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Argentina vs. Colombia: los hechos que alimentaron una rivalidad insospechada
De aquel 0-5 del Monumental a los penales en los que Dibu Martínez desencajó a los pateadores, la construcción de un antagonismo cada vez más marcado
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MIAMI (enviado especial).- Esporádicos aguaceros desestabilizan el clima caluroso de Miami, mientras la selección se prepara para otra final, la cuarta de lo que se encamina a ser el período más exitoso de su historia. Hay en el aire una sensación de que esta vez –a diferencia de lo que ocurrió ante Perú- no habrá una abrumadora mayoría de hinchas albicelestes en el Hard Rock Stadium, este domingo, cuando defina la Copa América contra Colombia. Aquí hay una enorme comunidad de colombianos llegados de a montones en las migraciones a partir de los años 80 (según el Migration Policy Institute, el 35 por ciento de los colombianos que se fueron a Estados Unidos residen en la Florida). Y lo que se percibe es que la selección cafetera lo toma como la gran oportunidad de sus vidas, y también como una suerte de desquite de la última edición y aquella dolorosa eliminación en Brasilia.
Hubo una época en la que en Colombia se reverenciaba al fútbol argentino. Algo que venía de antaño, de aquel éxodo de profesionales a tierras cafeteras tras la huelga de profesionales de 1948 y que se extendió por varios años. El adelantado fue Adolfo Pedernera, y luego lo siguieron otras estrellas como Pipo Rossi y nada menos que Alfredo Di Stéfano. En Colombia el fútbol profesional era incipiente, pero pagaba mejor que en Argentina. Allí nació un vínculo que años más tarde reforzaría Carlos Bilardo, primer técnico en llevar a un equipo colombiano a la final de la Copa Libertadores, en 1977 (perdió frente al Boca de Toto Lorenzo). Ya en los 80, el poderoso América de Cali idolatró a argentinos como Falcioni, Ischia o Gareca.
Hubo un primer cimbronazo en la relación con el 0-5 del Monumental. Aquella obra maestra de Pacho Maturana que hundió a la selección de Alfio Basile el 5 de septiembre de 1993 y despertó una catarata de flagelaciones nacionales: de la tapa negra de la revista El Gráfico a la aparición televisiva de José Sanfilippo y la recriminación en vivo y en directo a Sergio Goycochea, con Bernardo Neustadt de anfitrión. La humillante lección de fútbol y goles disparó burlas e ironías durante muchos años, aunque en Argentina se reconoció a aquella como una generación de futbolistas admirable, la de Higuita, Valderrama, Rincón y Asprilla, entre otros.
En 2001 se produjo un quiebre, más allá de lo futbolístico. Colombia era la encargada de organizar la Copa América, pero la violencia estaba a la orden del día. Los atentados eran algo común y la cotidianeidad estaba inundada de terror. Aun así, y frente a las dudas de Conmebol, se garantizó la realización del certamen. “Vamos a cambiar las bombas por goles”, dijo el presidente Andrés Pastrana.
Argentina, sin embargo, amparada en amenazas que había recibido el consulado en Bogotá, decidió no participar. Lo hizo oficial dos días antes del comienzo. El pedido de Conmebol a Julio Grondona no encontró eco y, de último momento, Honduras fue invitada para cubrir el lugar vacante. El desaire provocó un repudio de la sociedad colombiana, que acusó a los argentinos de falta de empatía y apoyo. Colombia sumaría su única estrella en este certamen, luego de vencer a México en la final.
Pero el verdadero quiebre se produjo 20 años después. Las semifinales de la Copa América 2021 detonaron lo impensado: el encumbramiento de Dibu Martínez como héroe de los argentinos y de enemigo público para los colombianos. La afrenta del arquero contra algunos de los pateadores rivales en la definición por penales fue materia de irritación. Yerry Mina y Miguel Borja fueron los apuntados por Dibu, que patentó entre tanta bravata la frase que se hizo remera: “Mirá que te como, hermano” dirigida al defensor. Atajó tres penales y la historia gloriosa comenzaría para los de Scaloni.
Hubo dos factores detrás de aquella situación. La primera, el enfrentamiento meses antes en Barranquilla, por eliminatorias, cuando Mina lesionó a Dibu, que fue reemplazado en el primer tiempo por Marchesín. La segunda, en los cuartos de final, Colombia eliminó por penales a Uruguay; Mina y Borja realizaron bailecitos después de convertir sus disparos, algo que no cayó bien en los futbolistas argentinos, lo interpretaron como burlas hacia los uruguayos.
Dibu y Mina hicieron las paces posteriormente, antes de un duelo de Premier League en el que se cruzaron en el túnel; hubo abrazo y todo quedó bien. Sin embargo, después de Francia (y todo lo que pasó en la final en Qatar), Colombia es el país que más detesta al arquero argentino.
Mientras muchos odian al Dibu por lo que le hizo a Yerry Mina, Mina y el Dibu se reconcilian con un abrazo.
— LineaDe4Tv (@LineaD4Tv) February 25, 2023
✅Todo se quedó en la cancha#DibuMartinez #yerrymina pic.twitter.com/lZw8TxodUu
Pero ha pasado tiempo y ahora está fresco el grotesco de la semifinal entre Colombia y Uruguay. Se sabe la afinidad que hay entre futbolistas argentinos y uruguayos, empezando por la gran amistad que une a Messi con Luis Suárez, protagonista de un duro cruce con Borja tras el final del partido. ¿Habrá sido este nuevo capítulo combustible para un duelo tenso?
La última vez que Argentina y Colombia se cruzaron fue en Córdoba, a principios de 2022, en las eliminatorias para el Mundial de Qatar. El triunfo por 1 a 0 de los de Scaloni, con gol de Lautaro Martínez, tiene hoy un significado muy especial: fue la última vez que los cafeteros, por entonces conducidos por Reinaldo Rueda, perdieron un partido. Desde entonces, encadenaron una serie de 28 encuentros sin caer.