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De volar hasta la cima de América a completar la llegada a los Estados Unidos en ómnibus
El seleccionado chileno viajó 12 horas en avión hasta los Estados Unidos y completó su traslado en ómnibus; los dirigentes ya no tendrán pago los traslados de sus familiares y los premios por ganar la Copa Centenario serán muy inferiores a los US$ 8.000.000 que acordó el grupo por ganar en 2015 y que todavía no terminó de cobrar
SAN DIEGO, Estados Unidos.- Es tiempo de muchos cambios y profundos en el campeón. Chile que se pavonea por esta ciudad con su condición de dueño del cetro de América, sabe que ya no goza de la misma salud su fútbol. No sólo las cuestiones deportivas son las que mantienen inquietos a los integrantes del plantel, sino que institucionalmente ya nada es igual. De ser un seleccionado poderoso económicamente, a terminar la ruta de viaje hasta aquí en ómnibus. Sí, el plantel que se quedó con la Copa América en 2015, después de volar 12 horas desde Santiago hasta los Estados Unidos, se trasladó desde Los Ángeles hasta esta ciudad por vía terrestre durante más de dos horas... Y ante ese escenario, es que se lo vio a Arturo Salah, el presidente de la ANFP, caminar con paso apurado para recibir a Claudio Bravo , que se sumó hoy al grupo. El dirigente estaba esperando al capitán de Chile para acordar los premios por esta Copa América 2016 . Un detalle para nada menor.
En el segundo piso del hotel Omni, se mantuvo una charla expeditiva entre Salah y Bravo. Entendió el arquero que la situación no es la mejor para la ANFP y aceptó que el nuevo acuerdo por ganar la Copa sea inferior al que habían cerrado con la gestión anterior. Incluso, se coordinó que se pueda pagar a partir de 2017. El guardavalla también quería saber cómo iban a saldar el premio que ganaron en 2015 con la obtención de la Copa. De los US$ 8.000.000 que firmaron cuando Jorge Sampaoli era el entrenador, apenas cobraron la mitad y el presidente de la federación chilena se comprometió a completar el pago antes de que termine 2016.
La ascendencia de Bravo sobre el vestuario es importante en este caso. "No quiero charlar con un grupo de jugadores primero y después con otro. Lo mejor es hablar con el capitán y listo", reconoció Salah, al llegar al búnker chileno aquí. Es que el dirigente sabe que el arquero es el más respetado y que todo el plantel lo escucha cuando sugiere diferentes acuerdos entre el grupo y los dirigentes.
Es que los futbolistas no desconocen que en tiempos de Sergio Jadue, el ex presidente de la ANFP, no había límites. Incluso, la última auditoría que se realizó en la entidad madre del fútbol trasandino arrojó un déficit de 9 mil millones de pesos chilenos, algo así como 13.000.000 de dólares. Para comprender semejantes desarreglos, vale como ejemplo que durante el Mundial de Brasil se había contrato un jet privado que estaba a disposición de la familia de Jadue. Ahora, los dirigentes que pretendan acompañar al seleccionado y que lo hagan con su familia, deberán costear sus gastos.
Eso sí, se mantienen algunas cuestiones, como tener junto al grupo al cocinero Cristian Saldaño, que tuvo que adaptar el menú del plantel a la situación que vive la ANFP, ya que la logística no era tan simple por los constantes traslados del seleccionado en esta Copa Centenario.
Las cosas quedaron claras entre Bravo y Salah. Chile debe defender el título y también cuidar su caja que pide a gritos un poco de oxígeno.
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