El torneo de la URBA: Jugadores que jerarquizan el certamen pero abren el debate

Tito Díaz Bonilla maneja los hilos de su equipo como un director de orquesta. Batu Ezcurra rompe la defensa cada vez que toca la pelota. Erre Cancelliere no se cansa de visitar in-goals ajenos. Hindú cuenta con todo eso, y ante Belgrano mostró destellos del potencial de sus figuras y consiguió una victoria vital para seguir creyendo que la clasificación para las semifinales es posible. Enfrente, el campeón de la URBA respondía con el scrum como su mejor arma, en la que los pilares Francisco Ferronato y Benjamín Espinal son clave, para dar pelea y mantenerse en partido.

El 52-33 de Hindú tuvo 13 tries (ocho a cinco para el ganador, lo que le valió el bonus), resultó uno de los partidos más entretenidos de estas 18 fechas del Top 12 y sirvió también para exponer algunos de los dilemas a los que el rugby argentino aún no les ha encontrado respuesta: la línea que separa el amateurismo del profesionalismo, el límite de la primacía de los seleccionados nacionales sobre los clubes, la falta de competencia de buen nivel más allá del Super Rugby para desarrollar jugadores.

Joaquín Díaz Bonilla, Bautista Ezcurra y Sebastián Cancelliere, además de Felipe Ezcurra y Lautaro Bávaro, fueron convocados para jugar el próximo viernes para Argentina XV contra Uruguay, por el Sudamericano. Ferronato y Espinal serán los representantes de Belgrano, a los que probablemente se habrían sumado el hooker Agustín Gómez Di Nardo (otro primera línea) y el ala Francisco Gorrissen en caso de no estar lesionados. Al haber fecha de descanso en el Top 12 el fin de semana que viene, esto no se contrapone con la actividad local. Por lo menos no del todo (no hay convocados de CASI y CUBA, que adelantaron su enfrentamiento para el próximo domingo).

El problema aparece para las siguientes dos jornadas, la 19ª y la 20ª, que coinciden con la realización del Americas Pacific Challenge, en el que Argentina XV se medirá con Canadá A, Samoa A y Uruguay XV entre el sábado 7 y el domingo 15 de octubre y para el cual habrá una nueva convocatoria. Con el éxito de ayer en la soleada tarde en Belgrano R, Hindú quedó a cinco puntos del cuarto puesto, que ocupa Belgrano y es el último que deriva en las semifinales, con 20 unidades por disputar. Por tratarse de instancias decisivas del Top 12, los clubes de la URBA piden a la UAR que no les saque más de dos jugadores por equipo.

Los Pumas se nutren casi en su totalidad de Jaguares, pero detrás de la franquicia del Súper Rugby es escasa la competencia de la que el rugby argentino dispone para foguear a sus jugadores en el primer nivel. Los seleccionados juveniles cumplen un rol formativo crucial, pero éste se limita a los menores de 20 años. Más allá, el seleccionado de seven aparece como el lugar más adecuado para adquirir destrezas, aunque resulta insuficiente (por ejemplo, no forma primeras líneas). Argentina XV intenta llenar el agujero que dejó la disolución de Pampas XV, del cual surgió la mayoría de los actuales Pumas, pero se encuentra condicionado por una competencia exigua y de categoría insuficiente. Y además, los entrenadores (Felipe Contepomi, Ignacio Fernández Lobbe y Diego Ternavasio) rara vez pueden contar con todos los jugadores que querrían. Por caso, en los últimos compromisos con Toulon no estuvieron los finalistas del Nacional de Clubes, nada menos.

Ante esta situación se abre el dilema: ¿se debe priorizar al seleccionado, urgido de jugadores de recambio, o se debe jerarquizar la competencia de clubes, base de la pirámide del rugby argentino?

En el medio están los jugadores, que se debaten entre perseguir su sueño de actuar en los Pumas y quedar “colgados” si no son tenidos en cuenta. Felipe Ezcurra, por ejemplo, debió renunciar a su contrato profesional para jugar en su club, relegado como cuarto medio-scrum en el seleccionado. Lo mismo hizo Manuel Montero siete días después de jugar ante los Wallabies por el Rugby Championship, aunque por razones diferentes: necesitaba rodaje tras estar en la cancha durante apenas 46 minutos en la temporada (17 en Jaguares y 39 en el mencionado partido en Canberra). Volvió a Pucará luego de tres años y anotó un try en la derrota a manos de CUBA. Díaz Bonilla y Bautista Ezcurra fueron parte integral de Jaguares en toda la temporada. ¿Es la remuneración o la dedicación al rugby lo que determina el grado de profesionalismo?

Las convocatorias para Argentina XV, además, exacerban otro drama del rugby vernáculo: el exceso de partidos en un deporte amateur. El próximo fin de semana debería ser de descanso en una competencia de clubes de largo aliento, que entre Nacional de Clubes y Top 12 demanda hasta 33 encuentros oficiales, cifra a la que Belgrano (campeón de la URBA) e Hindú (campeón argentino) podrían acercarse tranquilamente.

Cuando la Argentina se embarcó hacia el profesionalismo hace ya siete años se propuso “blindar” a los clubes amateurs. La transición aparece compleja e inacabada, y exige creatividad, sapiencia y concesiones de parte de todos los involucrados. ¿Sería una liga semiprofesional interuniones o interpladares una solución? Quizás no, pero en tanto no se ponga el debate sobre la mesa, la indefinición continuará.

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