Denuncia contra Dani Alves: cómo fue la estrategia de la policía para detener al futbolista

En las últimas horas, se conoció cuál fue la estrategia de los Mossos d’Esquadra, la policía de Cataluña, para detener a Dani Alves y ponerlo a disposición de la Justicia. El brasileño había viajado a España por el mal estado de salud de su suegra y gracias a eso fue detenido y trasladado a prisión, donde continúa a la espera de que se investigue la denuncia por abuso que realizó una joven de 23 años.

En los últimos días, sorprendió al mundo del fútbol la denuncia que pesa contra el lateral. Una joven de 23 años asegura que el brasileño la violó el 30 de diciembre en el boliche Sutton, ubicado en Barcelona.

Después de invitar a la víctima y a sus amigas a un sector VIP, Dani Alves la llevó al baño, donde habría sucedido el abuso sexual. A partir de allí, comenzó la investigación sobre el futbolista que antes del escándalo jugaba en los Pumas de la UNAM, en México.

Una serie de testimonios y las versiones contradictorias que dio el brasileño sobre lo que ocurrió esa noche complicaron su situación y actualmente continúa con prisión preventiva. Aunque el caso recién salió a la luz hace algunos días, la denuncia se ratificó el 2 de enero, justo cuando el presunto victimario abandonó el país.

Con las pruebas y testimonios que se reunieron durante las primeras semanas del año, los Mossos d’Esquadra solamente debían esperar que Alves regresara a España para poder detenerlo y preguntar por su versión de la historia. Sin embargo, tenían que cuidarse de cualquier filtración, ya que si el jugador se enteraba de la existencia de la causa en su contra podía evitar regresar al país.

Gracias a la reserva con la que se manejó la investigación en el comienzo, el futbolista efectivamente volvió. El motivo del viaje fue el mal estado de salud de su suegra, la madre de Joana Sanz, algo con que las autoridades contaban y por lo que decidieron esperar sin informar la situación a los medios, según dio a conocer el medio español Nius.

Con esa misma cautela, la policía le informó al defensor de 39 años que tenía que declarar por cuestión de protocolo y se acordó con la representación del acusado hacerlo en privado, sin que se llevara a cabo una detención en la vivienda del brasileño. A partir de allí, las contradictorias declaraciones de Alves, las pruebas recogidas hasta el momento y los recursos económicos que el brasileño tiene para fugarse motivaron que se dicte la prisión preventiva.

En un principio, se había dispuesto que el detenido pase sus días en la prisión de Brians 1, a la espera de que avance la investigación de la causa. Sin embargo, el lugar tenía algunas cuestiones que exponían mucho a Dani Alves por su fama, según consideraron las autoridades.

En ese sentido, una de las cuestiones que se mencionó es que no tiene duchas individuales. Ante esa problemática y con la premisa de evitar cualquier incidente, el futbolista brasileño fue trasladado a Brians 2, donde hay internos condenados por delitos sexuales.

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