Alphonso Davies: sus padres escaparon de la guerra en Liberia, nació en un campo de refugiados en Ghana y hoy brilla en Bayern

Nació en un campo de refugiados en África y se convirtió en una estrella del fútbol mundial. La vida Alphonso Davies parece un guión cinematográfico de Hollywood. El joven de 19 años que hoy brilla en el lateral izquierdo de Bayern Múnich atravesó una dura infancia y adolescencia para poder llegar al lugar de privilegio que le toca ocupar. Todo su talento, en el que combina velocidad, potencia y precisión, lo forjó en un contexto más que difícil: sus padres escaparon de la guerra en Liberia, nació en Ghana y desde los cinco años vivió en Canadá.

Todo comenzó en el año 2000, cuando sus padres partieron de Liberia en medio de la segunda guerra civil, que duró poco más de cuatro años entre 1993 y 2003 y provocó el desplazamiento de unas 450 mil personas. Su padre, Debeah, y su madre, Victoria, debieron vivir en Buduburam, el campo de refugiados construido en Ghana en 1990 por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para las personas que huyeron de las guerras civiles.

Allí, el 2 de noviembre de 2000, nació Alphonso. Pero el insalubre y aterrador contexto en el que vivían obligó a su familia a buscar otro destino. "El panorama era temible. Tenías que saltar por encima de los cadáveres para ir a buscar comida", contó su madre, mientras que su padre fue más lejos: "Para sobrevivir, tenías que empuñar un arma y yo no estaba dispuesto".

El panorama en el campo de refugiados era temible. Tenías que saltar por encima de los cadáveres para ir a buscar comida

Cuando el pequeño Alphonso ya tenía cinco años, la familia Davies fue autorizada a emigrar a Canadá: primero se establecieron en Windsor (Ontario) y luego en Edmonton (Alberta), pero nada fue fácil. "Mi padre se levantaba a las cuatro de la mañana y mi madre trabajaba desde las 10 de la noche hasta las ocho de la mañana. Era duro, pero éramos felices", recuerda el actual futbolista de Bayern Múnich.

Su carrera como jugador de fútbol empezó en Canadá. Tras pasar por los equipos locales Edmonton Internationals y Edmonton Strikers, su talento y su velocidad llamó la atención de Vancouver Whitecaps de la MLS y en 2015 se incorporó a la academia de la franquicia.

"Después de los entrenamientos, volvía directamente a su casa para cambiar los pañales a su hermano y a su hermana, con apenas diez años, porque sus padres trabajaban y no tenían medios para pagar una niñera", recuerda su primer entrenador, Nick Huoseh, que se convirtió en su agente.

En enero de 2016, Davies realizó la pretemporada con el primer equipo y en febrero, con tan solo 15 años, firmó su contrato con Whitecaps FC 2 de la USL, donde debutó como profesional. Más tarde, en junio, hizo su presentación con los Vancouver Whitecaps en el Campeonato Canadiense con los Vancouver Whitecaps y para julio ya había firmado su contrato con los Whitecaps de la MLS, para transformarse en el tercer jugador más joven en ser contratado y el segundo debutante más joven de la historia de la liga estadounidense: se presentó con 15 años y 257 días.

Su madre, preocupada por una desilusión futura, dudó al principio de su proyección como jugador, pero terminó cediendo, aunque le hizo realizar una promesa. "Prometí ser un buen chico, mantener siempre los pies en el suelo y no olvidar nunca de dónde venía", recuerda Davies. "Entrás más rápido en el mundo de los adultos cuando tienes que preparar la comida a los más pequeños, mientras tus amigos están con los videojuegos".

En los últimos meses, durante la interrupción de las competiciones por la pandemia del coronavirus, el joven canadiense participó en una operación para reunir fondos para ACNUR. "Me apoyó durante mucho tiempo, ahora llegó el momento de devolvérselo", comentó el lateral izquierdo que en 2017 consiguió la ciudadanía canadiense y debutó en la selección a los 16 años, siendo el más joven de la historia en ser internacional en el país.

Hasan Salihamidzic, director deportivo de Bayern Múnich, que recorre el mundo en busca de posibles estrellas, se percató pronto de su talento y consiguió cerrar una gran operación para el club bávaro. Davies fue fichado a finales de 2018 por 11,5 millones de euros. Y, de repente, el joven se encontró a los 18 años entrenando con veteranos consagrados como Arjen Robben, su ídolo de infancia y también el de su padre.

"Era un honor inmenso, poder de repente jugar con él", admite. Dos años después, Robben ya está retirado y el valor de Davies está estimado en 45 millones de euros. "Ya no se puede imaginar al equipo sin él", constata Salihamdzic. Su explosión definitiva se dio en los primeros meses de esta temporada, cuando el técnico Hansi Flick tuvo la idea de reconvertirle desde labores más ofensivas a ser defensor lateral.

"Para nosotros es un seguro de vida, gracias a su velocidad", dice el entrenador. "Defensivamente es sólido y ofensivamente asume cada vez más responsabilidades", afima el DT. Por su parte, su compañero Thomas Müller lo apodó "Bip Bip", en alusión al correcaminos, el célebre dibujo animado que por su velocidad escapa siempre a las trampas del coyote.

Pero Davies se ve más bien en el papel de superhéroe, especialmente el de Black Panther. "Me corresponde más", subraya. Por el momento, su carrera está en el fútbol y en la Bundesliga, donde camina con paso firme con el Bayern hacia el título nacional. "La vida es demasiado corta como para perder el tiempo y enfadarse o estar triste", afirma sin perder la sonrisa.

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