

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
SAN PABLO.– El avión que trajo de regreso al seleccionado brasileño desde Asunción, tras la victoria ante Paraguay 2 a 0, por las eliminatorias sudamericanas, aterrizó en el aeropuerto de Guarulhos, en esta ciudad, cuando la fría noche le daba paso a una mañana gris, típica de otoño. En silencio, con semblantes que mezclaban alivio y algo de cansancio, jugadores y cuerpo técnico se subieron rápidamente a los colectivos que los esperaban para dirigirse a un hotel de la capital paulista, donde por fin podrían descansar con la Copa América a la vista.
Camino al hotel, Marquinhos y Neymar sonríen cómplices mientras comparten la pantalla del celular del crack surgido en Santos. Durante la mañana, apenas las salidas del mediocampista Everton Ribeiro y del arquero Weverton rompen la calma. Ambos tuvieron que abandonar momentáneamente la concentración para sumarse a sus equipos, Flamengo y Palmeiras, respectivamente, con los cuales afrontarán compromisos por la Copa de Brasil en las próximas horas.
Los demás esperan con tranquilidad la lista de convocados para la Copa América, que comenzará el próximo domingo. Saben que no habrá sorpresas. Horas después, se conoció que la única alteración fue el ingreso de Thiago Silva en lugar de Rodrigo Caio, algo que ya era esperado.
La tranquilidad en la delegación se muestra acorde con la de un equipo que viene de una doble jornada de eliminatorias exitosa, una más. El viernes pasado, en Porto Alegre, superó sin inconvenientes a Ecuador, por 2 a 0; y en Paraguay tampoco sufrió para conseguir los tres puntos, por el mismo resultado, ante la albirroja de Eduardo Berizzo, con goles de Neymar y Lucas Paquetá. Sigue con puntaje perfecto, seis triunfos en seis partidos, y ya se saben en Qatar, en 2022.
Sin embargo, la armonía que parece haberse apoderado súbitamente de la delegación verdeamarela, está en las antípodas de la tensión que vivieron los futbolistas y el cuerpo técnico desde el pasado lunes 31 de mayo, cuando Brasil fue anunciado como país sede de la Copa América, tras las renuncias de los organizadores originales, Argentina y Colombia. Al sentirse “traicionados” por Rogerio Caboclo, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), quien no les avisó ni les consultó sobre la sorpresiva determinación, el seleccionado comenzó a discutir la posibilidad de no disputar el certamen subcontinental.
Además de las formas utilizadas para traer la Copa América al país, los jugadores decían estar agotados tras una temporada muy exigente, y pretendían, con la ayuda de las otras delegaciones participantes, boicotear la competencia. “Queremos hablar, pero no queremos desviar nuestro foco; el Mundial es importante para nosotros, y la victoria de hoy es importante, porque es parte del Mundial”, dijo Casemiro, tras el triunfo ante Ecuador, del último viernes. “En el momento oportuno vamos a hablar y después será de cada uno juzgarnos por eso”, agregó el capitán del seleccionado, rompiendo el silencio.
El “momento oportuno”, según había revelado el técnico, Tite, horas antes, llegaría después del partido contra Paraguay. En medio del fuego cruzado con la delegación, Caboclo, presidente de la CBF, fue apartado de su cargo por 30 días, para responder a la denuncia por abuso sexual y moral presentada por una empleada de la entidad. La salida intempestiva del dirigente le permitió a la cúpula de la CBF, comandada de forma interina por el veterano Coronel Nunes, de 82 años, sentarse a negociar con los jugadores, que estaban en pie de guerra. La posibilidad del “boicot” pareció derrumbarse, contando con la complicidad de delegaciones como la Argentina, que el último domingo confirmó su presencia en la Copa América.
Por esos motivos, el manifiesto que jugadores y cuerpo técnico de la selección brasileña harían público tras el partido ante Paraguay se fue suavizando con el correr de las horas. “Somos un grupo unido, pero tenemos ideas diferentes. Por diversas razones, estamos insatisfechos con las formas empleadas por Conmebol para conducir la Copa América”, decía el trecho más destacable de la esperada nota publicada por los jugadores que, en todas sus líneas, evitó salpicarse con cuestiones políticas y sorteó todo tipo de polémicas.
Por su parte, Marquinhos, capitán en Asunción, habló tras el partido e hizo referencia a la situación vivida. “¿Quién dijo que no queríamos jugar la Copa América? Hay que tener cuidado con lo que se dice, porque después nosotros somos juzgados. Vestir la camiseta de la selección brasileña es un sueño de cualquier chico, es mi mayor orgullo. Nunca dijimos que no queríamos jugar”, sostuvo en conferencia de prensa el defensor de París Saint-Germain.
Cuando llegó su momento, Tite se expresó en la misma línea, evitando conflictos, aunque confesó las rispideces. “No soy un hipócrita ni un alienado, sé que están pasando cosas. Pero también sé qué es lo que debo priorizar. Mi prioridad es el trabajo y la dignidad con la que cumplo mi función”, dijo el DT del seleccionado brasileño, evitando referirse a los rumores de su continuidad y sus divergencias con Caboclo.
Cerca de las 480.000 muertes y con más de 17.000.000 de casos confirmados de Covid-19 en el país, los brasileños parecen no tener demasiados motivos para celebrar la llegada de la Copa América. Incluso, la Corte Suprema discutirá, en sesión extraordinaria, si el certamen subcontinental será disputado o no en el país, tras el pedido presentado por la jurista Carmen Lúcia y debido a la crisis sanitaria. El veredicto saldrá recién el viernes, pero todo parece indicar que la corte no pondrá ningún palo en la rueda del torneo.
Con respecto a la selección de Brasil, que ahora respira aires más leves, cabe destacar que su excursión a Paraguay no fue completa. A pesar de haber sumado los tres puntos que lo dejan cómodo en la punta de las eliminatorias, la delegación regresó sin haberse aplicado la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19, como estaba previsto. A pesar que la inmunización no es obligatoria para participar de la Copa América, la CBF pretendía aprovechar las vacunas ofrecidas por Conmebol. Sin embargo, el Ministerio de Salud brasileño no autorizó la importación del cargamento con la segunda dosis de las vacunas, lo que imposibilita que se complete el proceso.
El próximo domingo, sin vacunas pero con la confianza por las nubes, y dejando atrás los conflictos, Brasil hará su debut en la Copa América; será ante Venezuela, en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia. Una nueva oportunidad de brillar para neutralizar el eco.
Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.