Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Fue el jugador más buscado en los 90, salió tricampeón con River y tuvo un pelotero: la vida anti-lujos de “El Diablo” Monserrat
Radicado en su Córdoba natal, el exjugador se dedicó a emprender con un salón de fiestas, que debió cerrar en la pandemia; las conclusiones de su carrera marcada por los goles, las inversiones y la austeridad: “No podía ir a cazar en un BMW”
- 6 minutos de lectura'
Roberto Monserrat coronó su carrera con un título en Alumni de Córdoba. El reloj de un domingo de verano marcaba las 5 de la tarde y él, ante la posibilidad de que lo tienten con una nueva oferta para seguir jugando al fútbol, decidió viajar varios kilómetros en su auto para instalarse en su campo, apagó el celular y prefirió cerrar su carrera profesional que lo vio brillar en San Lorenzo, River, Racing y hasta le regaló un breve paso por la selección argentina.
“Desaparecí por cinco meses. Le avisé a mi familia que si necesitaba algo los iba a llamar”, explicó el “Diablo” a LA NACION, mientras apoya sus pies en la pileta de su casa ubicada en Córdoba capital y atraviesa, como todos, la ola de calor que azota al país.
Córdoba es su lugar en el mundo. De hecho, la adaptación a Buenos Aires siempre le resultó compleja. “Estaba en un hotel y no tenía otra cosa para hacer después de los entrenamientos. Te hace falta la compañía, saludar a la gente, hasta que a los seis meses me consiguieron un departamento. Fue ahí donde hice un click porque tuve que empezar a limpiar, lavar los platos y hacer algunas actividades domésticas. Nunca pude acostumbrarme a Buenos Aires: tenés que estar 1 o 2 horas viajando para ir a un lugar; en Córdoba, en 10 minutos estás donde querés”, relató el exfutbolista quien tuvo su primera experiencia en Capital al vestir la camiseta de San Lorenzo, club donde logró el campeonato local de 1995.
Con el hambre de progresar y dejar un nombre en el fútbol argentino, Monserrat recibió el llamado de Ramón Díaz, técnico de River, para sumarse al Millonario en 1996. A pesar de ese gesto, la relación con el riojano siempre estuvo a punto de resquebrajarse.
“Nadie de ese plantel se llevaba bien con Ramón Díaz. Uno por respeto lo saludaba y nada más. Él ni te hablaba, ni sabía si te dolía el pie y la cabeza. Ni con los médicos charlaba. Sé que ahora cambió rotundamente desde que se juntó con el hijo (Emiliano Díaz), que le hizo ver que en un plantel todos son iguales”, aclaró el Diablo, ganador de tres títulos con el club de Núñez e integrante de unos de los equipos más vistosos de la historia con figuras como Enzo Francescoli y Ariel Ortega.
Colón, Racing, Argentinos Juniors, Villa Dálmine y Racing de Córdoba completaron una trayectoria intachable. Sapo de otro pozo, conectado con sus raíces, Monserrat entendió que debía exprimir al máximo la carrera de futbolista. Una prueba de ello fue comprarse un terreno con su primer sueldo en Belgrano. “Se me dio por invertir y hoy en día estoy muy bien”, sostuvo.
El Lado B del “Diablo”: salones de fiesta y el día que vendió el BMW
De perfil bajo, Monserrat explica que da pocas notas a la prensa. Incluso, al asistir a algún partido de sus ex equipos, prefiere apartarse en una platea y pasar desapercibido. A la hora de ganarse la vida, decidió, durante 12 años, alquilar salones de fiesta donde él, junto a un socio, se encargaban de equiparlos con inflables, sonido, ploteo de vidrios, entre otros detalles que le daban un sello distintivo.
“Los salones de fiesta los mantuve durante 12 años y cerré con la pandemia. Aguanté cuatro meses pagando el alquiler como si hubiera estado trabajando, pero al ver que no se movía decidí cerrarlos para no clavarme. Pude guardar todos los juegos que al ser de hierro duran un largo tiempo; lo que sí, cada tanto pongo en marcha el motor para que no se oxiden”, manifestó el cordobés de 55 años que hoy en día “no trabaja”, tal como él mismo subrayó, y vive de la renta que le genera su campo en Santa Fe.
