Los atletas se preparan en la altura de Cachi, Salta, para buscar el próximo domingo 15 de noviembre, en Valencia, España, la marca mínima para los Juegos de Río 2016
(CACHI, Salta).- Llevan tres y cuatro semanas respectivamente en Cachi, Salta, a 2300 metros sobre el nivel del mar. El viernes, en el último entrenamiento de calidad, Mariano Mastromarino y Matías Schiel sintieron una inyección de motivación y esperanza extras. Se notó en sus rostros, exhaustos pero felices, una vez concluidos los 10.000 metros que hicieron en la pista de cuatro carriles que ya muestra signos de desgaste. Ambos acuñan el mismo sueño: representar a la Argentina en los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016. Para ello, necesitan correr una maratón en 2h16m o menos. Y la búsqueda será en la Maratón Trinidad Alfonso de Valencia el próximo domingo 15 de noviembre. Ambos se entrenan en Mar del Plata bajo la influencia de Leonardo Malgor. Ambos quieren sumarse a María Peralta , quien en la maratón de Berlín logró el pasaporte para su segunda cita olímpica (ya estuvo en Londers 2012).
En su preparación, antes de una competencia de larga distancia, los atletas suelen hacer un testeo 10.000 metros a ritmo maratón. En la altura, los ritmos son otros ya que la disponibilidad de oxígeno no la misma, pero ambos lograron cumplir ese último entrenamiento a la perfección e incluso superar las expectativas: 31m46s indicó el crono de Mastromarino para las 25 vueltas en la pista más alta del país, y 32m19s el de Schiel. Un ritmo de entre 3m10s y 3m13s el kilómetro, algo impensado para la mayoría de los mortales y que en el llano equivaldría a bastante menos.
Registros alentadores que permiten inferir una proyección para maratón en los tiempos mínimos establecidos por la Confederación Argentina de Atletismo (CADA). Sin embargo, con los pies sobre la tierra, Mastromarino contó: "En una maratón puede pasar cualquier cosa. No hay que conformarse con esto".
Lo cierto es que un trabajo así corona todo lo realizado durante los meses previos y aporta mucha tranquilidad. Ambos desplegaron su felicidad en las redes sociales: "¡Con el ánimo en las nubes después del 10000 de hoy!", podía leerse en la cuenta de Twitter del ganador de la medalla de bronce en los Juegos Panamericano de Toronto. También señaló que ahora empieza la etapa que más se disfruta: "la descarga". Es decir, los días previos a la competencia en donde se trata de hacer las cosas lo mejor posible para llegar descansado y bien alimentado. Sólo quedan jornadas con un único turno de trotes regenerativos.
Por su parte, Schiel también compartió su alegría: "Estoy sumamente feliz con el resultado de esta preparación en la altura. Hoy (por el viernes) fue el último entrenamiento de calidad. Buscamos ritmo de maratón sobre 10.000 metros y nos encontramos con un excelente registro de 32m19s corriendo progresivamente y quedando con sensaciones de que se podía correr mucho más. Ahora sí sólo queda esperar el día de la competencia para darlo todo."
Mastromarino y Schiel, por unos días, regresan a sus ciudades natales, Mar del Plata y Trelew, para recargar energía junto a sus seres queridos. Esos que en silencio los acompañan y empujan a dejar todo por su sueño. Esta vez, en tierra española a donde irán a buscar un pasaporte que contenga un sello con cinco anillos.
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