El superclásico no sólo se juega en la cancha: el partido de las negociaciones se inclina para el lado de Núñez

Se activó una alarma. En Boca, pero sobre todo para Fernando Gago. El técnico tiene que tomar el lápiz y tachar a dos apellidos que estaban entre sus elecciones para que llegaran, pero el Consejo de Fútbol no los tuvo en cuenta para este mercado. Los destinos, por supuesto, pueden ser muchos y ese no es el problema: las frustradas posibilidades tomaron trascendencia y el fastidio de los hinchas ya se palpa porque es River el que se entrometió y cerró esos deseos de “Pintita”.

Sin vueltas, la dirigencia de Jorge Brito y el mánager Enzo Francescoli agitaron el jueves con los acuerdos por Giuliano Galoppo y Matías Rojas. Dos volantes que, incluso antes del arribo de Gago a la dirección técnica xeneize, ya habían tenido conversaciones con Riquelme y compañía. Para el actual entrenador era importante contar con el paraguayo, que resultó ser vital cuando lo dirigió en Racing hasta mediados de 2023. ¿La gravedad? Había quedado en libertad de acción tras su paso por Inter Miami.

En el caso del ex mediocampista de Banfield, siempre trascendió que la dificultad para Boca no fue San Pablo, sino las trabas que puso el jugador hace meses y ahora, cuando el diálogo se retomó: con otro deseo –y mayor facilidad de River en las tratativas con los paulistas-, aceptó las condiciones y llega cedido al equipo de Marcelo Gallardo. El ex volante central lo proyectaba como el reemplazo de “Pol” Fernández.

No es la primera vez que la entidad millonaria le arrebata a su mayor rival la oportunidad de contratar ciertos nombres. En los recientes años ocurrió demasiado. ¿Es una cuestión de billetera? Ambos ganaron millones, pero River saca ventaja. ¿Se trata de una tendencia copera? Boca llegó a la final de la Copa Libertadores 2023, pero no se clasificó en 2024 y el camino de la edición 2025 lo iniciará desde el repechaje. ¿De afinidad con los responsables del fútbol? Muchos han sido los conflictos del Consejo, mientras que los riverplatenses empiezan a retomar el hermetismo de la primera era Gallardo: su figura como entrenador puede impactar más fuerte.

Para que Galoppo desembarque, muy importante es Enzo Díaz (que entrará en la operación). El lateral izquierdo fue pretendido en 2021 por Boca, que le pareció descabellado negociar con Talleres y se bajó: un año y medio después, Francescoli le dio el gusto a Martín Demichelis, por entonces nuevo técnico.

Elías Gómez (hoy campeón con Vélez) fue otro de los que quiso Boca en aquella época: ambos eran de los mejores N°3 del fútbol local. Argentinos solicitó un número altísimo para lo que ofrecía el Consejo y se cayó. En cambio, cuando apareció River como interesado (seis meses después), bajaron las condiciones y facilitaron la salida. Allí también se responde otro interrogante: el Muñeco potenció jugadores y los clubes prefirieron, evidentemente, aspirar a ganar dinero en el futuro con el traspaso.

Boca tenía casi cerrado a Adam Bareiro, pero el delantero y San Lorenzo prefirieron cerrar todo con el conjunto millonario para que el hincha no se enojara de más al verlo de azul y oro. Por Maximiliano Meza, Riquelme insistió una y otra vez, pero el volante ofensivo lo eludió por el compromiso con Monterrey y su dineral. En agosto, Gallardo lo llamó y enseguida se lo llevó sólo por U$S 2.000.000.

Lo de Facundo Colidio fue una sorpresa. Surgido en La Candela, no llegó a debutar cuando Daniel Angelici se lo vendió en 2017 a Inter, de Italia, por unos 8.000.000 de euros. A mediados de 2023, tras ser clave en Tigre, el retorno parecía un hecho, pero apareció River y el rafaelino les prometió que –si igualaban la oferta- los elegiría. Así fue. Además, un rumor indica que un juvenil boquense le aconsejó estar lejos del Consejo...

Un año antes, con Rodrigo Aliendro pasó lo mismo. En tiempos en los que era un gran valor para Colón, Boca y River hicieron el mismo ofrecimiento. Gallardo lo llamó y lo convenció de vestirse de blanco y rojo. Miguel Borja fue un permanente jugador buscado por el “Xeneize”. En la época de Angelici; en la de Riquelme vicepresidente segundo. Ninguno pudo, por estar bien en Palmeiras o querer mantenerse en Junior. A mediados de 2022, River abonó casi 7 millones de dólares y logró sacarlo de su confort barranquillero. También, es una cuestión de tener decisión dirigencial, sin peros.

O de anhelos de los jugadores, como pasó en 2021 con Alex Vigo. Ambos clubes lo buscaron al mismo tiempo por su gran rendimiento como lateral derecho de Colón, pero el entrerriano se puso firme públicamente. “Mi deseo es ir a River”, dijo y arribó.

Las pulseadas ganadas últimamente por Boca son escasas. La más emblemática es la de Marcos Rojo, época en la que Enzo Pérez lo mató a llamadas. Sin embargo, en este caso, los realizados por Riquelme alcanzaron para no cambiar su opinión: durante un corto tiempo, el volante -enojado- cortó relaciones con el zaguero. Otra es la de Fernando Zuqui, en 2016: el volante se destacó en Godoy Cruz y protagonizó una novela, principalmente porque su representante no aceptaba ciertos números ofrecidos por ambos. Cuando Boca amagó a bajarse, finalmente aceptó.

Julio Buffarini fue pensado por los dos de cara a la Libertadores 2018, por su experiencia de ganarla en 2014 con San Lorenzo y porque en San Pablo no estaba satisfecho. Eligió Boca, donde perdió la final en Madrid ante quien también lo pretendió.

Boca puede ganarle con Alan Velasco. El presidente xeneize es el que más comunicaciones tuvo con Dallas, de la MLS. Otra prioridad, el ex atacante de Independiente habría optado, en efecto, llegar al equipo de Gago: están cerrando los números con su club.

Otros no terminaron en ninguno de los dos. El más recordado es Walter Montoya, que hace ocho años, por su rendimiento descollante en Rosario Central, forjó el superclásico en el mercado de pases. Un día, cerca de River; al otro, de Boca. Evidentemente, en Sevilla se enteraron de la desesperación, aceleraron y, por supuesto, el chaqueño prefirió viajar.

Otro “jugueteo” ocurrió con Facundo Farías, cuando era la joya de Colón. “Me gustaría jugar en Boca”, se había atrevido a lanzar en medio de la novela, en 2021. No obstante, todo quedó en la nada. Siguió en Colón y, al tiempo, partió a Inter Miami. El reciente ejemplo es Valentín Gómez, el zaguero campeón del fútbol argentino. Riquelme llegó a ofertar por su ficha y Vélez la rechazó; River lo quiso, pero un inconveniente físico frenó todo hace meses. Sin embargo, Cruzeiro ya puso en la mesa varios millones de dólares (alrededor de diez) y sería su nuevo rumbo.

Boca-River, un superclásico que se juega en la cancha, últimamente se ve en las negociaciones y mayoritariamente las ganan en Núñez.

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