

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
"Ustedes ocúpense de llegar entre los tres primeros para las diez fechas finales que del resto me encargo yo." El presidente del club, por entonces en la segunda de España, fue claro ante su plantel. Al jugador argentino que me recuerda ese episodio no lo sorprende nada el escándalo de partidos arreglados que estalló la semana pasada en el fútbol de España. Los acusados, por supuesto, desmienten todo, pero las escuchas telefónicas filtradas a la prensa no dejan lugar a dudas.
Iñaki Badiola (presidente de Real Sociedad): "¿Recibiste dinero por dejarte perder? ¿Sí o no? ¿Recibiste 7000 euros por el partido Málaga-Tenerife?".
Jesuli (ex jugador de Tenerife): "Yo si te digo sincero... no recuerdo, pero vamos... poco porque yo no fui. Me jodió mucho recoger ese dinero".
Badiola: "¿5000, 7000 euros?".
Jesuli: "Sí, por ahí, si no son 7000, son 6000 euros".
Badiola dice en otro tramo: "Y la segunda división es horrible, Jesuli. La segunda es un verdadero infierno... Creo que todo se compra y todo se vende y eso no es justo". Al diario El Mundo , que destapó la olla, Badiola le dijo este domingo que "el fútbol está absolutamente podrido".
La conversación con Jesuli se refiere al partido que Tenerife perdió el 15 de junio pasado 2-1 ante Málaga, que así subió a primera, en detrimento de Real Sociedad. Hubo una primera grabación filtrada a la prensa sobre otra compra de partido de Málaga (1-0 a Sevilla Atlético). La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) la desestimó porque el supuesto sobornador, Lorenzo Sanz, no ejercía puesto directivo dentro del Málaga. Claro, Lorenzo Sanz, un ex presidente nada menos que de Real Madrid, había comprado las acciones del Málaga dos años antes y se las cedió a su hijo, Fernando, aún hoy presidente del club. La RFEF no pudo seguir haciéndose la distraída. Y derivó esta segunda grabación a la justicia ordinaria. Angel María Villar, presidente de la RFEF, no se imaginó que sólo 48 horas después saltaría una tercera grabación en la que él aparece salpicado.
Hablan allí el presidente y el capitán de Levante, Julio Romero e Iñaki Descarga, tras el partido que dejaron ganar 2-0 a Athletic, el ex club de Villar, que así se salvó del descenso, el 17 de junio de 2007.
Dice Descarga: "Porque esto lo saben arriba, en la Federación. Lo sabían ya, ¿no?".
Responde Romero: "Nos hemos encargado de que Villar lo sepa".
Villar lleva veinte años en el cargo. Antes de su última reelección, el gobierno español amagó este año con intervenir la RFEF, porque Villar se negaba a acatar una nueva normativa. Saltó entonces su amigo Joseph Blatter, presidente de la FIFA: "Si el gobierno español sigue interfiriendo... sería muy duro, pero yo tardaría seis horas en decidir la exclusión de España, que no podría jugar la Eurocopa ni los clubes españoles seguir en la Champions y en la UEFA". El gobierno frenó su ofensiva, España ganó la Eurocopa, Barcelona juega y es candidato a ganar la Champions y Villar, por supuesto, fue reelegido para un sexto mandato en la RFEF.
