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Brotes verdes: ventas récord de los clubes, con el guiño de la devaluación
En este verano, los 26 clubes de la Superliga vendieron futbolistas por casi 110 millones de dólares. Es la cifra más alta de los últimos diez años, e implica un crecimiento del 50% en relación a 2018 (US$73 millones), que tenía el récord de facturación en la última década. La devaluación del peso, la imposibilidad de actualizar los contratos de algunos futbolistas extranjeros y la inflación global del mercado de transferencias son algunas de las causas que explican el fenómeno. Según los especialistas, la tendencia se mantendrá durante la temporada. Y en la segunda ventana de pases del año (junio-agosto) los récords volverán a romperse.
"Estaba claro que por el tipo de cambio, mercados como el mexicano iban a comprar jugadores argentinos. Además, a los clubes de acá las ventas en dólares les sirven más: como sus costos son en pesos, con la misma cantidad de dólares solucionan más problemas", explica Mariano Elizondo , presidente de la Superliga. En este mercado estival, México es responsable de la segunda mejor venta: Maximiliano Meza dejó Independiente para jugar por Monterrey a cambio de US$14 millones netos para los Rojos, más otros dos millones de dólares en función de distintos objetivos deportivos. Además, otro club azteca (Toluca) le compró a Independiente el pase de su máximo goleador y segundo máximo artillero de la Superliga: Emmanuel Gigliotti . El Puma dejó Avellaneda a cambio de 2,86 millones de dólares netos. Su tesorería tuvo un ingreso extra proveniente del mercado interno, ya que Vélez le pagó US$250 mil por la cesión del delantero Leandro Fernández.
La mejor venta del verano, sin embargo, le corresponde a Boca. Y el mercado comprador no es el mexicano, sino una de las ligas top de Europa: la alemana. Borussia Dortmund, líder del torneo, apostó por el potencial de Leonardo Balerdi , un defensor central con un puñado de partidos en la primera xeneize. A los 20 años, el zaguero pasó a ser compañero de Marco Reus y Mario Götze. Los alemanes invirtieron 15,7 millones de euros brutos en el pase del juvenil. Descontados los impuestos, el porcentaje del futbolista y hecha la conversión, en Boca quedarán US$12,9 millones netos. La venta de Balerdi se explica por la voracidad europea en comprar futuro. Desde hace un par de años a esta parte, Dortmund se dedica a bucear (el término es "hacer scouting") en todas las ligas del mundo buscando talento juvenil. Con suerte, el potencial del futbolista se concreta y los millones que invirtieron en Balerdi se transformarán en 50-70 con un pase a ligas más poderosas, como la inglesa. Es la cadena alimentaria del fútbol. Y así ocurrió con Christian Pulisic, vendido a Chelsea en 73 millones de dólares. Pulisic tiene la misma edad de Balerdi.
La venta-récord de Balerdi muestra otra tendencia: el talento juvenil se encareció. Hace un año y medio, Boca vendió a Facundo Colidio en 8 millones de dólares a Inter de Milán. El juvenil apenas tenía 17 años y era la joya de las inferiores xeneizes. Pero era delantero, el puesto, en promedio, más caro de todos. Balerdi, en cambio, es zaguero central. El precio pagado por los alemanes remite a otra venta récord de Boca: la de Walter Samuel, en el año 2000. Fue transferido a la Roma (Italia) por 17 millones de dólares. Ya era uno de los mejores zagueros del continente. Y acababa de ganar la Copa Libertadores. Si Dortmund compra futuro en Balerdi, Roma había comprado presente. En 19 años, el mercado cambió para siempre.
Pero no solo de los millones de Balerdi se nutrió la tesorería de Boca. En total, el club de la Ribera facturó US$34,03 millones "netos de gastos, participación de otros clubes y otras comisiones", según informaron fuentes de la institución. Con esa cifra, Boca se transformó en el club de la Superliga que más dinero recaudó en el verano récord. Y se incluyen los US$14,05 millones que ingresaron por el colombiano Wilmar Barrios –la venta neta más importante del mercado–, más las transferencias de Lisandro Magallán (US$5,4 millones), Pablo Pérez (US$1 millón entre préstamo y obligación de compra), Gino Peruzzi (US$400 mil), Leonardo Jara (US$120 mil de préstamo) y Walter Bou (US$160 mil de préstamo).
"La mejor recaudación también puede explicarse por la mejora económica de los clubes. Si no tienen necesidad de vender, el precio aumenta. En cambio, si están urgidos, venden al precio que ofrece el que compra. Ahora, al no tener necesidades, fijan ellos el monto", agrega Elizondo, el presidente de la Superliga. Un detalle: Balerdi emigró por una cifra aún mayor que su cláusula de rescisión, establecida en 10 millones de dólares. Barrios, en cambio, cambió el calor de La Boca por el frío polar de San Petersburgo por menos dinero que lo que establecía su contrato. En este caso, Boca planificaba que el colombiano emigrara cuando alguien se acercara a los 23 millones de euros brutos estipulados para su salida. Por eso se trajo a otro compatriota suyo (Jorman Campuzano), al que sacó de Colombia pagando su precio de salida.
Detrás de Balerdi, Barrios y Meza aparece quien fue considerado como el mejor jugador del continente en la última temporada: Gonzalo "Pity" Martínez . El exHuracán trasladó sus locuras a Atlanta United, de la MLS. River percibe US$10 millones netos, más 1,5 millones adicionales si se cumplen determinados objetivos deportivos. "La de Atlanta fue la única oferta concreta que recibimos", contestaron en las oficinas del Monumental ante la consulta sobre por qué lo transfirieron por menos dinero neto que su cláusula (15 millones de euros). Si se contemplan el 20% del pase en poder del jugador y la comisión de su representante, la cifra pagada por la MLS se acerca al valor de salida. Además del Pity, River también cedió a Jonatan Maidana a Toluca. Fuentes del club aseguraron que no hubo dinero de por medio, y que el defensor multicampeón emigró en reconocimiento a su trayectoria.
