Anish Kanabar, el coleccionista que pagó 450 mil dólares por una camiseta de Messi y no piensa venderla por nada del mundo: “Ojalá pueda quedármela para siempre”

“No pienso venderla salvo que realmente necesite el dinero. Ojalá me la pueda quedar para siempre”, es el deseo de Anish Kanabar, cuyo nombre completo no dice mucho sobre el objeto en cuestión, pero sí su pasión por el fútbol y principalmente por Lionel Messi, que lo llevó a comprar en una subasta la camiseta que el crack argentino se sacó y ofrendó a la multitud tras convertir su gol número 500 con el FC Barcelona, aquella tarde noche del 23 de abril de 2017 ante Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Dicha prenda tuvo dos paradas previas en el recorrido hasta llegar a ser propiedad de este canadiense de 24 años, oriundo de Winnipeg pero actual residente en Chicago. Messi, luego de aquel triunfo agónico por 3-2 ante Real Madrid y de una nueva marca histórica para sus ya asombrosas estadísticas, cambió la camiseta con un jugador del Merengue que la mantuvo en secreto durante cinco años, hasta que un empresario argentino y el mayor coleccionista de cromos y memorabilia de Leo Messi, Damián Olivera Bergallo, se cruzó con la posibilidad de adquirirla e invirtió en ella para luego subastarla durante una semana a través del sitio Goldin. Kanabar vio allí una gran oportunidad de agrandar su colección y principalmente su relación con la historia del más popular de los deportes. Por eso no dudó en desembolsar 450 mil dólares, una cifra hasta ese momento nunca antes pagada por una camiseta de fútbol, sólo superada-y ampliamente- por los casi 9 millones de dólares con que se pagaron por la camiseta que Diego Maradona usó ante Inglaterra en el Mundial del 86.

“Llega a mi colección… ESA camiseta que sostuvo Leo después de decidir el clásico con su gol 500. No puedo creerlo. Es el más sagrado de los santos griales”, fue el post en su cuenta de Instagram @anishfutbol que tuvo rebote en todo el mundo. Por cuestiones administrativas y logísticas, cuenta que la tendrá en sus manos a finales del verano estadounidense. ¿Pero cómo este estudiante de Ciencias de la Computación llegó a reunir semejante capital para invertirlo en su colección personal? Cuenta que hace unos diez años, aun en la secundaria, comenzó a comprar y vender objetos.

Su afición fue creciendo a medida que tomaba más impulso el negocio del coleccionismo y la memorabilia deportiva. Dicho de otra forma, se dio cuenta de que se podía hacer mucho dinero mediante una actividad que nucleaba su afición al fútbol y a sus ídolos. Casualmente, dos de ellos, argentinos. “Me gusta el fútbol, lo jugué durante un tiempo y empecé a coleccionar objetos de mis jugadores favoritos. De Messi, porque es una inspiración, y también de Diego Maradona. A ambos los admiro un montón y nunca vi otros jugadores como ellos”, explica Anish en video llamada con LA NACION.

El coleccionista asegura que no suele ver partidos del fútbol argentino pero sí algunos compactos que le alcanzan para estar al tanto de que “River tiene un gran equipo y que ha sacado jugadores top como Enzo Fernández”. A la que sí sigue bastante es a la selección argentina, con la que vibró en la última Copa América y empatizó con ese abrazo masivo que Leo Messi recibió de sus compañeros en el Maracaná apenas consumada la victoria ante Brasil. “Fue muy bueno verlo ganar con su Selección. Ahora quiero verlo ganar el Mundial, y creo que mucha gente en el mundo quiere verlo levantar esa copa”, se ilusiona el canadiense que entre otros tesoros posee una camiseta que Messi utilizó en un partido de Liga Española ante el Villarreal en 2009, un año fundamental para Leo y el Barcelona de Guardiola. También una joya de culto: la camiseta que usó Diego Maradona en aquel repechaje en que Argentina superó a Australia y logró clasificarse al Mundial de Estados Unidos. Es que Anish no sólo persigue la prenda en sí misma, también compra historia, como aquel aficionado a la música que aún compra los discos físicos para escucharlos y leer toda su ficha técnica. Y la historia que compró en ese caso es la que contó el mediocampista Robbie Slater, que tras el 1-1 en Sídney, el 31 de octubre de 1993, se estaba metiendo en el túnel y oyó que lo llamaba una mujer rubia. Era Claudia Villafañe llamándolo mediante señas a intercambiar camiseta con Diego, quien lo había señalado como el jugador destacado del rival aquella noche en Oceanía y madrugada en la Argentina.

Por el tamaño de ambos iconos para el fútbol mundial, Anish entiende a quienes les cuesta determinar quién fue mejor entre Maradona y Messi, aunque se anima a un análisis comparativo: “Es difícil determinarlo. Leo tuvo un periodo mucho más largo de éxito y siendo un jugador top, en mi vida vi un jugador como él, pero Diego ganó la Copa del Mundo. Entonces, yo creo que si Leo llega a ganar el Mundial ya no habrá más argumentos para discutirle su lugar como el mejor de la historia”.

En sus respuestas parece concluir que por una cuestión generacional, temporal y principalmente por poder verlo jugar en la actualidad, su mayor admiración es por el rosarino. “La verdad que soy hincha del equipo donde juegue Messi. Fui hincha del Barcelona por él y ahora quiero que gane el PSG por él. Con esto quiero decir que no importa el equipo donde juegue, soy hincha de Messi”, resumió Anish Kanabar, quien pagó una fortuna por una camiseta de Leo y anhela quedársela para toda la vida.

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