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La denuncia por abuso sexual que la medallista olímpica Eugenia Bosco efectuó sobre su exentrenador de la infancia-adolescencia, Leandro Tulia, y que se conoció a través de una entrevista realizada en LA NACION hace poco más de un mes, fue el Big Bang de una causa que está aún en sus instancias iniciales, pero por la cual Tulia, de 53 años y empleado del Yacht Club Olivos, quedó detenido este lunes en el departamento que le alquila el club.
Tras la acusación de Bosco y el conocimiento público que tomó el tema, se sucedieron más denuncias contra Tulia que llevaron a su detención: este martes se negó a declarar.
El imputado quedó detenido por tres hechos de abuso sexual agravado ocurridos entre 2012 y 2015. A su vez, otros dos, entre ellos el que denunció Eugenia Bosco, fueron considerados prescriptos ya que sucedieron antes de la Ley Piazza, sancionada en 2011. Justamente lo que establece esta ley es que tal prescripción sea considerada a partir de la medianoche del día que una víctima menor cumpla la mayoría de edad, es decir, los 18 años.
Pese a esta situación y a que la fiscal apelará la decisión, el juez tendrá en cuenta los testimonios de todas las denunciantes, no como víctimas sino como testigos para dar cuenta del modus operandi de “Caroso” Tulia, quien está en el YCO desde hace 20 años, vivió allí en una vieja casona en la que habría perpetuado muchas de las situaciones denunciadas, y fue arrestado en el departamento que el club le prevé por su condición de empleado.
LA NACIÓN consultó a la dirigencia del YCO, que originariamente se mostró “neutral” ante la situación y adujo no tomar postura hasta que la Justicia determine la culpabilidad o no de Tulia, y ésta ratificó la espera ante el proceso, sin querer brindar declaraciones públicas. La única medida que se tomó previamente, conocida la radicación de la denuncia, fue la de licenciar a Tulia y “alejarlo de los alumnos”.
De esta manera el entrenador, oriundo de Zárate, quedará detenido y la fiscal podría solicitar la prisión preventiva.
Conocida la noticia de la detención de Leandro Tulia, Eugenia Bosco se mostró muy conmovida por la situación y “algo triste” ya que el caso que ella denunció es uno de los que el juez considera prescriptos. Sin embargo, también se manifestó confiada en la posibilidad de que haya una apelación y en que el proceso siga avanzando.
“Estoy muy contenta con el trabajo que está llevando adelante la fiscal, el Ministerio Público también lo está haciendo. La causa avanza, pero obviamente hay que tener paciencia e ir despacio porque está recién en sus inicios y esto es largo”, le dijo a LA NACION desde Vigo, la ciudad española en la que reside desde hace un tiempo.
La regatista de 27 años, que fue una de las mejores deportistas argentinas durante 2024 y abanderada de la delegación nacional en los Juegos Olímpicos, agregó: “Obviamente voy a pelear por todos mis derechos, que se haga justicia por mi caso y seguir siendo escuchada en todo esto”.
En su entrevista con este diario, que fue publicada el 10 de enero, Eugenia Bosco contó los pormenores y el duro proceso que atravesó desde el momento en el que se dio cuenta que fue abusada: “El año pasado, después de los Juegos Olímpicos, decidí hacer una denuncia que me dio un giro, le dio un cierre a otra etapa de mi vida. Sucedió cuando era muy chica, o sea, cuando estaba navegando en Optimist (entre siete y quince años). No sé cómo explicarlo, pero fue algo que pasó, que no lo controlé, tenía 11 ó 12 años y lo aparté de mi vida hasta hace un par de años que lo pude ver, trabajando obviamente y con gente acompañándome. Lo pude volver a mi mente y arrancó otro proceso. Yo sabía que había algo en mí, no sabía de dónde venía, pero sabía que había algo. Y cuando esto vino empecé a entender un montón de cosas”, confió. Luego, aseguró que “realmente fueron cuatro años de pasar por muchas etapas, de querer contarlo y no animarme por temor a sentirme juzgada o por sentir que seguía siendo la culpable y después por vergüenza. Siempre también como pensando en que sos la única y no sos la única, y en la empatía que va a tener el resto con tu situación. Tenés miedo a ser muy juzgada. A mí me pasaba mucho eso: si lo contaba, ¿la gente me iba a entender o me iba a culpar?”.
Bosco, medallista plateada en vela en los últimos Juegos Olímpicos de París 2024, denunció a fines de octubre que había sido abusada por su exentrenador de Optimist, la categoría formativa del deporte, cuando ella tenía 12 años. Tras la denuncia de Bosco surgieron otras cuatro víctimas que denunciaron cinco hechos. De esos, dos fueron considerados prescriptos y los otros dos motivaron la detención de Tulia.
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