Boca ya trabaja al ritmo de Diego Martínez: los que siguen y los que podrían emigrar

Y un día, comenzó la era de Diego Martínez en Boca. Después de una tensa negociación para desvincularse de Huracán, el técnico dirigió su primera práctica al frente del plantel azul y oro, que se reencontró en el Predio de Ezeiza después de 36 días de vacaciones.

El flamante DT, de 45 años, llegó poco después de las 6 de la mañana al predio de Ezeiza. Junto a sus ocho colaboradores arrancó con los preparativos vinculados con el inicio de la pretemporada. Ellos son Cristian Bardaro, Adrián González y Gustavo Rodríguez (ayudantes de campo), Juan Manuel Conte y Leandro Mazziotti (preparadores físicos), Pablo Campodónico (entrenador de arqueros), Omar Mateo (videoanalista) y Patricio Ciavarella (coaching y entrenador de arqueros).

El arribo de Campodónico provoca un efecto dominó en la que una pieza clave de los éxitos deportivos de Boca en los últimos años queda marginado del primer equipo. Fernando Gayoso, fundamental para potenciar como especialistas en atajar penales a Agustín Rossi y a Sergio Romero, ya no trabajará con el plantel profesional. Pero como su vínculo con el club finaliza en diciembre de este año, será reubicado. Una alternativa es que sea el coordinador de todos los entrenadores de arqueros de la institución.

El otro con apellido ilustre que ya no trabaja con la Primera es Pablo Santella, preparador físico e hijo de Julio, una eminencia en ese rol y fundamental en toda la era de Carlos Bianchi. Tanto él como Alejandro Blasco (que llegó a Boca con Miguel Ángel Russo y se quedó) también serán reubicados.

Si bien había trascendido que el entrenador sería presentado con una conferencia de prensa esta tarde, todo se reprogramó. Posiblemente ocurra mañana, aunque nadie en el club lo confirma.

Será, sin dudas, un momento muy especial. Sucede que de continuar con la lógica de que a los entrenadores y a los refuerzos les da la bienvenida el presidente, en ese encuentro con la prensa también se daría la primera aparición pública de Juan Román Riquelme desde que los socios lo consagraron como máxima autoridad de Boca. Sin amistosos de verano a la vista, el debut de Martínez se concretará el 28 de enero, cuando visite a Platense en Saavedra, en el inicio de la Copa de la Liga. Tres días más tarde saldrá por primera vez del túnel local de la Bombonera, para recibir a Sarmiento.

Por primera vez en la era Riquelme como dirigente, Boca tendrá un entrenador con dos años de contrato. También por primera vez, ese técnico tiene la posibilidad de iniciar su trabajo en condiciones ideales: planificar y ejecutar la pretemporada, evaluar qué futbolistas incorporar en el mercado de pases y debutar oficialmente en el inicio de un torneo.

Diego Martínez asume en el escenario deseado. No aterriza en una institución en donde toda la dirigencia es nueva y al campeonato solo le quedan 7 fechas (como le pasó a Miguel Ángel Russo en enero de 2020), ni será un piloto de tormentas que tendrá que adaptarse lo más rápido posible a un equipo que ya está compitiendo o en el cual no pudo ni realizar el trabajo previo a las exigencias de la temporada, ni pudo elegir los refuerzos, algo que padecieron Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y Jorge Almirón.

Estas primeras jornadas le servirán a Martínez para evaluar a sus dirigidos, considerar qué puestos tiene resueltos y cuáles precisa reforzar. Al mismo tiempo, deberá definir el futuro de varios jugadores. Por ejemplo, Bruno Valdés ya sabe que no será tenido en cuenta por el nuevo DT y negocia su salida. Libertad, de Paraguay, ya se mostró interesado en incorporar al zaguero guaraní.

En su reencuentro con el Mundo Boca (trabajó en sus divisiones inferiores hasta 2014, durante la etapa en donde el máximo responsable del semillero xeneize era Jorge Coqui Raffo), Martínez volvió a tener frente a frente a varios de sus pichones, ahora consolidados en la primera división.

Chicos como Valentín Barco, Agustín Obando, Equi Fernández, Luca Langoni y Vicente Taborda cuentan con esa ventaja inicial. A todos los conoce desde que hace una década tenía a cargo las categorías 2000 a 2004 y jugar en la Primera de Boca todavía estaba en esa cornisa que separa a los objetivos de los deseos. No todos llegan. También estuvieron bajo su órbita otros pibes que lograron afirmarse, pero que ya no están en el club, como el arquero Manuel Roffo (hoy en Instituto) y Alan Varela, vendido a Porto en el mercado de pases anterior.

Finalizados sus préstamos, ayer se presentaron en Boca Predio Gonzalo Maroni (San Lorenzo), Aaron Molinas (Tigre), Agustín Obando (Tigre), Maximiliano Zalazar (Platense) y Nazareno Solís (Patronato). Su continuidad en el club azul y oro dependerá de lo que decida al respecto el nuevo DT. De esas caras nuevas pudo saberse que Molinas y Obando serán tenidos en cuenta por Martínez, que ya dirigió a ambos en el Matador.

En relación a los refuerzos son días de mucho ruido y pocas nueces. En teoría, Cristian Lema está cerca. El defensor de 32 decidió no continuar en Lanús por cuestiones personales, no se presentó a la pretemporada que comenzó la semana pasada y negocia su salida. Ante este escenario, el Consejo de Fútbol de Boca contactó al jugador y avanzó en las negociaciones para que se sume al xeneize en condición de libre, una práctica frecuente desde que Riquelme maneja el Departamento de Fútbol xeneize.

La situación de Ever Banega es simple y compleja a la vez. Por un lado, el jugador quiere volver a jugar en Boca y en Boca Brandsen y en Boca Predio lo esperan con los brazos abiertos. El mediocampista fue titular el sábado pasado en el 1-0 de Al Shabab sobre Al Wahda, y por la manera en la que se fue ovacionado del campo hubo clima de despedida.

Ahora bien, en los papeles el jugador negocia por estos días su desvinculación, con la que tiene un contrato vigente hasta junio. Para darle la libertad de acción ahora, Al Shabab exige un resarcimiento económico cercano a los US$ 4.000.000, por lo que el operativo retorno está algo empantanado. Además, en las últimas horas Newell’s también se mostró interesado en repatriarlo, lo que sacudió más ese tablero.

Por último, hay un asunto de agenda que le impedirá a Martínez realizar la pretemporada con el plantel completo. La noticia, celebrada en Brandsen 805 y en Boca Predio, de que cinco futbolistas del club forman parte del seleccionado Sub 23 que afrontará el Preolímpico (del 20 de enero al 2 de febrero, en Venezuela) altera esos planes.

Javier Mascherano citó a Leandro Brey, Nicolás Valentini, Valentín Barco, Exequiel Equi Fernández y Cristian Medina, quienes solo podrán trabajar con sus compañeros del Xeneize dos semanas. Además, es un hecho que al menos cuatro de ellos se perderán las primeras fechas de la Copa de la Liga.

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