Donald Trump y su vínculo con el deporte: jugó al fútbol en el colegio y fue dueño de un equipo de fútbol americano

Donald Trump , el presidente electo de los Estados Unidos, es un magnate que tuvo en su pasado vínculos estrechos con el mundo deportivo. No sólo los practicó en el colegio, donde hasta se definió como un gran deportista, sino que ya sumergido en el mundo de los negocios fue dueño de equipos. En la escuela practicó béisbol, fútbol americano y fútbol (soccer para los estadounidenses). Además, es un fanático confeso del golf -Jack Nicklaus, uno de los más grandes de este deporte, lo apoyó en la campaña- y entre tantos negocios que realizó a lo largo de sus 70 años tuvo uno que le quedó marcado por no haber tenido el éxito esperado.

En 1983, Donald Trump compró a los New Jersey Generals, un equipo que había nacido apenas un año antes, para jugar en la United States Football League (USFL), una competencia que apareció específicamente para competir mano a mano con la NFL. Claro que no pudo y sólo duró un par de años, pero Trump dejó allí su sello. En 1986 la USFL desapareció al igual que aquel equipo que Donald Trump había adquirido para esa ocasión. Fue una experiencia fallida para el empresario.

Mientras se sucedían ayer las elecciones y la victoria de Trump se encaminaba sobre Hillary Clinton, en las redes sociales comenzaron a aparecer diversas fotos del magnate, muchas de ellas vinculadas a sus primeros años. Entre tantas, se vieron las de Trump en el colegio. Él mismo contó en varias entrevistas que era fanático del béisbol y que siempre quiso ser el capitán del equipo cuando era chico. Pero no fue sólo eso lo que practicó: también aparecieron imágenes suyas en el equipo de fútbol, un deporte no tan común en los Estados Unidos aquellos años.

Donald Trump hizo la secundaria en la New York Military Academy, una tradicional escuela por la que desfilaron diversos personajes famosos, como Francis Ford Coppola, director de El Padrino, entre tantas otras. Cuando Trump tenía 17 años, en 1963, participó del equipo de fútbol. Pero no fue ese el deporte que más lo apasionó. Contó en varias entrevistas que jugando al béisbol era "muy bueno". Incluso en las últimas horas un viejo compañero suyo, Ted Levine, dijo: "Él era de lo mejor, un buen atleta, un gran atleta".

El béisbol es su punto débil. Eso que adquirió desde chico lo mantuvo de grande. Se lo ha visto junto a los New York Yankees en distintos partidos, en el campo de juego o en la tribuna. Trump también tiene tiempo para el golf. A tal punto, que en el Bronx de Nueva York armó la cancha Trump Golf Links.

En lucha libre, también presente

En 2007 Trump participó de LA WrestleMania, una suerte de "final" de la lucha libre. El hoy presidente electo de los Estados Unidos desafió a Vince McMahon, presidente de la WWE -empresa que organiza este evento- y el final fue con el magnate cortándole el pelo a su amigo.

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