47 partidos durante 2017 con 27 triunfos, 9 empates y 11 caídas. Logró el 63,8% de efectividad, la segunda más alta del ciclo de Gallardo. Pero fue el año menos exitoso desde 2014: solo consiguió la Copa Argentina. Fue subcampeón del Torneo Primera División 2016/17 y de la Supercopa Argentina.

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