Diego Simeone bate un récord en Atlético de Madrid y se lo dedica a Luis Aragonés: “Empiezo esta carta casi con lágrimas en los ojos”

Diego Simeone siempre recuerda que Luis Aragonés fue un personaje trascendental en su fichaje como jugador del Atlético de Madrid. Era su entrenador en el Sevilla, en la temporada 93-94, cuando puso en conocimiento al técnico de Hortaleza de la oferta que tenía del club rojiblanco. Simeone buscaba un consejo de alguien que conociera el Atlético de primera mano y lo que se encontró fue el empujón definitivo. “¿Pero usted a qué está esperando para ir para allá?”, le espetó Aragonés. Este sábado, casi 30 años después de aquel episodio que empezó a escribir la enraizada y pasional historia de Simeone y el Atlético, el entrenador argentino superará a Aragonés como el entrenador que más partidos (612) ha dirigido al Atlético. Lo hará casualmente contra el Sevilla (desde las 17, por DSports). Para la ocasión, el Cholo ha escrito una emotiva carta dirigida a Luis Aragonés y publicada en sus redes sociales a las 19.03 de este viernes. La numerología de la hora coincide con la del año de fundación del club: 1903.

La carta la comienza Simeone tratando de usted a Aragonés, que es como éste se dirigía siempre a sus futbolistas. “Usted sabe que no soy mucho de estas cosas, de mostrar en público sensaciones de este tipo, pero hoy quiero hacerlo. Quiero hacerlo para decirle que empiezo esta carta casi con lágrimas en los ojos y un sentimiento enorme de emoción, pero sobre todo de respeto. Me cuesta mucho creer que mañana [por este sábado] superaré el número de partidos, 612, que hoy compartimos dirigiendo a nuestro querido Atleti”, arranca la misiva.

El hito de Simeone llega en la que se puede calificar como su peor temporada en el Atlético desde que llegó a dirigirlo, en diciembre de 2011. El equipo está descolgado de la pelea por la Liga, fue eliminado de la Champions como último de grupo, lo que le dejó sin la posibilidad de reengancharse a la Liga Europa, y su figura ha sido cuestionada interna y externamente como nunca. En el tono del escrito hay un punto de reivindicación de Simeone que no es resultadista, pero sí de identificación y de sentimientos hacia el club. “Quería contarle que durante todos estos años solo intenté dar todo lo mejor de mí. Usted me conoce y sabe que mi responsabilidad y mi compromiso están siendo los más grandes de mi vida”, expresa. Aragonés nunca dirigió a Simeone en el Atlético, pero el año que coincidieron en Sevilla los emparentó.

El técnico madrileño le auguraba que sería entrenador, pero le recordaba que el que daba las órdenes de juego era él. Y le hacía gracia una frase que recitaba Simeone en sus primeros tiempos como entrenador del Atlético: “Estaré loco, pero aún vivo del corazón”. En su condición de mito viviente del Atlético, Simeone ha dejado entrever en alguna ocasión el vértigo que le produce sentirse responsable de la felicidad o la infelicidad de la hinchada rojiblanca. Haber devuelto al club a la primera línea del escaparate del fútbol mundial con dos títulos ligueros, dos Ligas Europa, dos Supercopas de Europa y una de España, una Copa del Rey y dos finales perdidas de Champions le ha totemizado ante la masa social colchonera. A ella también se refiere en la carta como fundamental para los éxitos del equipo en un momento de guerracivilismo en las gradas del Metropolitano.

Los silencios durante los partidos de casa de esta temporada y la división de opiniones de la grada en torno a su figura le preocupan. No por él, que es consciente de que aún le apoya una gran mayoría de los aficionados del Atlético, pero sí porque el equipo generalmente se alimenta de los biorritmos que desprende el graderío. En el último encuentro disputado en el Metropolitano ante el Athletic de Bilbao, se vio a Simeone reprobar la fractura social meneando la cabeza cuando una parte de la hinchada silbaba a la otra. Como símbolo rojiblanco, Simeone siente la responsabilidad de amasar voluntades. En sus últimas comparecencias ante la prensa no ha dejado de solicitar la paz social y la unión, y en la carta a Aragonés ha vuelto a insistir en ello. “Luis, mi filosofía sobre las cuatro patas (afición, dirigentes, jugadores y entrenador) sigue más fuerte que nunca, porque gracias a todos ellos hoy estamos acá”, escribe.

