Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Boca y la ruleta del 5: el puesto de las mil pruebas de Sebastián Battaglia y de ningún convencimiento, por eso ya buscan un refuerzo para esa zona
El entrenador, que dejó de tener como prioridad a Pol Fernández para esa posición, probó con otros cuatro volantes centrales: Rolón, Varela, Campuzano y Equi Fernández (hoy a préstamo en Tigre)
- 6 minutos de lectura'
Siete partidos y medio. Eso fue lo que duró la apuesta de Pol Fernández como volante central. De ser el mejor refuerzo que recuperaba Juan Román Riquelme en su gestión como dirigente de Boca y ser el nuevo Enzo Pérez y que ahora ya no convenza como 5 a un DT que se formó como 5 pero que hizo su gran carrera sin un número en la espalda, sino con la especialidad de “equilibrista”. El puesto de mediocampista táctico es un buen ejemplo de la confusión futbolística por la que atraviesa Sebastián Battaglia. Boca, como equipo, está tan en carrera en la Copa de la Liga y la Copa Libertadores como –al mismo tiempo- al límite de poder quedar afuera en ambas en el corto plazo.
En la práctica de este jueves, Battaglia ubicó como volante central a Alan Varela. En realidad, la apuesta de Pol Fernández en ese rol había tenido su punto final a los 18 minutos del segundo tiempo ante Corinthians el martes, cuando el entrenador dispuso el ingreso de Varela por Juan Ramírez. Allí, en el esquema 4-1-4-1 que mantuvo desde el inicio, Pol Fernández se corrió como interior izquierdo y Varela se ubicó como tapón: Salvio, Oscar Romero, Pol Fernández y Zeballos; y Benedetto de 9. Fue la movida final para alcanzar un empate que finalizó en caída por 2-0 en Brasil.
El caso Pol Fernández también es icónico porque marca el ejemplo de la convivencia entre el Consejo de Fútbol y el cuerpo técnico encabezado por Battaglia: desde adentro del club se comentó por lo bajo que la “sugerencia” de poner a Pol Fernández de 5 había sido del costado jugadorista de los dirigentes. No tiene nada de malo que así haya sido. Si en el Consejo de Fútbol están Riquelme, Cascini, Bermúdez y Delgado, ¿por qué no podrían hablar de fútbol con Battaglia? Lo poco que duró la apuesta puede avalar esa dirección, pero lo que sucede en el actual ciclo del técnico es que no dura Pol Fernández en su nuevo rol ni… ningún 5. En un puesto que él se formó desde chiquito en las inferiores xeneizes y que conoce bastante, como los laderos que suelen acompañarlo como “interiores”, el Boca de Battaglia no logra poner un punto de apoyo ni siquiera en esa posición.
Las deudas futbolísticas crecen, por más que en Brasil haya jugado un segundo tiempo más normal a lo que marca la historia xeneize. Pero el problema es que sigue en deuda y, por lo general, los mayores esfuerzos que hace el Boca de Battaglia no alcanzan para competir como debería, de piso, el Boca de Battaglia. El equipo sufre en la Copa de la Liga y en la Copa Libertadores. Busca el gol con arrestos individuales, no por funcionamiento.
Cinco N° 5; ningún 5
“Su 5 siempre fue Campuzano”, fue una de las frases que se escucharon por el predio de Ezeiza no bien asumió Battaglia, aunque al principio no pudo contar con el colombiano en plenitud. Hoy la misma fuente aporta: “Campuzano ya no corre como 5 y ni siquiera lo piensa como alternativa por la derecha”, como lo usó en algunos partidos ingresando desde el banco. Pero por esa posición, además de Campuzano y Pol Fernández, pasaron Esteban Rolón, Alan Varela y hasta Equi Fernández, en los famosos partidos de “emergencia” ante Banfield (0-0) y San Lorenzo (0-2). El juvenil hoy está en Tigre, a préstamo. Es titular y se desempeña de manera correcta bajo el mando de Diego Martínez; Boca incluso tiene la posibilidad de repesca en junio por una cláusula.
