Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Comienza una nueva era
La semana pasada, junto con otras reconocidas figuras del deporte nacional, Roberto De Vicenzo asistió al acto de asunción de Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), que explicó los objetivos de lo que será su gestión. El Maestro ya se involucró de lleno en la atmósfera del olimpismo, porque el golf reaparecerá en los Juegos de Río de Janeiro de 2016.
-¿Se sintió partícipe de una nueva era para su deporte?
-Sí, al igual que Juan Nicholson, presidente de la Asociación Argentina de Golf (AAG), que también estuvo en el acto, vivimos de cerca el primer paso de algo que esperamos muchísimo tiempo. Que el golf adquiera protagonismo también en los Juegos Olímpicos es lo que nos faltaba para sentirnos felices desde nuestro lugar.
-¿En todo este largo período notó una sensación de exclusión para el golf?
-Sí, y lo creí injusto, porque realmente no había impedimentos reales para que esta disciplina animara la fiesta olímpica. Todavía hay mucho por hacer, porque debe instrumentarse cómo se clasificarán los otros 45 jugadores para el torneo en Río, además de los 15 que ingresarán directo a través del ranking mundial. Dicen que habrá, además, un máximo de dos golfistas por país. Pero ¿cuál será el criterio para decirle a un país V os sí vas a tener dos representantes y a otro V os no?
-¿Cree que Río estará preparada para recibir al golf, más allá de esta aprobación del Comité Olímpico Internacional?
-Bueno, ahí se abre un gran signo de interrogación, porque en Brasil no hay muchas canchas. Allí el golf nunca fue un deporte tradicional. Y en seis o siete años, un campo no se asienta ni acondiciona del todo para un máximo nivel. Deberá aparecer el ingenio de los organizadores para darles las mejores condiciones de juego a Tiger Woods, Padraig Harrington y compañía.
-¿Qué será de la vida de Tiger para entonces?
-Imposible saberlo con certeza, pero si continúa con este ritmo de victorias en el circuito, ya habrá superado a Jack Nicklaus en cuanto a cantidad de torneos de Grand Slam ganados. Siendo módicos, a razón de uno por año, alcanzará a los 21 majors para los Juegos de 2016.
-Volviendo al acondicionamiento de las canchas, ¿qué será lo más importante para ponerla a punto en Río?
-Tanto la que se utilice allí como las del circuito deberán estrecharse aún más en sus fairways. Hace unos días, estuve con un arquitecto norteamericano y me contaba que debería ponerse énfasis en ese detalle para dificultar los campos. Hoy en día, la tecnología cada vez elude de mejor manera las complicaciones que un jugador puede tener dentro de una cancha. Ahora existe un aparatito que te lee a la perfección las caídas de los greens y te marca la línea hacia el hoyo de forma milimétrica. Los premios son tan tentadores que pasó a intervenir gente extraña para facilitar el acceso a esos montos; hablo de los inventores de este tipo de tecnología, que desvirtúa la naturaleza del juego. Se entra así en una espiral peligrosa.
-El domingo, Andrés Romero concluyó 7º en Las Vegas y consiguió su segundo top ten en un año que no le resultó nada sencillo.
-Los jugadores talentosos como el Pigu cuentan con ese crédito a favor. Más allá de zozobras o de malas actuaciones, en algún momento su juego se despierta y fluye naturalmente como lo experimentó él, sobre todo en la última vuelta, de 64 golpes (-7). Ojalá sea una señal concreta de su recuperación. Nos habíamos acostumbrado a verlo triunfar en 2007 y 2008, y de ninguna manera nos resignaremos a otro escenario para su carrera.
- 1
Lionel Messi mostró el lugar sagrado que tiene en su casa y sorprendió a sus fanáticos
- 2
Olexsandr Usyk vs. Tyson Fury (II): entre los 190 millones de dólares y una menor expectativa para una gran pelea
- 3
Jeta Castagnola: el crack que no puede verse en los videos, su lado sensible y lo que será jugar con “el mejor polista de la historia”
- 4
Simeone, De Paul, Álvarez, Molina: el Asadito mecánico del Atlético de Madrid cocinó un triunfo histórico en Barcelona