El gran golpe de Rodolfo González

Si algo le faltaba a la intensa jornada final del 98° Abierto Visa de la República Argentina eran tres hoyos de desempate. Allí, en el 39° capítulo del día llegó ese putt corto y definitivo de Rodolfo González, que después de tanto trajinar pudo festejar con los puños en alto la mayor conquista de su carrera. En esa dramática definición, el derrotado fue Clodomiro Carranza después de igualar con el campeón en 281 golpes (+1).

El Olivos Golf Club vivió un desenlace con protagonistas diferentes a los de los últimos tiempos. Tal vez, el sorprendente liderazgo del aficionado español Gonzalo Fernández Castaño en las dos primeras vueltas fue un anuncio de que este Abierto estaría disponible para otros jugadores. Los que no arrancan con la marca de los candidatos. Angel Cabrera, el defensor del título, jugó el hoyo 72 sabiendo que no tenía chances. Eduardo Romero no pudo hacer el milagro de un águila que lo llevara al desempate; Scott Dunlap amagó con repetir el triunfo de 1999, pero se quedó sin resto; tarde o temprano, todos los nombres fuertes se fueron alejando del objetivo.

Entonces, la batalla final quedó para Rodolfo González y Clodomiro Carranza, dos jugadores con características bien diferentes, tanto en su estilo de juego como en lo que llevan caminado en el golf. Un duelo en el que acaso la experiencia fue la luz que los separó. González, con 36 años y logros importantes; Carranza, con poco más de un año como profesional y todo por delante. En la forma de moverse en el campo también se notaron las diferencias en esos hoyos extras0 que el público palpitó metro a metro, compartiendo los estados de ánimos de los protagonistas: el jugador de Ranelagh con esa calidad para conectar la pelota, con la potencia justa, casi acariciándola. El pibe de Río Cuarto, con la energía y la potencia con el drive que parece imitar de su ídolo y comprovinciano, el Pato Cabrera.

Muchos se asombran cuando ven la facilidad y la técnica con la que González juega al golf. La cuenta pendiente que muchos le atribuían hasta ayer era su capacidad anímica para enfrentar momentos decisivos. Pero ese reproche quedó enterrado con la forma en que jugó el hoyo final para forzar el desempate, ejecutando con frialdad un difícil approach desde el rough. Y también con la firmeza que demostró para enfrentar el ímpetu de Carranza en los tres hoyos de desempate (16, 17 y 18). En el tercer hoyo extra, González resolvió mejor después de que ambos cayeran al rough: corrigió con un tiro impecable, hizo un approach notable desde la entrada del green y la dejó dada para birdie. Carranza también arrimó bien, pero no pudo con la presión de meter ese putt de un metro sabiendo que su rival no fallaría.

Se perdió el golpe del cordobés y fue el turno de asegurar la victoria para González. Carranza, con sus 23 años, no tenía consuelo. No se conformó con haber estado tan cerca, sintió la derrota. Había vivido demasiadas emociones como para entender que por este camino, con tanto potencial, serán muchas las definiciones que tendrá que enfrentar en su carrera.

• Los trofeos y el premio
  
  Además de los trofeos, la copa del Abierto, la que se puso en juego en honor a Roberto De Vicenzo y la tradicional medalla de oro para el ganador, Rodolfo González se llevó un cheque por los 33.000 pesos reservados para el ganador. Carranza cobró el mejor premio de su carrera: 22.000 pesos.

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