Diplomas olímpicos: la aventura con premio final para Travascio y Branz, en 49er FX, y Facundo Olezza, en Finn

TOKIO.- La obsesión por ser dueñas del agua. La búsqueda por domar cada ola, cada regata. Y una sensación final de haber quedado apenas a dos puntos de subirse al podio, tras imponerse en la Medal Race. El doble sentimiento: la satisfacción por haber empujado al máximo en la clase 49er FX y ese lamento de no haber acariciado un lugar de privilegio en Tokio 2020. Al fin, la entrega de Victoria Travascio y María Sol Branz redundó en una recompensa grande: la obtención del diploma olímpico, luego del quinto puesto y 90 puntos en total. “No nos quedó un punto por pelear”, suspiraba Travascio recién salida del agua. Branz la miraba y en su mente barajaba números y clasificaciones, pero pronto desistió de los cálculos: supo que hubiese sido imposible trazar un campeonato perfecto y sintió la tranquilidad de haber recurrido a todo lo que tenían a su alcance.

Las dos hablaron de una “tristeza linda”, esa paradoja que trae el deporte, de llevar cuerpo y mente hasta el límite y sin embargo no encontrar la gloria representada en una medalla. Pero ambas pueden atesorar esa brillante última carrera, que se adjudicaron de punta a punta. Claro que no era fácil: ambas arrancaron la jornada en Enoshima condicionadas por una desventaja de 15 unidades. Y ese éxito parcial les permitió reducir a dos puntos la brecha con el tercer puesto de la tabla global, que ocupó finalmente la embarcación de Países Bajos, penúltima en la Medal Race. Las matemáticas estaban difíciles: debían esperar un mal desempeño de las neerlandesas -directamente debían finalizar últimas- para quedar igualadas en puntos y favorecerse con el sistema de desempate. Había otra variante: que el barco de Alemania terminara más retrasado del quinto lugar conquistado, que le reportó la medalla de plata detrás de las brasileñas Martine Grael y Kahena Kunze, flamantes campeonas olímpicas.

Ninguna de esas variables se dio, pero la pareja argentina puede atesorar esa misión cumplida con el triunfo en la carrera final. Y una mirada más en frío las moverá próximamente a reflexionar acerca de todo lo obtenido en los últimos 6 años: el oro panamericano en Toronto 2015, el bronce en Lima 2019 y un gigantesco avance olímpico tras el 13° puesto en Río de Janeiro 2016. “Admiración y respeto por todo el trabajo que hicieron para llegar a este lugar. Es duro cuando quedas tan cerca. Hay que aprender a pararse del lado del vaso medio lleno. Lo que hicieron estas dos chicas fue increíble”, reflexionaba Cecilia Carranza, campeona en Nacra en Río 2016, respecto de la actuación de ambas. Su compañero Santiago Lange también echaba una mirada elogiosa: “Son lo más. Muy orgullosos de ella. Hicieron un trabajazo y se vio hoy en la regata”.

“Tuvimos situaciones que podrían haber sido un poquito mejor, pero estamos contentas. Obviamente con esa cosita de ‘qué cerquita que estuvimos’, pero no podemos ser injustas porque es como una tristeza linda al final porque estuvimos cerca, ya lo vamos a valorar con el tiempo”, decía Travascio.

Las dos se habían entrenado fuertemente en el aspecto que más les faltaba: trabajar con viento y ola. Para compensar ese déficit, antes de su llegada a Tokio hicieron largos ensayos, con esas condiciones, en las Islas Canarias y en el sur de Portugal. Fueron días intensos y lograron niveles por arriba de lo que se pensaba en cuanto al manejo del barco en esas condiciones extremas y velocidad. Pero así y todo, no les alcanzó para quebrar esa barrera rumbo al podio.

Olezza: una distancia que no pudo acortar

Facundo Olezza llegó en el octavo lugar de la medal race de la clase Finn masculina, y se aseguró un diploma olímpico en el cierre de su participación, un objetivo que no había alcanzado por un puesto en Río de Janeiro 2016. El regatista porteño inició la última carrera con una moderada expectativa de medalla debido a los 13 puntos que lo distanciaban del podio, pero su desempeño no fue el esperado y terminó sexto en la clasificación general, la misma posición que tenía tras el cierre de las 10 regatas regulares.

El podio de la categoría Finn lo ocuparon el británico Giles Scott (36 puntos), que se colgó la medalla de oro; el húngaro Zsombor Berecz (39), plata y el español Joan Cardona (51), bronce. La progresión del argentino a lo largo de toda la competencia registró los siguientes resultados: 5°, 4°, 8°, 5°, 3°, 6°, 16° (descarte), 15°, 3°, 3° y 8°. De 25 años, representante del club Veleros Barloventos de San Fernando, tine la particularidad de haber sido el primer argentino en clasificarse a Tokio 2020, con un séptimo puesto en el Mundial de su clase en Aarhus, Dinamarca, el 28 de agosto del 2018.

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