El quinto puesto del podio entre los mejores vendidos es de Lisandro Magallán. Para el exGimnasia, la segunda fue la vencida. Su nuevo club, Ajax de Holanda, ya había venido por él a mitad del año pasado. Al no poder reemplazarlo, Boca descartó su salida. Ahora, en cambio, aceptó la propuesta: 9 millones de euros brutos. Pero Gimnasia mantenía el 20% del pase, por lo que a Boca (descontados los impuestos, el porcentaje del jugador, la parte de los platenses y los derechos de formación) le quedaron 5,4 millones de dólares.
El sexto puesto en el ranking muestra la vigencia de Argentinos Juniors en los principales mercados importadores de futbolistas. El "semillero del mundo" –tal su eslogan– vendió el 90% del pase de Alexis MacAllister en 9 millones de dólares brutos al Brighton de la Premier League inglesa. Esta transferencia se suma a la de Nicolás González, a mediados de 2018, quien cambió la Paternal por Stuttgart (Alemania) en una cifra parecida a la de su excompañero MacAllister.
Los más caros, año por año
Este verano fue más productivo que el de 2018 por el precio promedio pagado por cada futbolista vendido: según el portal Transfermarkt.de, que compila toda la información anual del mercado del fútbol, entre diciembre del año pasado y febrero de este año la Superliga hizo 179 transacciones (se suman las del mercado interno con las del mercado externo), a un valor promedio de US$613 mil cada una.
Comparar los pases más importantes de los últimos diez veranos sirve para tener una idea de la mutación que sufrió el mercado y cómo cambiaron las tendencias: un año atrás, la noticia fue la venta de Ezequiel Barco, comprado por Atlanta United (mismo club del Pity Martínez) en 15 millones de euros brutos. El juvenil de Independiente acababa de consagrarse campeón de la Copa Sudamericana en el mítico Maracaná.
En 2017, la salida de Carlos Tevez rumbo a la montaña de dólares que le ofrecía el fútbol chino fue la mayor operación de ese verano: 11 millones de dólares. Un año antes, en enero de 2016, Jonathan Calleri acaparaba todas las portadas con su pase a…Deportivo Maldonado, el club uruguayo que, con dinero de inversores británicos, compró su pase a Boca en una cifra similar a la de Tevez. Un año antes, en el verano de 2015, la tapa era de Estudiantes de La Plata, que vendía a Joaquín Correa (hoy en Lazio) en 8,4 millones de euros brutos a Sampdoria, de Italia. En 2014, en cambio, apenas se destacó la salida de Lucas Mugni, de Colón de Santa Fe, a Flamengo, de Brasil, y por un millón de euros. En 2013 apareció Matías Fritzler con un pase récord: 2,6 millones de euros desde Lanús a Kasimpasa, de Turquía. En 2012, ese honor le perteneció a Belgrano de Córdoba, que transfirió a Franco Vázquez a Palermo, de Italia, por 4,5 millones de euros. Los veranos de 2010 y 2011 fueron de Lanús, el equipo que ganó millones: Eduardo Salvio se fue a Atlético de Madrid por 8 millones de euros en 2010. Un año después, Sebastián Blanco emigró a Metalist, de Ucrania, por 8,7 millones de la misma moneda. Hace una década, en 2009, el más caro del verano le correspondía a Jesús Dátolo, que pasaba de Boca a Nápoli, de Italia, por 8,3 millones de dólares.
Más allá de quebrar récords, la Superliga está lejos de ser la liga que mejor vende en el continente. Ese lugar de privilegio le corresponde al torneo brasileño. Este año, los integrantes de esa competencia percibieron US$126,5 millones en 421 transacciones (sumados el potente mercado interno y el externo). El valor global de las transferencias brasileñas supera en 14 millones de dólares a las de la liga argentina. Sin embargo, el promedio por transferencia es mejor el de la Superliga, algo que se explica por la gran cantidad de jugadores cedidos que tienen los clubes brasileños. "Tiene que ver con la salud de los clubes argentinos. Los brasileños están más fuertes y por eso sus futbolistas se venden a un precio mucho más alto", dice Mariano Elizondo, presidente de la Superliga. Un detalle: los sueldos del campeonato brasileño suelen ser, en promedio, mucho mejores que los del torneo argentino. Así, la misma propuesta de un club extranjero puede resultarle tentadora a un jugador de un club de la Superliga (que gana en pesos, una moneda que sufrió una fuerte devaluación en 2018), pero no moverle un pelo a un jugador de un club brasileño, que percibe su sueldo en reales.
Algo está claro: los clubes argentinos no se olvidarán de este verano. La depreciación del peso y la inflación del mercado fueron las causas fundamentales que contribuyeron a batir el récord de facturación de la década.
Prevén que la tendencia se repetirá entre junio y agosto
El dinero recaudado por transferencias por los clubes de la Superliga continuará en alza. Más allá de explicarse por cuestiones externas (el mercado del fútbol es inflacionario y hoy se paga más que antes, sobre todo a partir de la venta de Neymar a PSG), hay una razón histórica: en verano apenas se concreta el 30-40% de las ventas. Todo el resto del movimiento se deja para la parte más fuerte del mercado europeo, que abre en junio y termina en agosto.
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