Boca: las pruebas de Miguel Ángel Russo, con juveniles y regresos, con miras a un plantel más amplio para afrontar las etapas decisivas de la Copa Libertadores y el torneo local

Mientras Boca tiene la mente enfocada en dar el salto en la Copa Libertadores, Miguel Ángel Russo utilizó el partido que le quedaba por cumplir ante Patronato, por la Copa de la Liga Profesional, para observar a un equipo alternativo con varios juveniles que tiene en la mira, más la evaluación que haría sobre experimentados que regresaban, como Javier García, Marcos Rojo, Diego González y Jorman Campuzano. Como ya se conoce, algunos de los juveniles empiezan a consolidarse en el primer equipo (Capaldo, Medina, Varela y Almendra), mientras que otros le generan entusiasmo de cara a un futuro no muy lejano.

Clasificado a los cuartos de final de la competencia local, el resultado adverso en Paraná (0-1) termina siendo una anécdota en cuanto al futuro del equipo. El entrenador se dio el gusto de hacer debutar a dos chicos como titulares: el zaguero Renzo Giampaoli y el volante central Ezequiel Fernández. También estuvieron Capaldo y Obando, con más recorrido en primera.

Todo suma para sus crecimientos. Incluso, un encuentro en el que la obligación de ganar (aunque siempre firme en Boca) fue menor: el roce de la Primera y enfrentar a un equipo humilde –que quería darse una alegría– son cuestiones que sirven para empezar a hacer fuertes a los juveniles. Además, Russo tiene la necesidad de recuperar soldados de las primeras líneas y el contexto también fue ideal para realizarlo.

Así las cosas, el diestro Giampaoli se ubicó de primer central para que Marcos Rojo, que retornó tras sufrir Covid-19 y un desgarro, se posicionara en el perfil zurdo de la zaga. El chico de 21 años se desenvolvió con solvencia, activo en los momentos en los que el equipo no se encontró durante el primer tiempo: se impuso en las alturas a la hora de la difícil marca sobre el uruguayo Sosa Sánchez y también cortando cada pelota que apareció por su zona. Rojo, en tanto, se mostró correcto en la vuelta: hasta que el técnico decidió su salida en el primer cuarto de hora del segundo tiempo, no tuvo grandes peligros y jugó en buen estado físico ese período.

El triángulo lo completó Equi Fernández, jugando el primer tiempo como ‘5’ tapón, tal como al joven de 18 años le gusta. En el zurdo hay muchas expectativas y su primer paso estuvo correcto: mientras los internos Gonzalo Maroni (de 22, otro por el que volvió a apostar) y Campuzano (se recuperó del virus) estuvieron retenidos y no se revelaron –además de terminar un muy mal encuentro–, el nuevo volante siempre se mostró a disposición de la recepción de un pase. Obvio, tuvo algunos errores, algo normal.

En el segundo tiempo Russo los invirtió: el colombiano pasó de ‘5’ y Fernández fue a su derecha para intentar mejorar el volumen de juego, algo que consiguió en los primeros minutos. No obstante, Equi –como lo apodan– salió del campo para el ingreso de Diego González: el Pulpo fue otro de los que reapareció al recuperarse de una fuerte lesión en el tobillo. Claro está que nadie se lució ni le cambió la cara a Boca: en una formación tan mixta es difícil “encontrarse” en el campo.

Exequiel Zeballos (19) es una de las grandes promesas. Extremo por naturaleza, desde su debut de hace algunos meses que Russo opta por ponerlo sobre el costado derecho. Y si bien son auspiciosas algunas gambetas que lo caracterizan, se nota que su fútbol todavía no puede explotar. Más allá de eso, fue el que más intentó en Paraná. Porque hay limitaciones, claro. Del lado izquierdo volvió a estar presente Agustín Obando (22), que no parece adaptarse a otro perfil para su zurda.

Javier García tuvo una nueva chance en el arco de Boca, la segunda luego de haber atajado en marzo ante Claypole. En el primer tiempo despejó dos muy buenas pelotas, una vaselina a Arias y un remate cruzado a Gudiño. Nada pudo hacer ante el frentazo de Torres, a los 29 minutos de la parte final. Suma minutos el tercer arquero, necesario ante la situación de un Andrada que se mantiene en Ecuador por el positivo de los hisopados.

Es cierto, el resultado adverso (la primera derrota de la historia frente a Patronato) habrá dejado con bronca a más de uno. No obstante, para los más inexpertos también sirven los golpes, en este caso mínimo.

Por ejemplo, para Agustín Sández (20), el lateral izquierdo que debutó con Santos y ayer ingresó a los ocho minutos de la última mitad. O bien a Nicolás Valentini, el central zurdo de la misma edad que tuvo su estreno cuando reemplazó a Rojo: con los tres que se presentaron en Entre Ríos, el DT hizo debutar en esta etapa a nueve juveniles.

Santos será el paso clave que sigue el martes, por la Libertadores. Y Russo sabe que, más allá del mercado de pases de mitad de año, necesita abrir el abanico de opciones que tiene su actual plantel.

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