En el párrafo final, El Cholo ya se atreve tutear a Aragonés. “Sé que el Atleti fue tu vida y tú sabes que el Atleti también es la mía, por eso no quería que este momento pasara desapercibido, porque sé que hoy sólo tú puedes comprenderme”.

LA CARTA COMPLETA DE SIMEONE

“Querido y eterno Luis: Usted sabe que no soy mucho de estas cosas, de mostrar en público sensaciones de este tipo, pero hoy quiero hacerlo. Quiero hacerlo para decirle que empiezo esta carta casi con lágrimas en los ojos y un sentimiento enorme de emoción, pero sobre todo de respeto”.

“Me cuesta mucho creer que mañana superaré el número de partidos, 612, que hoy compartimos dirigiendo a nuestro querido Atleti. Es un día que, seguro, nunca olvidaré. Como nunca olvidaré aquel otro día que, charlando durante nuestra etapa juntos en el Sevilla, usted como entrenador y yo como jugador, le comenté que me quería fichar el Atlético de Madrid. Su respuesta fue rápida: ‘¿Y a que estás esperando para ir?’. Pasaron casi 29 años de aquello, Luis, pero ya entonces pudo sentir ese amor y esa pasión que tenía por este club y que, gracias a personas como usted, tantos y tantos heredamos después”.

“Mañana volveré a sentarme en ese banquillo desde el que tantas alegrías nos dio y que hoy me toca ocupar a mí. Lo pienso y suena irreal, pero le digo con orgullo que me siento un gran privilegiado de poder seguir recorriendo su camino, nuestro camino. Quería contarle que durante todos estos años solo intenté dar lo mejor de mí”.

“Usted me conoce y sabe que mi responsabilidad y mi compromiso están siendo los más grandes de mi vida. Y que lo hago y lo seguiré haciendo con la máxima ilusión y el mayor respeto a este club y a todos los aficionados atléticos que tanto cariño me continúan dando. Porque tenemos la suerte de pertenecer a una familia, la atlética, que por sí misma marca una manera de vivir. Mi agradecimiento para ellos nunca será suficiente”.

“Durante todo este tiempo tuve mucha suerte, Luis. Tuve la suerte de haber contado siempre con jugadores que han demostrado hambre, compromiso, entrega y, sobre todo, que han confiando y han crecido en nuestra idea, que nos han seguido. Sabemos, entre usted y yo, que eso es casi lo más difícil de lograr en nuestra profesión”.

“Soy también un afortunado por haber podido tener a mi lado a compañeros que me han hecho mejor entrenador, usted sabe lo importante que es poder contar con un buen cuerpo técnico como el que me ha acompañado siempre. Y todas aquellas personas dentro de nuestro club que se sienten identificadas con nuestro proyecto y que día a día enriquecen nuestro trabajo”.

“Y, por supuesto, nada de esto hubiera sido posible sin la determinación y la confianza de Miguel Ángel Gil, Enrique Cerezo y del resto de dirigentes que hoy nos acompañan y nos sostienen. Luis, mi filosofía sobre las cuatro patas sigue más fuerte que nunca, porque gracias a todos ellos hoy estamos acá”.

“Querido y eterno Luis, los valores de personas como usted, y los de tantas otras que nos ha legado este club, son los que cada día nos mueven para seguir compitiendo y dando todo de nuestra parte. Sé que el Atleti fue tu vida y tú sabes que el Atleti también es la mía, por eso no quería que este momento pasara desapercibido, porque sé que hoy sólo tú puedes comprenderme”.

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