Bajo la lupa: el futuro de Edgardo Bauza es la primera misión de "Chiqui" Tapia y sus aliados

“No habrá decisiones drásticas en las primeras 48 horas de gobierno”. La frase aplica a la nueva gestión de Claudio Tapia y proviene de uno de sus hombres de confianza. El destinatario principal es Edgardo Bauza y su cuerpo técnico, sometido a examen después de las últimas actuaciones del seleccionado nacional. El DT ya sabe que los nuevos administradores del fútbol argentino quieren sentarse a charlar con él en las próximas horas. Y también sabe que, a su manera, le marcarán la cancha. Puede, incluso, que la lupa alcance al desempeño de alguno de sus colaboradores. Por ahora, el Patón mantiene la confianza de quienes no lo eligieron y lo heredaron: “Es el técnico y hay que respaldarlo”, dijo Tapia, minutos después de haber sido elegido como nuevo presidente de la AFA .

La reunión entre los dirigentes y el DT no tiene fecha. Hoy mismo, la agenda de Tapia luce recargada: reunión de comité ejecutivo por la mañana y primera conferencia de prensa en el edificio de la AFA en la calle Viamonte. En el transcurso del día, Tapia y sus aliados deberán definir todos los cargos del organigrama, incluidas las presidencias de las diferentes comisiones, como la de selecciones, en la que Marcelo Tinelli debería dejar su cargo de director porque no integra el nuevo comité ejecutivo; a lo sumo, podrá ser secretario.

Tapia asumió con una certeza: llamar a la unidad. Gracias a ese estilo de conducción –aglutinar clubes debajo de un mensaje común–, en tres años consiguió lo que parecía reservado para los clubes más importantes del país: la presidencia de la AFA. En sus primeras palabras habló de “refundar entre todos” el fútbol argentino”. Y añadió: “Pedimos la oportunidad de demostrarles que entre todos podemos hacer un fútbol mejor”. Hasta último momento, Tapia y sus aliados intentaron que River y San Lorenzo, los dos equipos grandes que más distantes se mostraron a su candidatura, se unieran a la nueva AFA. A Matías Lammens le ofrecieron varias veces regresar al edificio de la calle Viamonte. El presidente del Ciclón se negó. Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, se transformó en los últimos días en un activista del voto en blanco.

Tapia aprendió de Hugo Moyano los secretos del gremialismo. Habla pausado. Mira para todos lados. Escucha. Sabe que de nada sirve poner un pie en la AFA y reventar de un hondazo todo lo que existe. Está claro que su gestión imprimirá todos los cambios que sean necesarios (“Vamos a hacer otro escudo, más moderno”, se entusiasman cerca del nuevo presidente), pero ninguno será sin evaluaciones previas. Ni siquiera el del entrenador. Es más, cerca de Tapia razonaron que la del DT “no es una cuestión prioritaria”. En estos días, la nueva AFA estará abocada a los trámites burocráticos de la transición de mando. Y a asegurarse de que todos los empleados de la Casa del Fútbol cobren sus sueldos de marzo en tiempo y forma.

La nueva AFA de Tapia y los suyos dio una muestra gratis con la Asamblea de ayer en el predio de Ezeiza. Los votos de la elección se contaron a viva voz delante de un representante de la FIFA. La cancha de futsal lució especialmente decorada para la ocasión, con arreglos florales y un salón VIP que incluyó una barra de cerveza helada, gentileza de uno de los auspiciantes del seleccionado nacional. No hubo estridencias, y los primeros aplausos para “Tapia presidente” se escucharon cuando Javier Medin (vicepresidente del Comité de Regularización y el hombre encargado de contar los votos) confirmó el voto válido número 28. Quedaban por contarse otros 15, pero en el ambiente se filtró un estruendoso aplauso. Todos sabían que Tapia había ganado. Fue 40 votos contra 3 en blanco, dos de ellos, de River y Colón.

Cuando terminó el conteo, el flamante presidente de la AFA se volteó a su izquierda y saludó a su suegro, Hugo Moyano, quien lo acompañará desde la vicepresidencia segunda. Luego giró hacia el otro lado y se saludó con otro vicepresidente, Daniel Angelici. Le siguieron abrazos y saludos con dirigentes y allegados. Un grupo de simpatizantes gritó por Tapia desde afuera de la cancha de futsal. Luego del traspaso de mando, su primera decisión fue llamar a todos los integrantes del comité ejecutivo para que lo acompañaran en el estrado. Tapia entiende a la perfección el concepto de “equipo” y quiere demostrarlo desde el principio.

La alegría del final contrastó con la ansiedad del mediodía, cuando los más cercanos a Tapia transmitían sus nervios. La Conmebol tardó para enviar el documento con la aprobación a las pruebas de idoneidad de Tapia, Angelici, Moyano y Guillermo Raed (vicepresidente tercero). La luz verde llegó a menos de tres horas para la ceremonia.

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