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El peso de la realidad
Como en la película "Million Dollar Baby", pero lejos de la ficción, Becky Zerlentes, de 34 años, falleció por los golpes recibidos en una pelea
WASHINGTON.- El 27 de febrero último, la actriz norteamericana Hillary Swank subía los últimos peldaños en el Kodak Theatre, de Hollywood, hacia el estrellato definitivo. A los 30 años, bella y fibrosa, alcanzaba con un Oscar su propia consagración cinematográfica por su papel en "Million Dollar Baby", una película en la que representaba a una boxeadora que, víctima de los golpes propios de ese deporte, elegía darle fin a sus días.
El pináculo de una mujer, tristemente, resulta, hoy, la contracara de otra. Aunque ambas historias funden ficción y realidad. Becky Zerlentes, una profesora de geografía de 34 años y ex campeona de la liga femenina de boxeo norteamericano Women´s Golden Gloves, murió el domingo último después de ser noqueada por un golpe en la cabeza mientras intentaba recuperar el título en un match disputado en Denver, Colorado, aunque la noticia sólo se conoció ayer.
Zerlentes es la primera pugilista que muere a causa de los golpes recibidos en una pelea organizada por una liga oficial, en este caso la USA Boxing, de boxeo amateur estadounidense.
En junio de 2003, una mujer de 30 años, Stacy Young, casada y madre de dos niños, murió en un hospital de Florida después de disputar una pelea para aficionados.
Anteayer se realizó la autopsia del cuerpo de Zerlentes. Aunque los resultados no estaban disponibles, se presume que la muerte se debió a un trauma cerebral. "Nadie pensó que fuera un golpe tan duro", afirmó Jeanne DePriest, jefe de los delegados de la sección Colorado de Golden Gloves y manager del equipo para el cual boxeaba Zerlentes, citada por el diario Rocky Mountain News.
Sin embargo, el golpe de nocaut, recibido en el tercer round de la pelea contra Heather Schmitz, alrededor de las 23.30 del sábado último en el National Western Complex de Denver, fue suficiente para mandar a Zerlentes al hospital de esa ciudad, donde murió pocas horas después.
La chica había ganado la corona regional de Golden Gloves en 2002. En la localidad donde vivía, Fort Collins, era conocida por su trabajo como profesora de geografía y entrenadora de natación. La mujer tenía cinturón negro de goshin jitsu y marrón de varias otras artes marciales.
Zerlentes había llevado bien la pelea en el primer round, de dos minutos, pero en el segundo recibió un golpe que le hizo sangrar la nariz. El árbitro la mandó al rincón, pero luego reanudó la pelea. En el tercer asalto, la mujer recibió el golpe que luego resultaría ser mortal.
Schmitz, acongojada, tuvo tiempo para hablar ante las cámaras del noticiero de la cadena CBS: "No quería lastimarla. Me siento muy mal y sólo espero que se encuentre bien", dijo la boxeadora, antes de conocerse que su contricante ya no saldría con vida del hospital.
La policía inició una investigación de rutina sobre el caso, pero por ahora "no se encontró nada inusual", dijeron los agentes encargados. Las reuniones de boxeo femenino volvieron a organizarse en los Estados Unidos en 1993, cuando la USA Boxing levantó su prohibición. Antes había disfrutado de un periodo de relativa popularidad en los 70. Para Zerlentes, la del sábado iba a ser su última pelea antes del retiro, según relató el director de la sección Colorado de la Golden Gloves, Jesse Mora.
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