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Lanús venció como visitante a Banfield 2 a 1 y desató la fiesta granate en el Sur
Con goles de Aguirre, de penal, y Melano, el equipo de los Barros Schelotto se quedó con el clásico; descontó Asenjo; ambos equipos terminaron con 9 jugadores, por las expulsiones de Vittor y Noir en el Taladro, y Benítez y Acosta en el visitante
No hay celebraciones que generen más orgullo que las de ganar un clásico. Y mucho más si es de barrio. El placer es superior, porque la identidad está en juego y el que sale fortalecido puede vivir con el pecho inflado y el ánimo arriba..., al menos hasta el próximo partido. Fue inteligente y oportunista Lanús. Así, de visitante, derrotó 2-1 a Banfield, que muy lejos estuvo de lo que mostró en sus últimas presentaciones.
Al principio, Lanús se vio superado por la presión de su adversario en la mitad de la cancha; no podía tener la pelota y sufría cerca de su arco, pero alcanzó con un envío entre líneas para que Lautaro Acosta desequilibrara a la desatenta defensa local. Así obligó a Sergio Vittor a que le cometiera penal y, con ello, la apertura del marcador con la certera ejecución de Nicolás Aguirre. Encima, el defensor se fue expulsado por la falta como último hombre.
Iban 23 minutos y comenzó otro partido. Todo se desequilibró y se aceleró. Los granates esperaron el embate alocado de Banfield y aprovecharon, de contraataque, los espacios que empezó a ofrecer el local. Todo ello entre fricciones y brusquedades que desvirtuaron el juego, habiendo más expulsiones, por lo que ambos equipos concluyeron con nueve jugadores. Ricardo Noir y Junior Benítez se agredieron antes de finalizar la primera etapa y, en la segunda, Acosta opacó todo lo bueno que había hecho con dos amonestaciones innecesarias que lo llevaron a bañarse antes de tiempo, además de comprometer un éxito que parecía casi seguro para su equipo.
Lanús aumentó la ventaja por medio de Lucas Melano, a los 18 del segundo tiempo, y pudo haber señalado algún otro gol si no hubiera sido por la tarea del arquero Bologna. Mientras, Banfield llegó al descuento merced a su amor propio y a la definición del recién ingresado Mauricio Asenjo, a los 24 minutos, pero no tuvieron resto para concretar la igualdad.
El despliegue incansable de jugadores como Bertolo y Cuero, ayudando con retrocesos constantes por las bandas era contagioso para el resto del equipo y para la gente. El apoyo de más 26 mil simpatizantes alimentó las esperanzas del Taladro. Tanto público fue que obligó a que fuera habilitado un sector de la tribuna cabecera norte, la que en otros tiempos ocupaban los visitantes. Desplegaron banderas para darle color al tradicional enfrentamiento. Además, soltaron globos verdes y blancos y lanzaron, desde fuera del estadio, fuegos artificiales, como muestra de lo que se anhelaba como una tarde alegre.
Una fiesta que no tuvo final feliz, por el sinsabor de la derrota y las renovadas dudas acerca del juego que el conjunto pretendió desplegar. Más allá de la entrega, dio la impresión de haber dado un paso atrás con respecto al crecimiento que venía demostrando en los últimos cinco triunfos consecutivos -cuatro por el campeonato y uno por la Copa Argentina-. Reaparecieron los fantasmas del comienzo del torneo, con un ataque alocado y sin precisión, más las desatenciones en la defensa.
Por el contrario, Lanús, que terminó con un desenfrenado festejo de sus jugadores en el campo de juego, sin la presencia de su estandarte en el medio campo, Matías Fritzler (lesionado), logró reponerse de las dos derrotas seguidas que arrastraba y continuó la celebración en su propio estadio al regreso del plantel, con una ruidosa y nutrida concurrencia de simpatizantes. En ese otro festejo Laucha Acosta, bandera de por medio, fue el líder. Hasta Guillermo Barros Schelotto se tomó un recreo y se sumó a la locura de la celebración en lugar de imaginar cómo rearmar el equipo para jugar con Boca el domingo próximo. Se entiende, los clásico son algo tan grande que siempre dejan marca. Y salir bien parado es un muy buen motivo para disfrutar y olvidarse de todo.
El gol de Aguirre
El gol de Melano
El gol de Asenjo
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