Con el dominio de Jonatan Castellano y Dodge, el TC retrocede 30 años

CONCEPCIÓN DEL URUGUAY.– Jonatan Castellano es la bandera de Dodge . Es el rostro estampado en los estandartes color naranja que hacen flamear los hinchas, los mismos que celebraron en el autódromo entrerriano la segunda victoria de Pinchito en cuatro carreras de la temporada. Un triunfo que ratifica al piloto al tope del campeonato de Turismo Carretera y que, además, resalta las virtudes de la marca, potenciada al inicio de la temporada con las modificaciones que implementó el Departamento Técnico de la ACTC. En un fin de semana en donde el ojo clínico se posó en los retoques que se le otorgaron a Ford para devolverle competitividad, el auto N°9 aplastó al resto desde temprano: las series clasificatorias ya lo enseñaron como el más veloz de la jornada.

En el automovilismo, los éxitos necesitan del guiño cómplice del destino y el roce que protagonizaron Matías Rossi y Mauricio Lambiris fue un aliado: los dos usuarios del Óvalo se presentaban como los principales rivales para pulsear por una victoria que a Ford se le niega desde el 24 de septiembre de 2017, cuando Emanuel Moriatis se impuso en el trazado de La Pedrera, en San Luis. Si entre ellos se pelean, Castellano no tuvo contemplaciones para ganar desde el semáforo a la bandera de cuadros una carrera que para el público fue aburrida, aunque el agobiante calor y la humedad generó una enorme exigencia física para los pilotos. El desgaste se reflejó en los rostros de Juan Manuel Silva y Gabriel Ponce de León, usuarios de Ford que completaron el podio, pero que en los relojes nunca pusieron en aprieto el festejo de Castellano.

"Neuquén, la fecha en el autódromo Rosendo Hernández de San Luis, Concepción del Uruguay y Paraná son carreras favorables para la marca. Por eso largamos la carrera final como si estuviéramos clasificando. Si el Pato [Silva] largaba adelante no sé si lo hubiera podido correr, aunque con el toque de Rossi y Lambiris se eliminaron dos candidatos y el panorama para imaginar un triunfo se nos abrió después de ese incidente. ¿Qué hubiera hecho yo si era uno de los dos involucrados? En esa maniobra habría actuado como lo hicieron ellos", analizó Castellano, que llevó por primera vez a Dodge a festejar en este circuito; la marca era la única que no conocía de éxitos en las cinco visitas anteriores al autódromo de Concepción del Uruguay. "Había que aprovechar y llenar el casillero de triunfos", sentenció quien acumula seis victorias en el TC.

Desde el campeonato que obtuvo Norberto Fontana en 2006 que Dodge no sabe de títulos. El apellido Castellano tiene plena identificación con la marca: su padre Oscar ganó las coronas de 1987 y 1988, mientras que al año siguiente lo hizo con Ford. Hace 30 años, el Pincho, que con sus casi 70 años mete mano en los motores que en pista atiende Claudio Garófalo, también triunfó en dos de las primeras cuatro carreras de ese torneo, como lo hizo ahora su hijo. Aquella vez, la superioridad de Dodge se reflejó en las estadísticas: 10 de las 16 carreras tuvo a la marca en lo más alto del podio. El demoledor arranque de Pinchito enseña alguna similitud, aunque también tiene como antecedente las victorias de Josito Di Palma en 2017: el año pasado, el piloto de Torino celebró en Neuquén y en este trazado, y aunque sumó otro éxito en Comodoro Rivadavia no le alcanzó para ser campeón.

"Siempre soy optimista cuando se empieza un año y pienso que se puede ganar carreras y pelear el campeonato, pero la realidad te da cachetazos. Ahora, desde lo técnico, sabíamos que debíamos ser protagonistas. Tenemos un auto firme desde la segunda carrera y en la primera llegamos sextos; clasificamos en tres de las cuatro competencias entre los tres primeros. Ahora ganamos tres carreras en menos de un año, pero hay que saber sumar el resto de la temporada. Los triunfos me dan confianza, pero es la que tenía el año pasado, donde nos faltó suerte para pelear por el título de TC y de Turismo Nacional. Optimizamos cada punto de nuestra estructura, con la incorporación de Gabriel Satorra como director deportivo, algo que no tenía desde que mi viejo dejó de serlo, y con la exclusividad de Sebastián Prósperi en la atención del chasis", se confiesa Castellano, que en tono jocoso y para descomprimir la polémica que se instaló por los retoques técnicos que favorecieron a Ford, señaló: "Hicieron la plancha, por eso se dio el triunfo".

"Algo había que darle a Ford. Antes era otro el presidente [Oscar Aventín], que cambiaba el reglamento según cómo se levantaba: si había sol o estaba nublado tomaba las decisiones… Ahora se hace un análisis con más sustento. De una carrera a otra no podemos decir que el auto a batir es Ford, que dio un lindo salto este fin de semana, como tampoco creo que sea razonable que le quiten algo a Dodge. En la final hubo dos autos dentro de los 10 primeros puestos, el mío y el de [Juan Martín] Trucco; Julián Santero se retrasó y el resto no tuvo un rendimiento bueno", comentó Pinchito, que combatió los 60° centígrados que se registraban en el auto con chaleco refrigerante y con esa ayuda también viajó con comodidad a una nueva victoria, la que lo ilusiona con el título y en repetir con ganar con la Copa Entre Ríos, el mini torneo que componen las tres fechas que se disputan en la provincia.

POLÉMICA EN FORMA DE ÓVALO

El accidente que protagonizaron el poleman Matías Rossi y Mauricio Lambiris, apenas iniciada la primera serie, resultó un golpe de escena para el espectáculo. "Si no me cierro perdía el puesto y si me cerraba más tarde seguro que iba a pasar lo que terminó sucediendo. Pensé que Lambiris estaba atrás, pero salió mejor que yo y tenía el auto puesto. No lo vi. En pos del resultado, él podía levantar y pelearme el puesto en las restantes vueltas. Igualmente, soy el responsable de la mayor parte de la maniobra. No creo que sea para sancionar", admitió Rossi, que recibió un apercibimiento por la maniobra; el piloto del Nova Racing largó último la final y escaló hasta la posición 22. Las explicaciones de Rossi no contentaron a Lambiris, que replicó con dureza: "La maniobra ya la había iniciado. Vengo a ganar, no a levantar; vengo a pasar autos y a ganar carreras. No me sorprende, porque se lo hizo dos o tres veces a [Agustín] Canapino y a [Facundo] Ardusso. Él sale mal de la Curva 2, y el piloto sabe cuán mal se sale y por eso me sorprendió lo que hizo. ¿Si voy a ir a hablar con él? Él me tiene que venir a hablar". El uruguayo trepó desde el puesto 42 al 16, siendo el único Ford que exhibió un andar contundente.

¿El resto de los usuarios no reveló todas las cartas, para no agitar el retoque en el reglamento técnico? "El miércoles pensábamos no venir, porque en el rolo el motor no tenía potencia. Mi papá Roberto me dijo que no viniéramos, pero mi hermano Gabriel hizo un trabajo enorme y el tercer puesto es el premio a ese esfuerzo", desalentó Gabriel Ponce de León. "¿Cómo voy a hacer la plancha si ganando quizás salvo el año? Si no gano ahora y a Ford le quitan lo que le dieron, menos chances voy a tener para ganar en el futuro", reflexionó el Pato Silva.

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