Independiente venció a Barracas con un gol del chico Tomás Pozzo y consiguió el alivio que necesitaba antes de debutar por la Sudamericana

Si hay gol de Tomás Pozzo, hay triunfo de Independiente

El juvenil que había marcado en la última victoria del Rojo anotó el 1 a 0 Barracas Central con que los dirigidos por Eduardo Domínguez volvieron a ganar luego de seis partidos.

Si hay gol de Tomás Pozzo, lo más probable es que gane Independiente. Así sucedió en la segunda fecha, frente a Arsenal, y también este viernes, por la octava y contra Barracas Central en la cancha de Huracán, donde el Rojo consiguió una victoria tras seis partidos sin ganar. El equipo dirigido por Eduardo Domínguez acumula ahora 10 puntos en la zona 2 de la Copa de la Liga Profesional, a 4 de los líderes Estudiantes y Boca y a 2 de Tigre, el cuarto y hasta ahora el último de los que se clasificarán para los cuartos de final.

Con Sebastián Sosa volviendo al arco tras su convocatoria a la selección uruguaya, Independiente se paró como protagonista principal y puso mucha gente en campo ajeno para presionar y robar rápido el balón. Combinando por la izquierda llegaron buenos intentos desde afuera de Lucas Rodríguez, Gastón Togni y Andrés Roa.

Barracas tuvo una chance con un centro que encontró a Bruno Sepúlveda anticipando a Sosa, pero el delantero definió demasiado arriba. Fue la más clara del partido para el club debutante en esta temporada en la primera A. Porque cuando a los 28 minutos Neri Bandiera convirtió, estaba fuera de juego; hubo una breve verificación mediante el VAR, sólo para confirmar que el fallo de Pablo Echavarría había sido correcto. Señales de que Barracas ya incomodaba al Rojo, con el despliegue y los desbordes de Pablo Mouche por el sector izquierdo. Uno de ellos se transformó en un centro para que Dylan Glaby cabeceara solo ante Sosa, pero apenas desviado por el segundo palo.

Compacto de Barracas Central 0 vs. Independiente 1

A los 37, sin embargo, llegó Independiente y anotó por medio de Juan Manuel Insaurralde, pero también ese tanto fue anulado, por posición adelantada de Togni, a quien le había rebotado la pelota antes de quedarle al zaguero. La oportunidad más clara del visitante fue un cabezazo de Leandro Benegas que milagrosamente resolvió el arquero Maximiliano Gagliardo, sólo porque el balón fue hacia donde él estaba parado.

En el segundo tiempo Independiente retomó el protagonismo central. En una mala salida de Barracas, Lucas Romero habilitó a Pozzo y éste puso el 1-0 en el Ducó con el segundo gol de su carrera. Llamativamente, de sus ocho partidos por la Copa de la Liga el Rojo consiguió triunfos únicamente cuando anotó el chico de 21 años. Dos tantos de Pozzo, dos victorias.

A Barracas Central, por su parte, se le interrumpió una primavera que vivía con el entrenador Alfredo Berti desde que dejó su cargo Rodolfo De Paoli, que se marchó tras las derrotas a manos de Central Cordoba, Lanús, Tigre y Colón. Con el ex mediocampista de Newell’s y Boca al mando se habían dado todas alegrías y siempre blandiendo reacción, para dar vuelta los resultados ante Aldosivi, Rosario Central y Sarmiento.

Pero esta vez ganó Independiente, y sintió cierto alivio. Los seis partidos sin ganar ya habían sido suficientes como para preocupar a su nuevo entrenador, incluido el 1-1 con Central Norte, de Salta, por Copa Argentina, en una llave que terminó ganando en los penales. El Rojo llegó urgido a Parque Patricios, porque la racha adversa incluía la reciente derrota como local en el clásico frente a Racing. Ante Barracas, rival en crecimiento pero aun accesible para un equipo grande, el Rojo necesitaba ganar sí o sí y lo hizo, cuando comenzaba a ver como un salvavidas su inminente debut por la Copa Sudamericana, contra Ceará, de Brasil (este martes).

A 19 años de su última conquista local (torneo Apertura 2002) y sin afinarse en el plano doméstico, Independiente vuelve a sentirse tironeado por la necesidad, y el campo internacional es siempre un atractivo atajo. En ese contexto disimular la sequía doméstica, celebrando en 2010 y 2017 con la Sudamericana y en 2018 con la Suruga Bank. El éxito sobre Barracas Central reduce la presión, pero no aclara del todo el panorama local.

De todos modos, el internacional será un atractivo importante. El choque con Ceará pasará a ser prioritario, si bien aparenta ser accesible el grupo G, que además tiene a La Guaira, de Venezuela, y General Caballero, de Paraguay. El Rojo no puede fallar en Avellaneda ni en las excursiones al exterior, porque pasará a los octavos de final solamente el primero de cada zona.

Por lo pronto, viajará el lunes a Brasil habiendo aligerado su carga, justo a tiempo. Comenzará su nuevo periplo internacional sabiendo que le queda todavía la carta local por jugar.

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