Sin esa fuente de ingreso, Monserrat recordó en retrospectiva el esfuerzo que hizo en el pasado y hoy en día cosechó al invertir. En el presente, el exjugador no vislumbra que los jugadores estén capacitados para ver más allá del día a día. “Por ahí estoy equivocado, pero el 90 por ciento de los jugadores son inútiles en hacer las cosas, tenés que estar muy bien preparado para mantener tu estilo de vida una vez que te retirás”, sentenció.
Y agregó: “Hoy vas a un club y se pelean para ver quién tiene el mejor auto. En su momento yo me di el lujo de comprarme un BMW en mi etapa en San Lorenzo. Lo tuve un año y sentí que no era para mí. Lo terminé vendiendo un día que volvimos de cazar con (Fernando) Galetto; el auto estaba lleno de tierra, yerba, suciedad. No podía ir a cazar con un BMW, así que decidí comprarme un auto más chico”.
Sin estridencias, el Diablo es el antónimo de lo ostentoso. “No soy de comprarme autos, ropa, hacer viajes a Miami, no soy de gastar. Es más, ahora tengo un auto tranqui (Nissan Tiida 2011) y me han dicho: ‘Che, te podés comprar otro’. Mi filosofía es que hasta que no se me rompa no lo voy a cambiar. Aparte no sabés lo que anda, me lleva a Buenos Aires, puedo circular por Córdoba…”, dijo.
“El único lujo que me quedó y hasta me da cosa mostrarlo es una cadena y un anillo de oro que me compré en un amistoso que jugamos con Belgrano en Bolivia en el año 1988. Es más, me compré hasta anillos de compromiso y me casé dos veces, me faltó comprarme un par más”, contó, entre risas, quien construyó su carrera a base de sacrificio y goles.
Sin compromisos y con total libertad, Monserrat explicó que aún continúa jugando dos veces a la semana al fútbol. La carrera profesional le inculcó mantenerse bien físicamente y, sobre todo, saber en qué gastar el dinero.
“Yo sabía que cuando jugás te entran 1000 pesos y cuando te retirás, solo 50. Si gano 100 mil pesos y el BMW mantenerlo sale 80… mejor sacatelo de encima y comprate un Fiat 600″, concluyó el Diablo, a modo de consejo. ¿Si ve fútbol? Actualmente mira cada tanto un partido de Primera División y disfruta juntarse con amigos a comer un asado, tomar algún aperitivo y disfrutar de los frutos que cosechó. Distinto dentro de la cancha, distinto fuera.
Seguí leyendo
"No puedo creer". La reacción de Paula Chaves ante las versiones de romance entre Pedro Alfonso y Flor Vigna
“Tenés una misión”. El insólito motivo por el que ingresó Romina Uhrig a la casa de Gran Hermano
"No existe". Noelia Marzol reveló los estrictos requisitos que debe tener el colegio para su hijo y abrió un debate
Otras noticias de Mundo River
Sorteo de cruces. Copa Argentina: el ignoto club que le tocó a Boca para el estreno y los demás rivales de los grandes
Se sorteó la Liga Profesional. Cómo quedaron los dos grupos y cuándo se jugará el primer River-Boca del año
Tu cara me suena. River y los regresos de los que brillaron, una tentación que la mayoría de las veces terminó mal
- 1
Franco Colapinto y las pequeñas señales que clarifican el futuro en la Fórmula 1: “Voy a ser piloto de reserva”
- 2
Lionel Messi mostró el lugar sagrado que tiene en su casa y sorprendió a sus fanáticos
- 3
Olexsandr Usyk vs. Tyson Fury (II): entre los 190 millones de dólares y una menor expectativa para una gran pelea
- 4
Yuta Minami, el arquero japonés que se metió un insólito gol en contra en su partido despedida... ¡y llamó al VAR!