Boca: el gran logro de Juan Román Riquelme vs. la gestión de Daniel Angelici y por qué está desesperado por seguir ganando

Otra vuelta, Boca. El título de la Supercopa Argentina obtenida este miércoles ante Patronato, con una excelente goleada (3-0), resulta una estrella local más para el club, pero también para esta gestión, que acumula meritoriamente una cantidad de consagraciones inusual para un período de apenas tres años al mando. Se celebra en la gente, pero también internamente. En un 2023 que incluirá el acto eleccionario en diciembre, todo es valioso: está siendo tan exitoso el mandato que ya igualó el mismo número de trofeos que logró la presidencia de Daniel Angelici en ocho años.

Más allá de que la Copa Libertadores es la gran obsesión y un objetivo que Juan Román Riquelme supo elevar muy por encima de los torneos locales años previos a convertirse en directivo, el actual vicepresidente segundo se dio cuenta –una vez en las oficinas del club- de que todo logro, por más nacional que fuere, se convierte en un caballo de batalla para conseguir el porcentaje que espera para seguir en la institución hasta fines de 2027.

Ya son seis títulos en casi tres años. La gestión inició en diciembre de 2019, pero la primera posibilidad de ganar un campeonato se presentó el 7 de marzo de 2020. Boca lo consiguió: corriendo de atrás a River, el gol agónico de Carlos Tevez a Gimnasia lo hizo dueño de la Superliga 2019/2020. Luego del parate por el coronavirus, continuaron las alegrías con la Copa Diego Maradona 2020, la Copa Argentina 2021 y en 2022 obtuvo la Copa de la Liga y la Liga Profesional. Hasta la reciente celebración en Santiago del Estero.

Boca compitió en 14 certámenes durante ese período, pero si se dejan de lado las Libertadores no quedan dudas de que es el dueño del fútbol local: entre liga, copas, Trofeo de Campeones y Supercopa, se jugaron once y se quedó con más de la mitad. Misma cantidad que consiguió Angelici, también plagado de logros domésticos: de fines de 2011 al cierre de 2019, la entidad de la Ribera alcanzó Copa Argentina (2012 y 2015), Superliga (2016/2017 y 2017/2018), Campeonato 2015 y Supercopa 2019.

Los goles de Benedetto ante Patronato

Incluso, Angelici precisó un entrenador más que Jorge Ameal-Riquelme: mientras que el exenganche designó hasta aquí tres técnicos (Miguel Angel Russo, Sebastián Battaglia y Hugo Ibarra se reparten dos trofeos cada uno), el anterior ciclo tuvo las manos de Julio César Falcioni, Rodolfo Arruabarrena (dos títulos), Guillermo Barros Schelotto –también dos- y Gustavo Alfaro, elegido por Nicolás Burdisso, el director deportivo en la última temporada. Con el plus de que en 2013 y 2014 se quedó con las manos vacías, entre otras cosas, por el flojísimo pasar de Carlos Bianchi.

Diferentes son los momentos actuales. O, mejor dicho, iguales, pero con la diferencia (grande) de conseguirlo en menos tiempo y no dejar dudas de la supremacía azul y oro en el fútbol argentino. Ahora bien, lo que sí parece apreciarse distinto es la visión de Riquelme acerca de las consagraciones de hace unos años con respecto a las que le corresponden a su gestión.

Es que siempre estará latente su frase de 2015: “La Copa Libertadores vale como diez campeonatos argentinos. Ganar un torneo local con Boca es importante, pero si querés demostrar que sos bueno, tenés que ganar la Libertadores. Si estás tres o cuatro años en el club algún campeonato o Copa Argentina vas a ganar”.

Además, en días en los que River preparaba su viaje al Mundial de Clubes por ganar la edición continental de ese año, agregó: “Todos los hinchas teníamos la ilusión de ir a Japón. Nos prometieron que íbamos nosotros, pero va nuestro rival”. La referencia iba a la promesa de campaña del por entonces presidente, que les había advertido a los socios que tuvieran el pasaporte al día para viajar tras la conquista de una Libertadores que nunca llegó. Sí es cierto que, desde su asunción, Riquelme no se comprometió a ese nivel: “Ganarla es un sueño, pero no le podemos prometer nada al hincha. Solamente que el equipo va a competir para tratar de alcanzarla”.

La cuestión es que en sus palabras se notaba cierto desprecio a los objetivos locales. Obvio, él fue protagonista como jugador de la época dorada a la que aspira retornar la institución xeneize en algún momento y, más allá de sus diferencias con Angelici, seguramente opinó con esas grandes ilusiones. Sin embargo, ahora le toca estar (cercano) a ese lugar y empieza a tomar conciencia del valor de ganar. Sobre todo, si es mucho y seguido. Por más que ni se asome al trofeo que todos los hinchas –incluido él- anhelan.

Así es como año tras año les fue dando un valor supremo al que le daba tiempo atrás. Tanto que hasta ha reclamado –de manera justa- por finales locales que las organizaciones le debían (y siguen debiendo en algunos casos). ¿Para qué? Seguir acrecentando la cantidad de títulos nacionales y hacerse más fuerte de cara a las elecciones del próximo diciembre. “Ganamos más títulos que nadie en estos dos años” se enorgulleció a finales de 2021, pero ironizó: “Nos resulta un poquito extraño que no tengamos tantas finales como otros, por más que hayamos ganado tanto”.

Con el tiempo fue repitiendo la importancia de ganar: “El club está bien: hace dos años estamos compitiendo de maravillas. Somos el equipo que más y mejor compite. Venimos ganando campeonatos, estamos muy contentos”. “En estos tres años hemos ganado muchos títulos y queremos seguir así. En 2022 Boca ganó los dos torneos. Es decir que, claramente, fue el mejor equipo del fútbol argentino. Los jugadores compitieron al máximo y han sido los mejores. Eso se agradece”, los reconoció hace algunas semanas, antes del título reciente ante Patronato. Y deseó: “Este año tenemos la ilusión de que podamos dar pelea en el torneo largo y nuevamente ganarlo”.

Incluso, le dio suma importancia a los títulos locales cuando aludió al trasfondo político por los futuros comicios en las horas en las que la fiscal Celsa Ramírez exigió la clausura de la tercera tribuna sur, hace algunas semanas: “Va a ser un año muy divertido. Hemos tenido la suerte de ganar cinco títulos en tres años (antes de la Supercopa), esperemos ganar uno más en este 2023 para que el hincha festeje. ¿Si sigo convencido de que vamos a ganar la elección 85 a 15? No, la voy a ganar 95 a 5″.

Juan Román Riquelme parece estar por demás conforme con esta (¿primera?) gestión como vicepresidente y líder del Consejo de Fútbol. Más allá de que esperará que en su plantel haya jugadores “buenos” para ganar la Libertadores, ser el mejor del país empezó a complacerlo a diferencia del pasado. Ya no vale sólo lo internacional. Vale todo.

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