El último fin de semana el escándalo se trasladó a Brasil. Un día antes del partido que San Pablo precisaba igualar al menos ante Goiás para coronarse campeón, la propia Federación Paulista de Fútbol (FPF) elevó a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) una denuncia sobre un supuesto intento de soborno al árbitro de ese cotejo, Wagner Tardelli. Las informaciones aún son contradictorias. Porque se habla de dos boletos que San Pablo habría enviado a Tardelli para que pudiera asistir al recital de Madonna, en el estadio Morumbí. No suena muy serio. Por eso hay otra versión que habla de dinero. La CBF corrió a Tardelli de ese partido, que San Pablo ganó 1-0 con un gol en offside. En realidad, muchos creen que todo es una trampa tendida por la propia CBF al poder de San Pablo, en medio también de una puja con Río de Janeiro por los estadios que serán designados sedes del Mundial de 2014, que se jugará en Brasil. La prensa recordó que sólo tres años atrás la CBF debió hacer jugar nuevamente once partidos del campeonato 2005, luego de que el árbitro Edilson Pereira de Carvalho confesó que hizo trampas en todos esos juegos, a razón de 7000 dólares por cada uno de ellos, para favorecer a apostadores clandestinos. Los aficionados de Brasil, el único país cinco veces campeón mundial, despotrican hoy contra su fútbol corrupto.
Este año quedó libre en Alemania Robert Hoyzer, el árbitro también condenado por arreglar partidos en combinación con apostadores croatas radicados en Berlín, a razón de 70.000 euros por cotejo. También en 2008, como se citó en esta columna unos meses atrás, apareció el libro The Fix (El Arreglo), del periodista canadiense Declan Hill, sobre compras de partidos en Asia pero también en Ligas europeas y hasta en el propio Mundial de la FIFA de 2006. Y en Italia siguieron este año los juicios contra Luciano Moggi, ex peso pesado de Juventus, "monje negro" del calcio . No conforme con las 417 llamadas diarias que recibía en sus diez teléfonos celulares, Moggi regaló a sus árbitros amigos celulares suizos para evitar que sus arreglos pudieran ser registrados por la justicia. Le escucharon igualmente 5000 llamadas, 300 de las cuales sirvieron para montar la nueva acusación. Cuando Marcello Lippi, DT de Juventus en los tiempos de Moggi y actual de la selección italiana, visitó este año una cárcel en Roma para hablar ante los presos del Mundial que ganó en Alemania 2006, uno de los detenidos le preguntó dos veces: "Lippi, ¿cuántos scudettos robó la Juve?".
Los arreglos de partidos, se sabe, no son nuevos. En la Argentina hay denuncias que datan de 1910. Y el entonces presidente de la AFA, Ernesto Malbec, pedía en 1934 "acabar con esta sospecha terrible del soborno a los árbitros y a los jugadores". El fútbol argentino puede ir este fin de semana a un nuevo triangular que defina el título, igual que en 1968, cuando el árbitro Guillermo Nimo, luego recontratado por el establishment del fútbol para hacer de bufón en la TV, fue echado por ignorar un claro penal del defensor Luis Gallo, de Vélez, en un partido contra River. En el medio, corrió mucha agua bajo el puente. El fútbol argentino casi "legitimó" la incentivación, es decir, el pago para ganar ofrecido por un tercero interesado. "¡Si es para ganar!", se justifican quienes aceptan esos pagos.
Pero acordar un empate no es jugar para ganar. ¿Cómo olvidar, entre otros, las distintas versiones de los célebres empates River-Argentinos en definiciones no muy lejanas? El último intento oficial de soborno data sin embargo de 1972. Como un año antes lo había hecho Juan Carlos Yuliano, de Temperley, que denunció a Nueva Chicago, en el 72 fue Alfredo Ortiz, de Ferro, quien rechazó el delito y acusó a Banfield. ¿Acaso no hubo más intentos de soborno en el fútbol argentino en los últimos 36 años? ¿Han estallado denuncias en los campeonatos más importantes del mundo y no hay corrupción en el argentino? Difícil de creer, más aún cuando algunos aceptan hablar pero a cambio de anonimato, como el jugador citado al inicio, que no se sorprende por lo que ocurre estos días en España. En el fútbol argentino, el poder es más monopólico. La ley de la omertá rige más que en la propia Italia. Los pasillos hablan de árbitros amigos, clubes protegidos y favores que se devuelven. Pero nadie saca los pies del plato.
Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.