En septiembre de 2021, durante sus primeros entrenamientos como DT en reemplazo de Miguel Angel Russo, Battaglia tuvo la intención de poner a Campuzano en el debut del ciclo frente a Patronato (1-0). Sin embargo, un problema en el embarazo de su pareja lo alejó de los entrenamientos por unos días, perdiéndose de jugar desde el arranque los primeros tres compromisos, jugados en pocos días. Segundo, porque –luego de esa seguidilla- Battaglia tuvo su primera semana entera de entrenamientos y, viendo que las otras opciones no lo terminaron de convencer, le dio la titularidad a Campuzano.
Su primera apuesta en el triunfo ante Patronato fue Rolón. Cuando le ganó a Platense (3-1), los 90 minutos los disputó Varela. En el empate siguiente con Racing (0-0), el ex hombre de Huracán estuvo 70 minutos y fue reemplazado por Varela, ante la búsqueda del triunfo que no llegó. Y en Rosario, ante Central, Campuzano jugó hasta los 61 minutos por el condicionamiento que padeció al ganarse una amarilla temprano: el juvenil fue el que ocupó su lugar en la última media hora.
Más de 35 partidos después, las dudas no sólo no se disiparon, sino que se potenciaron, al punto de Battaglia haber recurrido a utilizar en esa posición neurálgica a un mediocampista que no cumplía ese rol de manera natural. Las preocupaciones van en línea con lo que ve el Consejo de Fútbol, que ya tiene apuntado a un volante central para que sea refuerzo en el próximo mercado de pases, independientemente de lo que pase con Equi Fernández. El nombre se mantiene bajo siete llaves, pero el 5 es un puesto a reforzar como prioridad para junio.
Para todo entrenador, el triángulo que pueden generar entre los dos centrales y el 5 pasa a ser la base de toda la estructura. Casi que los demás puestos pueden variar, pero el 2-6-5, sumados al 10-9 (entendiéndose por los eslabones del generador de juego y el goleador) deben no sólo rendir bien sino –al mismo tiempo- ser los transmisores de la idea o estilo del entrenador en el campo de juego. En Boca eso no se ve, más allá de las lesiones y suspensiones de Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo.
Tampoco logra sostener un sistema táctico madre: ante River y Corinthians apostó por el 4-1-4-1, pero en el medio Battaglia comentó que el enganche había llegado para quedarse, primero por la chance dada al juvenil Aaron Molinas; luego con la sorpresiva incorporación de Oscar Romero. Entonces, parecía que se instalaba el 4-3-1-2 glorioso de las épocas de Carlos Bianchi, pero tampoco tuvo continuidad. El 4-4-2 fue otro ensayo, con Medina y Ramírez abiertos. Ninguno fue punto de apoyo para sostener mejor las ideas que intenta plasmar.
La situación inestable de Battaglia no ayuda a consolidar un proyecto, pero lo cierto es que en los 40 partidos que lleva dirigidos el actual entrenador lo que cuesta no es ver resultados sino identidad, funcionamiento. Hasta el momento, esa es su principal derrota. Todavía está a tiempo de dar vuelta el partido, pero el fixture lo presiona para revertir una situación compleja que, sin un 5 táctico definido, todo se le hace más cuesta arriba.
Seguí leyendo
Otras noticias de Mundo Boca
Diez en tensión, cero fútbol. Boca, Huracán y un empate que festejó Vélez: de las peleas y la gran polémica sobre el final
Tensión en el Palacio. Peleas, discusiones, incidentes y polémicas: Huracán y Boca dieron un espectáculo lamentable
Mucha expectativa. En qué canal pasan Huracán vs. Boca, por la Liga Profesional 2024
Más leídas de Fútbol
Día, hora y TV. Cuándo juega Racing vs. Cruzeiro, por la final de la Copa Sudamericana 2024
Mucha expectativa. En qué canal pasan Huracán vs. Boca, por la Liga Profesional 2024
Enzo Fernández, en llamas. Asistencia, gol y un llamativo festejo del volante argentino de Chelsea: ¿a quién se lo dedicó?
Por la gloria. A qué hora juega Racing vs. Cruzeiro, por la final de la Copa Sudamericana 2024