Cómo vivió la final Coudet, que insultó al árbitro, se cruzó con Segura y terminó con un corte en la nariz

CÓRDOBA.- "Acá no hay ningún loquito, hay un entrenador". Eduardo "Chacho" Coudet parece buscar la calma que perdió hace un rato, cuando, fuera de sí, increpó a la terna arbitral liderada por Diego Ceballos. Tiene sangre en la nariz y el maxilar inferior más adelantado que el superior, lo que le provoca un claro gesto de bronca aún sin digerir. Todo tiene un porqué: acaba de perder la final de la Copa Argentina ante Boca (2-0) en un partido que estuvo envuelto en la polémica. "Nos vamos con amargas sensaciones por lo que todos vieron que ocurrió en la televisión", aclaró el DT de Rosario Central, que vivió una noche de furia. Insultos, gritos, aplusos irónicos, nuevamente insultos y hasta un cruce con Luis Segura, presidente de AFA. Un repaso por los gestos del Chacho.

El detonante y la expulsión

Hasta los 37 minutos del primer tiempo, Coudet vivió el partido fiel a su estilo: con intensidad, indicaciones, nerviosismos y cierta tranquilidad. Pero en ese instante todo cambió. Centro al área, cabezazo de Marco Ruben y gol anulado por posición adelantada de Marcelo Larrondo, que participa en la acción. Ahí comenzó el show del DT. Primero, con cara de incertidumbre, le preguntó al cuarto árbitro "¿qué cobró?". Luego, al ver que Ceballos avaló la decisión de su asistente, explotó y fue expulsado. "Leeme los labios, sos un hijo de puta", le dijo al referí antes de abandonar el campo de juego. "No niego la protesta, pero en otros bancos, cuando se protesta, no pasa nada", cuestionó tras el encuentro.

Desde la tribuna, un penal que no fue

El entrenador canalla tuvo que seguir el partido desde un palco del Mario Alberto Kempes. Con un handy, se comunicaba con Ariel Garcé, su asistente, quien ocupó su lugar en el campo de juego. Tras el primer gol de Boca, que llegó a través de un penal que no fue (Peruzzi recibió la infracción fuera del área), el rostro de Coudet hablaba por sí solo.

El regreso con aplausos

Sobre el final del partido, Boca extendió la ventaja con un gol de Chávez en posición adelantada y el defensor de Central Javier Pinola vio la tarjeta roja por doble amonestación. Coudet, que ya había regresado al campo de juego y se había parado junto al banco de suplentes, aplaudió con ironía a Ceballos y hasta discutió con la Policía, que lo intentaba sacar de la cancha.

Furia y sangre; Arruabarrena y Segura

Cuando Ceballos marcó el final del partido, el DT, al igual que varios jugadores e integrantes del cuerpo técnico, fue a increpar a los referís del partido. Discusiones y forcejeo que terminaron con la Policía intercediendo y con un Coudet lastimado en la nariz. "El árbitro me reconoció que se equivocó", aseguró.

Luego, antes de hablar con la transmisión oficial, tuvo un frío saludo con Arruabarrena, quien cortó su entrevista para hacerlo y que había consolado minutos antes a los jugadores canallas que se habían roto en llanto.

Para terminar, el Chacho protagonizó una charla con Luis Segura, presidente de AFA, quien llegó a Córdoba para presenciar la final y entregar el trofeo. "Tuve un cruce de palabras con él. Uno, desde el dolor de haber perdido una final, busca explicaciones. Hablé con él y a lo mejor utilizó otras palabras respecto de lo que pasó", confió el entrenador, quien en conferencia de prensa señaló que Ceballos le reconoció que se equivocó.

El dirigente, en tanto, dejó una llamativa frase: "Vine a la final por respeto a Boca y Central, el árbitro tuvo errores, puede pasar. Pero siempre el que gana festeja y el que pierde termina enojado...la verdad es que nunca más voy a venir a ver una final entre dos equipos argentinos".

jp/ph

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