Diego Markic: "No hay que desesperarse"

ILE DES EMBIEZ (De un enviado especial).- Nubes indecisas sobre la isla. Al final, a las once de la mañana, el cielo se abre y le hace un guiño al sol para que se muestre en todo su esplendor. Hay paz en el hotel Le Canoubié de la concentración argentina, a la espera de la semifinal con China, hasta que Juan Riquelme pone cumbia y se pone a bailar.

Diego Markic espera que se mueva un poco más y le alcanza las llaves de la habitación 303 que comparten. "Esperame, después voy", le dice el de Argentinos Juniors. Entonces Riquelme se sumerge de nuevo en el tuc-u-tuc-tuc-u-tuc, y Markic escucha la primera pregunta.

-Espiaste a China ante Brasil. ¿Cómo tienen que jugarle?

-Es un equipo difícil: se agrupa bien atrás, es compacto y complica arriba. Hay que jugar con la vocación ofensiva de siempre, pero sin entrar en la desesperación por conseguir el primer gol.

-¿Los alivia la eliminación de Brasil?

-A mí me daba lo mismo que se clasificara o no. Si fueron eliminados, quiere decir que sus rivales fueron superiores. Ahora habrá que pensar en China, Portugal y Francia.

-En la final de Malasia ´97 quedaste afuera siendo el capitán y ahora volviste a tener la cinta.

-¿Es un desquite personal?

-No, lo tomo como una ratificación de confianza que me dio José. En aquella final estuve con bronca. Pero lo importante fue que nos consagramos campeones.

-¿Volviste a hablar sobre el tema con el técnico?

-Jamás le pedí explicaciones. El no se casa con nadie: cuando tiene que sacar a uno, lo saca. Muchos de mis compañeros vivieron una situación similar. Pero... de verdad: no me quedó nada atragantado.

-Tu historia como futbolista es diferente de la de muchos otros.

-Es que al principio consideré al fútbol como un hobby y no como una necesidad. Después lo fui tomando más en serio. Tuve la suerte de que mis padres me apoyaran en todo.

-¿Sos un privilegiado?

-No sé si llamarlo así, pero nunca me faltó nada. Mis padres me mantuvieron siempre y vivo con ellos. Me aconsejan para invertir la plata.

-¿En algún momento buscaste otra profesión para vivir?

-Me anoté en una escuela de periodismo deportivo, pero no empecé porque me convocaron para la selección. Pero me saqué el gusto y comencé a colaborar en Radio Splendid.

-Y en tu papel de periodista, ¿con qué estilo te identificás?

- Prefiero debatir sobre fútbol y no sobre si tal le dijo algo a cual, meterme en la vida personal de alguien o decir que aquel futbolista salió a la noche a tal lado. Porque el rating domina y eso es lo que más atrae.

-¿Cuál fue tu partido debut mano a mano con el micrófono?

-Comenté Argentina v. Colombia, por las eliminatorias. No opiné sobre las actuaciones; no me corresponde hablar sobre colegas. Hablé sobre las sensaciones de un futbolista en la cancha y en los vestuarios.

-¿Y cómo te sentiste?

-Bastante nervioso. Pero me dijeron: "Hablá como si estuviéramos en un café". Y ahí me largué.