Arsenal le ganó en los penales a Liverpool y levantó la Community Shield: las atajadas del argentino Emiliano Martínez y los goles de Aubameyang, claves

El gol en el área rival y la seguridad en la propia. Con esas dos virtudes y dos nombres propios, el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang y el argentino Emiliano Martínez, Arsenal venció por penales a Liverpool (5-4, luego de igualar 1-1) y consiguió el trofeo de la Community Shield, que se pone en juego antes del comienzo de la temporada en el fútbol inglés entre el ganador de la FA Cup y el monarca de la Premier League.

Fueron dos partidos en uno, pero en ambos Arsenal apostó al contragolpe. En el primer tiempo, Liverpool lo presionó bien alto, con el colmillo afilado y oliendo sangre cada vez que los londinenses elegían salir desde abajo con la pelota dominada. Hubo dudas en la última línea de los dirigidos por Mikel Arteta y el campeón de la Premier redobló la presión. Pero, en la maniobra siguiente a Arsenal le salió lo que había practicado: Liverpool cayó en la trampa y, tras un par de triangulaciones perfectas, un cambio de frente del joven Bukayo Saka dejó a Aubameyang mano a mano con Neco Williams, que es un lateral con vocación ofensiva.

El gabonés hizo lo que mejor sabe: miró el arco, abrió su pie y colocó la pelota en el palo más lejano de Arsenal. Ese gol fue la mejor acción colectiva de Arsenal en el partido.

Liverpool, que tuvo a algunos habituales suplentes desde el inicio, no cambió nada. Mantuvo el esquema y siguió presionando bien arriba. Pudo armar un par de jugadas, sobre todo porque los londinenses se replegaron en el campo. En ambas, Sadio Mané quedó solo frente al argentino Martínez.

El arquero formado en Independiente resolvió bien en ambos casos. Primero, esperando el remate del senegalés. Y luego, ahogándolo para que no pudiera definir. Martínez, además, se mostró seguro cada vez que le tocó intervenir. No dio un solo rebote y transmitió seguridad a sus compañeros. Nada mal para un arquero predestinado a jugar solo la FA Cup que terminó ganándola y que, en virtud de eso, hoy relegó al alemán Bernd Leno, ya repuesto de su lesión de rodilla.

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El retraso en la cancha de Arsenal, sumado a la rotación de sus futbolistas, expuso a Martínez a los ataques de Liverpool, que ganó en profundidad con el ingreso del japonés Takumi Minamino. Justamente el ex futbolista de Salzburgo fue el encargado de igualar el marcador. Arsenal no pudo despejar una pelota en su área y, luego de una combinación con el egipcio Mohamed Salah, Minamino definió casi en el área chica.

El partido se fue a los penales. El título se definió desde los doce pasos. En la espera, Martínez revisó la lección una y otra vez: en un cuaderno estaban anotados los lugares preferidos de los jugadores rivales a la hora de patear penales. Nada de tabletas ni computadoras. Papeles en colores.

De los diez futbolistas que patearon se equivocó uno que estaba en observación: el joven Rhian Brewster, pretendido por varios clubes de la Premier (entre ellos el Leeds de Marcelo Bielsa) estrelló su remate en el travesaño. Martínez le había adivinado la intención. Aubameyang, el autor del gol decisivo para los Gunners, fue derecho a abrazarse con el arquero argentino. Como en la FA Cup, esa sociedad futbolística parece acostumbrarse a los festejos.

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